❝ la frialdad de sus padres hizo que su corazón empezara a olvidar todos los buenos sentimientos que un joven podría tener: en la niñez no tuvo afecto por parte de éstos, pero sí por un par de niños que un día en el parque encontró; aunque ese fue e...
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Esa mañana estaba fresca, JungKook temblaba en su lugar, TaeHyung, quien minutos antes había despertado, se acercó, ofreciéndole su cálida cobija; saliendo de ahí, con una ligera sudadera.
— Buenos días, TeTe — su mejor amigo, junto con su hermano del medio y el otro chico lindo, estaban preparando sus cosas. No se acordaba que se irían recién se levantaran.
— Buenos días, Mochi — saludó para ayudarles a cargar las cosas al auto.
Eran quizás las ocho de la mañana, aquel rocío que descansaba en los pequeños arbustos, en los gigantescos árboles y esas lindas flores. Todo era tan lindo, que si no fuera por ese monstruo que habitaba en ese lugar, podrían haberse quedado mucho más tiempo.
TaeHyung, quien visitaba por primera vez ese lugar, lo había amado tanto; era simplemente un paisaje precioso.
— JungKook, ¿estás bien? — escuchó a lo lejos la voz de aquel chico, ese chico con sonrisa resplandeciente, con un brillo tan deslumbrante; cegante, como lo era el sol — Puedes estar conmigo, ven, siéntate aquí.
Por su mente pasó el que jamás podría hacerle sentirse seguro con él, TaeHyung estaba diciéndose a sí mismo que JungKook no le tenía demasiada confianza, tal vez sí era aterrador, incómodo y frustrante como se lo había dicho el menor.
Sonrió, fue una sonrisa amarga. A TaeHyung le empezaba a doler el pecho.
— Hey, TeTe, ¿Estás bien? — escuchó muy lejana la suave voz de su mejor amigo — TeTe...
No supo en qué momento quedó sentado en el húmedo suelo, no supo siquiera cuándo llegaron los demás a su lado. No supo qué tipo de mirada tenía JungKook, no supo descifrar sus ojos por primera vez.
Quizás era tristeza, quizás era preocupación, quizás era ¿desagrado?
¿Qué pensaba JungKook de él? ¿Tan horrible persona era?
“Son muy pequeños, quizás no recuerden esta promesa: pero prometan siempre estar juntos....”
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Ya habían llegado a la casa de su hermano, ahí fue cuando él fue consciente del tiempo en qué estaban, en el qué era él; había regresado a ese mundo donde se encontraba.
— TaeHyungie, ¿te sientes mejor? — su hermano le dijo.
— No me gusta su preocupación, no me gusta que se sientan mal por mí — TaeHyung se paró de su lugar y dirigió a la habitación de su hermano — No necesito su cuidado, ¿entienden?
Todos asintieron, ¿qué pasó con el imperativo Kim TaeHyung?
Quince minutos habían pasado desde que el menor de los Kim había ingresado a la habitación de uno de sus hermanos; mostrándose con un rostro serio pero con aura triste.
JungKook pidió permiso a SunHyun de ingresar a la habitación, quien gustoso aceptó.
— ¿TaeHyung? — no hubo respuesta alguna, entonces decidió entrar — ¿TaeHyung? ¿Estás dormido?
No había respuesta, poco a poco se acercaba a él, su vista era dirigida al rostro de TaeHyung; esa tez canela, esas pestañas y esas cejas, eran la combinación perfecta.
Más de pronto su vista fue interrumpida, fue el criminal de capturarla a tal punto de empezar a soltar gotas cristalinas y gruesas; JungKook, después de mucho tiempo, había llorado.
JungKook estaba llorando frente a la fotografía que descansaba en el cajón.
“Eres muy pequeño para ser nuestro amigo, pero eso no importa, siempre juntos, ¿okay?”
“¡Conejito! ¡Conejito! ¡Mis hermanos me dejaron venir a jugar contigo! ¡Juguemos! ¡Juguemos!”
“ — ¿Cuál es tu nombre verdadero, Conejito?
— Lo diré mañana, hoy debo regresar pronto a casa. Fue divertido estar con ustedes, ¡adiós, TaTa! ¡Adiós, Sol! ¡Adiós, Moon!”
“Tú y yo...”
— ¿Qué estás haciendo aquí?
TaeHyung no había notado aquellas lágrimas, aquel rostro en JungKook, sólo se había percatado de que invadía su lugar de dormir.
— ¿Qué estás haci— volteó gentilmente al castaño para donde él, ahí fue cuando pudo notar que lloraba, su corazón se estrujó, odió, odió más el rostro lloroso de JungKook — ¿Qué tienes? ¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame a tu hermano?
Estaba por pararse de la cama e ir en busca de YoonGi, más aquel apodo que salió de la boca de JungKook le hizo detenerse en seco.
— T-TaTa...
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