¡Ya te dije que soy Gay! || Park Jimin

[3]

(Capítulo narrado en primera persona, Mik Seok)

—¿Se encuentra bien maestra?– una voz detrás de mí preguntó, me volteé sobresaltando un poco por la repentina pregunta pero de todas formas asentí sonriendo leve.— ¿El maestro nuevo le hizo daño?

¡¿Qué, maestro nuevo?! ¡Entonces sí aprobó, maldición!

—No, no pasó nada malo.– hablé tratando de sonar firme, sin nervios absolutos, suspiré pensando nuevamente en la situación, el estudiante sonrió al ver la conducta de la maestra, a pesar de ser mayor que él, se le hacía muy tierna.

—Entonces me alegro por usted maestra, por cierto soy Jeong-Han. Un gusto conocerla maestra Mik Seok.– sonrió de nuevo mostrando sus blanquecinos dientes, una sonrisa qué le encantó mucho a la que sería su maestra, pero recordó que era menor de edad, volviendo a su modo profesional.

—El gusto es mío joven Jeong-Han.– hizo una pequeña reverencia a lo cual el chico también.— Bueno...necesito hacer unas pequeñas obligaciones, nos vemos mañana en el salón.

—Sí maestra, estoy segura que se acostumbrará rápidamente, su primer día será muy bueno, como los demás.– terminó de hablar para luego retirarse e irse al salón, ya que le tocaba otra materia.

Ese chico es encantador.

Ahg, sólo paso pensando en tonterías, vamos Mik, concéntrate por una vez en tu vida.

Miré mi reloj, aun era temprano, debía llegar a casa para preparar la cena para mí y mi pequeño hermano.

Caminaba por los pasillos, los estudiantes salían de sus salones para entrar a otros, hacían una leve reverencia al igual que yo. Habían muchos de ellos muy educados y eso me alegraba, no quería que esto fuera tan complicado, pero sabía que nada era fácil.

Al salir de la academia, bajé los pequeños escalones que se encontraban ya fuera del lugar, mi sonrisa no la podía quitar nadie, había conseguido el trabajo que quería, y lo había logrado con esfuerzo, bueno, tal vez mi sonrisa si se lograría esfumar.

A muchos pasos de mí estaba caminando Jungkook hacía su novio, al parecer Jimin venía a felicitarlo por ganar el puesto, mis celos aparecieron y tenía un poco de envidia por que quería que Jimin me felicitara a mí.

¿Y como no tener esa sensación?, tenía de novio a Park Jimin, que privilegio.

Noté como el de cabellos castaños abrazaba felizmente a Jungkook, el más alto de nuevo volvía a enrollar sus brazos en las cintura de Jimin, Jungkook podría disfrutar de los labios de Jimin, podría disfrutar de sus caricias, podría disfrutar qué le dijera, la palabra "te amo", podría disfrutar de todo el amor que le proporcionara. Menos yo.

Pude notar cómo Jungkook dirigía su mirada hacía mí, su mirada denotaba burla, ¡¿se estaba burlando de mí?!, simplemente un tonto.

Después de verme así sonrió de lado para plasmar sus labios con los ajenos, estoy segura que mi cara se encontraba roja, pero de enojo. Estaba provocando mis celos.

Miré otro lado que no fuera ellos, pero no sabía en qué distraerme, caminé un poco más, sentía mi cabeza dando miles de vueltas, tenía ganas de vomitar de lo mareada que estaba, sentía mi cuerpo débil pero no quería caer.

Mis ojos se cerraron por unos momentos, pero no sentí mi cuerpo caer, sentí que algo me detuvo, unos fuertes brazos rodear mi cintura, deteniendo mi caída.

—¿S-se encuentra bien?– fue lo último que escuché.

[💗]

Mis ojos se abrían lentamente, mi vista paró hacía un objeto determinado o tal vez, alguien.

—¡Ya despertó!– avisó a alguien, era una voz masculina, ¿por qué esto era tan cliché?, al parecer estaba recostada en una camilla.

