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El día había llegado, sus nervios volvían, al parecer estos no eran de separarse mucho de la chica, cerró sus ojos pensando en que todo iría bien, no debía de cometer errores aunque sabía muy bien que ella no era perfecta pero al menos intentaría que las cosas salieran como espera.

Había terminado de alistarse, Taehyung estaba sentado en el pequeño sofá arreglando sus cuadernos y demás útiles dentro de su mochila, esta ya estaba limpia.

Mik tenía tanto pensamientos dentro de su cabeza que había olvidado que iría a hablar con la directora del instituto en donde asistía Taehyung, pero era su primer día, ¡y no podía llegar tarde!

Se fijó en la hora, eran las seis con cuarenta minutos, tenía mínimo unos veinte minutos, si se iba ahora podría llegar a tiempo hacia su destino pero si tenía una charla con la directora, claramente no llegaría a la hora estimada.

Pensó en que día podría ir, no podía en ninguno de estos ya qué debía de trabajar, tampoco era como si pudiera decir que no llegaría algún día al trabajo, no quería ser irresponsable y mucho menos en sus primeros días.

Justamente la escuela de Taehyung tenía los mismos horarios que en la academia en la que trabajaría, esto la frustraba, ¿cuando podría ir?

Suspiró para voltear a ver a su hermano.

—¿Nos vamos, Mik?– la mayor asintió rápidamente pero decidió detener por un momento al pequeño.— ¿Qué pasó?

—Es que..No me contaste que te pasó ayer.

Sí, era muy brusco el sacar el tema de la nada pero quería respuestas.

—Ya te dije que no paso nada, Mik..

—Tae.. Por favor, realmente no quiero forzarte pero.. Me gustaría saber que te pasa, no es bueno guardarse todo para sí mismo, más cuando hay alguien a tu lado al que le preocupas.– suspiró acariciando los hombros del menor.

—Mik, ¿alguna vez tuviste la sensación de querer desahogarte, pero, al intentar hacerlo, sientes que las lágrimas saldrán disparadas y te impedirán hablar? No me encuentro tan estable para contarlo, ya sé que ayer te dije que lo contaría de noche, pero, quizás te lo haga saber más tarde, ¿sí?..

La mayor suspiró algo cansada, aun quería saber que era lo que hacía sentir mal a su hermano pero todo se complicaría si ella le forzaba a hablar, todo se arruinaría para ellos y no lo deseaba para nada, le daría ese tiempo.

—Claro.– acarició una última vez sus hombros para ambos salir.

Todo era mejor cuando salían palabras porque uno quería contar, el forzar no era una buena opción, nunca lo sería.

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Mik Seok miró nuevamente la academia, bajó su mirada hacia el suelo cuando notó la presencia de Jungkook asomarse por el lugar, tal vez no se fijaba en ella.

—Buen día.

Mierda.

—B-buen día..– levantó su mirada para ver al más alto, este parecía muy cansado y sus ojeras se lo confirmaban, sus labios lucían resecos y era algo muy extraño.

Este dió una leve sonrisa para encaminarse hacia las escaleras y llegar primero a lo que sería el salón en donde enseñaría a sus alumnos, ¿lo había imaginado o.. Él.. Le sonrió?

Algo pasó.. Algo muy raro en él, eso no sucedía casi nunca.

Su sonrisa no contraía nada de burla o algo similar, era una pequeña sonrisa que demostraba el estar agotado pero ¿agradecimiento?

¡Ya te dije que soy Gay! || Park Jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora