Mi primera reacción fue sonrojarme, luego maldecir y finalmente burlarme de Will.
-Así que... ¿Qué película vez...Willcito? -pregunté con burla, él me miró enojado.
-No me digas así.
Me reí.
- ¿Por qué Willcito? -seguí riendo.
-Te mataré.
- ¿Sí? ¿Tú y cuantos más? -pregunté y añadí para joderlo -Willcito.
Se levantó de un salto del sillón, dios mío. Grité de la sorpresa y corrí por donde se había ido Juls.
La encontré jugando con sus muñecas. Me miró sorprendida y confundida.
- ¿Ya terminaron de hacer los bebés? -me preguntó emocionada.
Me sonrojé.
-Eh...no, hubo un pequeño problema.
- ¡Mackenzie! -escuché el grito de Will. Había dejado con llave la puerta. Cuando venía la vi en la cerradura y bueno...no quería morir.
- ¿Qué le pasa a Willcito? -preguntó asustada.
Pues, su Willcito me quería matar.
-Nada...es que estamos jugando a las escondidas, ¿Dónde me puedo esconder? -pregunté disfrazando la mentira.
-Allí -me apuntó. Miré, era un cuarto.
- ¿Qué hay ahí? -pregunté.
-Herramientas, ¿Puedo jugar con ustedes?
Sonreí, era tan inocente que enamoraba.
-Claro, pero no le digas a Willcito donde estoy.
Caminé hacia el cuarto y abrí la puerta, con los gritos de Will de fondo.
Miré las paredes estaban llenas de herramientas. Tal y como dijo la pequeña Juls. Cerré la puerta y me senté en el suelo.
Entraba luz por una rendija. Miré y vi como Juls se escondía detrás de un basurero. Me reí. La pequeña no se veía.
- ¿Juls? -dijo Will. Ya había solucionado el problema de la puerta- ¿Mackenzie?
Se veía sorprendido y enojado. No pensará que me rapté a su hermanita... ¿Verdad?
-Jodida Mackenzie...
Quise reír, pero tapé mi boca con mi mano.
Will comenzó a caminar hacia mi, bueno...hacía el cuarto.
La pequeña Juls salió de su escondite y corrió hacia la puerta, esta rendija me deja a ver a Will y a la pequeña Juls a la perfección.
Will no se había dado cuenta de ella, si no hubiese gritado: -¡Por mí!
Will se dio media vuelta, y Juls comenzó a reír.
- ¡SÍ! No me encontraste, y yo gané.
- ¿De qué diablos hablas? ¿Y dónde estabas?
- ¿Willcito que dijo Mami de las palabrotas? -preguntó, Will suspiró.
-No se dicen palabrotas, y si lo hacen... -comenzó a decir Will como niño pequeño regañado.