Haces esto tantas veces que ya no hay un impacto tan grande cuando se avecina la noche. Estas todo el tiempo al filo de la muerte, del peligro, que te terminas acostumbrando. Cuando pase de ser una temerosa niña insegura aterrada de mi habilidad, a ser la pilar más poderosa de todas. No recuerdo bien en donde era, realmente tengo una pésima memoria desde siempre; pero me siento culpable, debería recordarlo. Bueno, por lo menos me acuerdo de lo importante, que es el objetivo.
Pero recuerdo la situación, comiendo el manjar de Kami, un delicioso dango en un puesto de té. Esperaba a mi compañero; su nombre era Mitsuki, mi protegido y pilar de la niebla. Era bastante temprano, apenas eran las 9 de la noche; por lo menos para nosotros los cazadores lo era; la mayoría de las tiendas ya estaban cerradas, es un milagro que esta estuviera abierta. No pasó mucho tiempo hasta que mi compañero arribo.
— ¡Lo siento mi tardanza, senpai! — Aún no respondí, preferí disfrutar un poco más de mí dango y el té verde, algo amargo, pero le da un sabor que tanto me gusta, no sabría que será; tampoco importa. Mire mi reloj, otra vez. Estaba algo nerviosa, dentro de unas horas cumpliría tres décadas de vida; en cierto modo me asusta, pues mi cuerpo empezara a decaer. Pero no, dejaré de pensar esas cosas, tal vez después las piense. Solamente me enfocare en mi objetivo, debo de.
— No importa realmente — Respondí.
— Entonces... ¿Sabes donde es? —
— Es una pregunta demasiado estúpida, y lo sabes — Me levanté de mi asiento y me dirigí al mostrador de la tienda a pagar lo que debía, todo ante la inquisitiva mirada de Mitsuki — Norte, a cuatro kilómetros de la salida de la ciudad. No se para que te lo recuerdo —
— C-Claro —
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Caminamos por un rato. Ya solo nos faltaban menos de tres kilómetros de nuestro potencial objetivo. Estaba bastante conforme, con el frío nocturno y las luciérnagas iluminando el sendero. El como el viento corre mi cabello de forma sutil es reconfortante, al igual del hermoso paisaje que se ve en la cima donde caminábamos, pudiendo observar una silenciosa ciudad.
Sonreí un poco; no lo sé, me causa una extraña nostalgia el ver lo pacífico que era el lugar y me reconforta que esa ciudad, o sus pueblos cercanos pueden vivir tranquilos por mi labor. Dejando mi ilusión de lado, observe a Mitsuri bastante pensativo; tal vez le incomodaba tanto silencio. Se notaba algo nervioso, a sabiendas de lo poderoso que es, aun le aterra la idea de morir por un demonio; todo escondido en pensamientos ajenos
— Entonces... treinta años ¿eh? — Y tuvo que soltarlo. A eso si le llamo "comentarios ajenos".
— Ugh, no me lo recuerdes; me haces sentir vieja —
— Oh vamos, cumplir años es genial —
— Para ti, que eres nueve años menor que yo —
— Eso no fue lo que dijiste el año pasado, estabas tan alegre como cualquiera por celebrarlo — No era mentira. El año pasado, recuerdo a Yuuki, una mizunoto que entrene algo tímida, reservada pero amable, hacerme una fiesta para mi vigésimo noveno cumpleaños. Fue divertida la verdad. ¿Qué habrá sido de ella? Al poco tiempo renuncio a la organización, algo aliviador pues es una chica que no me gustaría verla morir de forma cruel.
— Será por el hecho que a partir de ese momento mi cuerpo se ¡empezara a degradar por envejecer! —
— Oye, lo dices como si fuera el fin del mundo. Relájate un poco, no es del todo malo. Además, podrías retirarte y... —
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La Slayer De Las Estrellas
AventuraTras la perdida de sus padres, Akari Kibō se embarcara en un mundo completamente nuevo, donde los demonios y los cazadores combaten sin fin para derrotar a Muzan... Con el objetivo de descubrir la verdad y resguardar su felicidad, estará dispuesta a...