¿Comienzo o tortura?

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Capítulo 9: ¿Comienzo o tortura?.

Narrado por Ryoma:

Me encontraba observando por la ventana del salón de clases esperando que la lección del periodo después del almuerzo diera comienzo, hoy las gemelas se habían quedado en casa debido al clima, el día estaba lluvioso comenzando hacerse presente el inicio del invierno.

Al regresar a Japón después del torneo, Sakuno y yo habíamos tenido muy poco tiempo para estar con Sora y Natsumi, los exámenes serian en dos días y gracias al Open USA habíamos tenido clases extras prácticamente de todas las asignaturas para ponernos al corriente.

Sakuno se encontraba con Tomoka en la oficina de la entrenadora Ryuzaki ayudándole en el papeleo que se debería presentar para ir al torneo de Kanto, dado que los estudiantes de tercero de preparatoria se encontraban en gira conociendo la universidad de Tokio. Por lo que estaba solo en el salón, Ann y Momo tenían reunión con el consejo estudiantil y Kaoru estaba no sabía en donde con Kazumi.

Sin prestar atención a mi alrededor sentí que alguien se sentaba junto a mí, me voltee para poder ver de quien se trataba, al hacerlo por poco me caigo del asiento por la sorpresa.

—¿Qué haces aquí? — le pregunté molestó al ver a Lily en el asiento de Momoshiro.

—No tienes por qué molestarte, solo quiero disculparme por lo que paso antes de las vacaciones— habló serena.

Permanecí a la defensiva esperando que tuviera lógica el que ella estuviera ahí, justo ahora que el salón estaba prácticamente vacío y después de tanto tiempo sin siquiera verla.

—White, creo que lo mejor es que te marches— le sugerí con frialdad.

—Se que no quieres saber nada de mí, pero por favor escúchame— me suplicó haciendo cara de arrepentimiento.

—La última vez que hablé contigo se puso en juego mi matricula en Seigaku— le recordé con seriedad.

—Lo sé, por eso te pedí disculpas— expresó tranquila.

—Se breve— respondí tajante, si la escuchaba de seguro se iría.

—De acuerdo— sonrió.

Su cara de inocencia no me convencía en lo más mínimo, sabía que esta conversación no dejaría nada bueno, lo presentía, pero algo dentro de mí me decía que no tendría escapatoria, aunque no quisiera escucharla, debía poner atención a sus palabras.

—Creo que debí hacer esto hace mucho tiempo— meditó White por un momento —Ryoma— me miró con fijeza —la verdad es que tú me gustas desde hace mucho tiempo, desde antes de venir aquí, tu abuelo solía hablar mucho sobre ti cuando iba a visitar a mi madre, por lo que comencé a ver tus partidos y tus entrevistas, creo que me volví una fan más— expresó con calma, yo la miré sorprendido, no me esperaba eso —entonces tu abuelo me dijo que él haría todo lo posible para que nosotros termináramos juntos, pero ninguno de los dos nos esperábamos que tu tuvieras a alguien en tu vida y mucho menos que tuvieras dos hijas con esa persona, lo que dificultad que te fijes en mí— dijo con un tanto de enojo y tristeza en la voz.

Permanecí en silencio no tenía ni idea de que responderle.

—Por eso quiero que sepas que luchare por ti...—

—No lo hagas— la interrumpí —no pierdas tu tiempo en mí, busca a alguien que sienta lo mismo por ti— expresé con calma, tampoco quería ser grosero.

Se levanto del asiento con lentitud —no me importa la forma, pero tu tendrás que darme una oportunidad— afirmó segura de sí misma.

Me levanté de mi asiento suspirando un poco cansado con la situación —White, creo que ya te escuché, por lo que deberías irte— le señalé la puerta del salón donde Momoshiro y Ann estaban de pie observándome ceñudos.

Unidos más que por el tenis IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora