X I X ;; Final

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El tiempo a su lado se pasó en demasía, entre risas por parte del mayor, entre bromas, abrazos, besos en las mejillas, sueños lindos, recuerdos y momentos hermosos

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El tiempo a su lado se pasó en demasía, entre risas por parte del mayor, entre bromas, abrazos, besos en las mejillas, sueños lindos, recuerdos y momentos hermosos.

TaeHyung hacía sonreír pequeño a JungKook todos los días con sus idioteces tiernas, el menor sentía calidez dentro de él, sentía esa euforia, ese calor abrazador.

— ¡Conejito!

— ¿Sí?

— ¡Te amo!

Los demás les miraban tierno, YoonGi estaba más que contento por su hermano, y agradecido con TaeHyung por hacerlo tan feliz, porque aunque no se pudiera ver una sonrisa grande y resplandeciente, sabía que dentro de JungKook mariposas revoloteaban felices; contentas, llenas de amor.

— JungKook es muy hermoso — la voz de su novio le hizo perder la concentración que tenía sobre su hermano — ¿Qué? — dijo cuando Min YoonGi se le quedó viendo raro.

— Ni pienses en tocarlo —apuntó con su dedo, acusador — Él es mi preciado hermanito y tú el amor de mi vida, no los comparto entre ustedes, ¿entendiste?

JiMin asintió feliz, aventándose a los brazos del pálido chico, besando sus mejillas y labios —Te amo, te amo, te amo — más picos eran repartidos en el rostro de YoonGi — Tú también eres el amor de mi vida.

— Agh, basta — SunHyun, quien estaba a su lado, hizo una mueca de asco.

— No digas nada, maldito, que tú haces lo mismo con tu noviecito — apuntó a DooMin — Y cambiando de tema, él se llama casi igual al monstruo del bosque.

— Es verdad — confirmó NamJoon, quien salía de la cocina, con un ruborizado Jin.

— Sólo cambia la última parte del nombre — Jin se sentó alado de Jimin — Oh, YoonGi, marcó HoSeok, dijo que su novia no se sentía bien, así que fueron a su casa — dijo.

— Hoy cogen —Doo-Min soltó de una, ocasionando que los demás partieran en risas.

Los otros dos jóvenes llegaron cuando estaban a nada de morir los amigos, de tanta risa que les hizo soltar el chico de ojos verdes.

Desconcertados se adentraron a la casa, siendo más específicos, a la habitación del menor.

Cuando estuvieron ahí, ambos se acostaron boca arriba, el mayor tomó la mano de JungKook y la entrelazó con la suya — Conejito...

— ¿Hmm?

— Han pasado siete meses desde que nos reencontramos — se puso de lado, se encontraba ahora mirando el hermoso perfil del castaño — Te he hecho sonreír demasiado, pero aún no sonríes como yo quiero.

— ¿Qué pasa, TaTa?

— ¿Puedes sonre— estaba a nada de decir la pregunta, pero un SunHyun gritón, le hizo parar.

Sonríe para mí ♡ taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora