Unidos más que por el tenis III

Primer Castigo.

Capitulo12: Primer Castigo.

Narrado por Sakuno:

........................................Flashback..................................

Me encontraba en la heladería donde solíamos venir Ann, Momo, Ryoma y yo cuando estaba embarazada, era relativamente cerca de la casa a unas 5 calles. Momo estaba sentado frente a mi degustando su helado de chocolate mientras yo comía uno de caramelo.

Al terminar espere a que él dijera algo aún no entendía porque me había traído aquí. Por un lado, suponía que Ryoma lo había enviado para decirme lo que yo no había querido hablar con él, pero tanta insistencia debía ser algo importante.

—Sakuno— empezó hablar Momo —Se que no estas contenta con lo que hizo Ryoma y entiendo que estés enfadada con él, pero entenderás muchas cosas cuando leas tu cuaderno de inglés— mencionó tranquilo.

—¿Tan importante es lo que hay en mi cuaderno? —pregunté curiosa.

—Sí lo es, no tengo idea de lo que dice, pero si es parecido a lo que escribió Ryoma en el mío es importante que lo sepas y sobre todo que mantengas la calma, además de que hagas las cosas como te las vaya pidiendo, Ryoma no quiere que te involucres demasiado y no quiere que te hagan daño— me explicó.

—¿Daño? Más daño que el que él me hizo hoy, eso esta difícil— comenté enojada.

—Saku, enserio todo esto tiene una explicación, sé que vas a comprender y perdonar a Ryoma cuando sepas lo que pasa— trato de convencerme.

—Momo sea lo que sea necesito tiempo para procesar todo lo que paso hoy, no encuentro ningún motivo suficientemente fuerte para que Ryoma hiciera lo que hizo— expresé entristecida y dolida —leeré el cuaderno, pero no prometo que lo que lea me haga perdonar a Ryoma— sentencié levantándome de mi lugar —vamos a casa estoy cansada— le indique cabizbaja.

.................................Fin del Flashback..................................

Entramos en la casa de mi madre, ella aun no había llegado, por lo que guie a Ann hasta mi habitación. Si mi madre me había hecho una habitación para cuando quisiera quedarme con ella, de hecho, las gemelas y Ryoma también tenían una.

Mi habitación era amplia con las paredes en color gris claro, con una cama matrimonial en el centro cubierto con un edredón blanco con pequeñas florecitas rosadas, en un lado tenia un escritorio y una estantería de libros, al fondo había una ventana con balcón que daba vista al patio de los Echizen. En una esquina había una mesita de madrera para tomar el té.

Ann y yo dejamos nuestras mochilas a un lado para bajar a la cocina por té y unos bocadillos, al terminar regresamos a mi habitación sentándonos a charlar.

—Ann ¿Ryoma te dijo algo cunado estuviste con él? — le pregunté tratando de no sonar muy interesada.

—Bueno sí, charlamos sobre lo que paso y aunque no me creas él esta sufriendo mucho, además me pidió que te insistiera en que leas tu cuaderno de inglés— mencionó tranquila.

—Al parecer la clave de todo esta en mi cuaderno— expresé un poco cansada con el tema.

—Saku, de verdad debes leerlo— me insistió Ann con seriedad tomando un poco de su té.

Suspiré dirigiéndome hacia mi bolso buscando el dichoso cuaderno al encontrarlo me senté de nuevo junto a Ann. Abrí mi cuaderno buscando algo diferente, ya me estaba dando por vencida que no había nada cuando unas paginas antes del final noté la letra de Ryoma.