Una batalla de antología se libraba entre los bosques. Los arboles volaban como un huracán, las personas que estaban a kilómetros cercanos corrían despavoridos por su propia vida. Lo único que se podía ver eran las auroras de dos luchas que se contraponen; la más brillante de las lunas contra el fuego más ardiente. El tiempo en ese combate era una ilusión; pudieron pasar un segundo y seria igual a una hora.
Kokushibo estaba impresionado, pero trasciende más allá de un respeto como guerrero, sino de una autopreservación. Mentiría si dijera que esta en control de todo el combate, pues no es así. Lo intenta de todo; sus múltiples espadas expulsadas de su cuerpo, la larga envergadura que albergaba su espada, sus técnicas de demonio de sangre, nada funcionaba. Sus esfuerzos no eran suficientes, simplemente no podía matar a esta pilar.
"Pero ¡¿Quién demonios es esta mujer?! ¡¿Por lo menos es humana?!" la sola idea que un pilar, un humano estuviera a la par de sus habilidades... No, no estaban a la par ¡ELLA ERA SUPERIOR! El lo sabía, pero el orgullo que conllevaba admitirlo.
— Eres igual.... ¡ERES IGUAL A EL! — No, era una mentira, no era igual en muchos sentidos. Su hermano sintió pena al tratar de matarlo, ella solo éxtasis del mas puro mangar. Él lo sabía, pero sentía esa impotencia, esa ira acumulada por cientos de años a su propia debilidad; a no tener el talento de él. Solo su orgullo; ese odio a ese talento natural que tuvo su hermano y tiene la cazadora es lo que le impide renunciar, como si estuviera en deuda con alguien.
Sentía envidia, la mas pura de las envidias. Esto ya no era un combate entre el pilar más fuerte y la luna más fuerte; no, dejo de ser eso desde el momento que mato al pilar de la niebla. Sabía que ella era fuerte, pero nunca sospecho que tanto. Desde que activo su marca y el mundo transparente no la había podido ni tocar, mientras que ella ha podido predecir todos sus movimientos, atacar, defenderse y planear estrategias; todo eso a la vez.
La única razón por la que se mantenía con vida era que siempre estaba a la defensiva, pues la ofensiva era una muerte segura. La presión era constante. Ver las llamas de su espada rozar su cuello innumerables veces le estaba afectando a su moral y confianza. Pensó que esta clase de presión no se mantendría por mucho tiempo; que gran mentira, esta solo aumentaba.
Quinta Postura: Tigre de Fuego
Y un imponente tigre le destroza cada célula de su cuerpo. El dolor está ahí, fuerte y más vivo que nunca, pero eso no importa ya.
Décima postura: Guillotina penetrante - Hiedra lunar
Tres grandes sierras fueron lanzados hacia la pilar. No se movió ni un poco hasta el momento justo. Irónico, para ella sus movimientos eran lentos.
Cuarta Postura: Ola de Llamas Ardientes
"¿Esto es lo que hubiera pasado si lo enfrentaba en su mejor momento?" Se cuestiono a si mismo. Sus gigantes cuchillas solo fueron repelidas por una serie de cortes circulares por la espada del cazador. Eso era lo que era. Esta mujer le daba crédito al nombre de la corporación, pues ella era una fiera cazadora que intenta disparar a la cabeza del venado, que termino siendo él.
— No, no eres igual —
Tercera Postura: Llamarada de Tormenta
Una gran corte de llamas fue liberada.
Onceava postura: Menguante Repentina
Kokushibo comprendió la jugada inmediatamente. Logro repeler el ataque terrestre de la pilar apoyada de su llamarada. Desprendió cuatro lunas en forma de equis en la posición de la cazadora. Por un momento pensó que la puso en un jaque; vaya mentira.
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La Slayer De Las Estrellas
AventuraTras la perdida de sus padres, Akari Kibō se embarcara en un mundo completamente nuevo, donde los demonios y los cazadores combaten sin fin para derrotar a Muzan... Con el objetivo de descubrir la verdad y resguardar su felicidad, estará dispuesta a...