Me levanté lentamente, no sentía mucha fuerza en mi cuerpo, pero aún así sentía un pequeño dolor en mi cabeza.

Algo que me sorprendió era que ahí mismo, estaban tres chicos, que conocía ya muy bien, entre ellos Jeong-Han, Jungkook y Jimin.

—¿Ya te sientes mejor Mik?– preguntó con una voz dulce, ¿Enserio Park Jimin me hablaba así?, no, no, esto debe de ser un sueño.

—¿M-me preguntas a mí?

—Claro boba.– sí, es Jimin, tarado.

—Pues.. Creo que no te importa así que.– mi orgullo llegó y me crucé de brazos.

—Niña, Jimin por primera vez se preocupó por vos, deberías de sentirte feliz por que al menos trató de ser amable contigo.– reclamó Jungkook levantándose de su silla.

—¿Y?, en primer lugar, ustedes no deberían de estar aquí, no son nada mío, a comparación de ti Jungkook, que eres solamente un compañero de trabajo, sólo eso. No creo realmente en su supuestamente preocupación.– expulsé con algo de enojo las palabras, me dolía por que estaba segura que ninguna pizca de amabilidad tenía Jimin hacía mí.

—Bien, si así lo quieres.– se acercó.— Yo realmente sí me preocupe, gracias por negarlo.– habló bajo, tomando las manos de Jungkook para salir del pequeño cuarto.

Mi pecho empezó a doler, no sé si fue bueno haber dicho aquello, volteé a ver a alguien que en específico no había hablado para nada.

—¿Jeong-Han, puedo saber por qué estás tu aquí?, c-creo qué deberías estar e-en clases.

—Tal vez, pero pedí permiso para estar aquí con usted, además yo fui quien le ayudó principalmente, maestra Mik.– admitió con algo de timidez.

—Espera, ¡¿entonces, tú, tú fuiste quién me sostuvo?!– mis sentidos se alarmaron, él asintió, sentía mi cara arder en vergüenza.

—Lo hice para que no cayera directamente al suelo, no quería que las cosas fueran más graves.– bajó un poco la mirada, su cabello rubio tapaba un poco sus ojos, realmente se veía un poco adorable, era un buen chico, ya lo podía tomar como que me agradaba.

—Entonces, muchas gracias Jeong-Han.– agradecí sonriendo.

Pero de pronto recordé algo, sumamente importante ¡Seok-Min!, lo olvidé, olvidé traerlo de la escuela.

Intenté levantarme lo más que pude pero me costaba un poco, aparte que Jeong-Han intervino.

—¡Por favor Jeong-Han, deja que me levante!

—Perdón maestra pero necesita reposar un poco más.

—Ya no, estoy bien, te lo pido, por favor, necesito salir de aquí.– intenté de nuevo, pero otra vez no pude, ¿cómo un chico de 17 años podía portar tanta fuerza?

—Maestra, ¿tiene alguna razón para irse de aquí?

—Por supuesto, a mi hermano menor.– dije con preocupación.

—Bueno, entonces debe decirle a alguien de su confianza qué lo vaya a traer.

—Pe-pero no tengo a nadie.– la frustración apareció.

—¿Y, no le puede decir a los chicos que se fueron hace unos años momentos?

—No son siquiera mis amigos, ya sé como son, no me harían el favor.

—Yo vi que el maestro Jeon es muy amable, dígale a él.– tal vez, pero Jungkook se comportaba de una manera en cierto lugar y en otros con diferentes personas.

—Puede que sean mi única opción.– mis labios empezaron a temblar, pero tampoco era como si tuviera el número de Jungkook, aunque ¡sí el de Jimin!

Tomé lo más rápido que pude mi móvil, entré al icono de llamadas y busqué el contacto de Jimin.

Marqué y esperé qué contestara, pasaron más de 2 minutos y sólo rechazaba las llamadas, me estaba estresando.

—No contesta, ¿t-tú tienes carro Jeong-Han?

—Aún no maestra.

Todo se estaba volviendo un lío, necesitaba salir de aquí pero nadie me quería ayudar.