Una Gran Responsabilidad

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Narra la narradora.

T/n abría sus ojos lentamente, sentía algo de frio pero no sentía ningún dolor.

Estaba boca abajo, se levantó despacio y tranquila, mientras lo hacía se daba cuenta que su alas estaban afuera, miro sus manos y sus brazos al estar completamente conciente se fijó que estaba desnuda, se cubrió rápidamente con sus alas y miro a su alrededor.

A un lado estaba Uraraka tomando al parecer un remedio.

-T/n...despertaste-sonrió.

-¿tú estas bien?

-si, Elí dice que de no ser por ti yo hubiera muerto-levanto su polera y mostro una cicatriz en su abdomen.

-¿Eli?-pregunto confusa.

-T/n...-susurro-deberías ponerte algo.

T/n había olvidado que estaba desnuda pero había algo en que no se había fijado.

Escucho un "ejem" Detrás suyo de una voz masculina que le hizo dar un salto, no estaban solas, miro hacia atrás, vio a midoriya tapándose con una sábana y bakugo mirando hacia otro lado y mirándola a ella de reojo.

Toda su cara se puso roja y se cubrió aún más.
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Luego de unos minutos alguien tocó la puerta.

-¿puedo pasar?-se escucho una voz masculina detrás de la puerta, todos se miraron entre si, no sabían quien era.

-adelante.

Tras eso se abrió la puerta y apareció un hombre algo desalmado, con cabello oscuro y suelto.

-yo soy Aizawa...un gusto, Elizabeth me dijo que bajaran, usen estas ropas que son más cómodas-dejó una ropa a un lado.

-gracias...

Luego de eso todos bajaron a donde se suponía que era el living.

Pero aparte de encontrar un living común y corriente, había decoraciones y otras cosas, y un cartel que decía "bienvenidos, felicidades por llegar hasta aquí".

-¡siiiii! ¿Les gusta?-Elizabeth apareció de pronto por un costado, era la primera vez que T/n la veía.

Era una mujer no muy alta, de cabello blanco y el color de sus puntas era variado en, rojo, azul, verde y café, sus ojos eran azules y se veía muy joven.

-tú...-T/n estaba sorprendida y al vez muy alegre, por fin la habían encontrado y tenía muchas preguntas que hacerle.

-las preguntas para después, ahora celebremos-levanto sus brazos animada.

-perdón...pero no creo que sea el momento-dijo el pelinegro quitándose su sombrero de cumpleaños.

-¡es cierto Aizawa! ¡Pongamonos serios!-hizo desaparecer las cosas y se sentó en un sofá-sienten se y pregunten me lo que quieran.

Todos se sentaron y de pronto aparecieron galletas y cuatro vasos de leche.

-yo quiero empezar-el pecoso levanto su mano y Elizabeth asintió-¿como es que se ve tan joven? ¿Cuantos años tiene?

-un hechizo...uno que me costo años hacerlo. Y tengo tantos como la tierra...perdi la cuenta cuando cumplí 934 años-sonrió mientras revolvía su té que lo saco de donde sabe quién.

-mi turno, ¿quien es él, y por qué vive contigo?-pregunto Uraraka.

-es Aizawa, lo rescate de que se lo comiera un oso-rió-y me pidió que se quedará conmigo...no tenía familia, no tenía amigos, a nadie, y por salvarle la vida el decidió estar conmigo...pero, la vejez lo alcanzó y fue ahí donde hice otro hechizo para que también tuviera más vida. El es mortal pero dura más años, yo soy inmortal.

-ahora yo, ¿por qué nos eligió a nosotros?-todos en ese lugar lo notaron, katsuki había hecho esa pregunta con algo de molestia.

Elizabeth solo sonrió.

-dime katsuki...si te dijera que puedes retirar te, dejar todo aquí e irte y yo elegiría a alguien más ¿que harías?

-me quedaría, no podría confiar en otra persona para esto y, además, la muerte de mi mamá hubiera sido en vano.

-por eso mismo, no confíe en otras personas para esto...solo en ustedes-Katsuki solo quedó en silencio.

-por qué...¿por qué no pudo de tener esto?-pregunto t/n

-...mi poder no es como antes, todo se fue con los diamantes...para que puedan entender mejor les contaré desde el principio.
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Hace años existía la magia blanca y la magia negra. La bruja más poderosa era Elizabeth, una mujer joven y protectora del rey en esos tiempos. El enemigo más poderoso era All for one, un hombre algo viejo pero con un control muy grande de su poder.

Pero había algo que les ganaba a ambos, la muerte.

Elizabeth sabía que no podía morir, había algo que estaba preparando hace años, diamantes, era una protectora del rey y del reino por una razón, el mundo era un caos, los elementos estaban fuera de control y ella mantenía al reino a salvo.

Todo estaba listo, y también su hechizo de eternidad para ella.

Una noche decidió tomarse la, sufrió un poco pero realmente había funcionado, al día siguiente continuo su plan, tomó un pequeño de los cuatro diamantes que el rey le había dado, comenzó con el agua...tomo el diamante y con una gota de agua este se hizo más grande y brillante, siguió con el fuego, hizo lo mismo que con la tierra y así siguió con el aire, pero había un problema, all for one sabía todo, quería el poder de eternidad y el poder de los diamantes, Elizabeth lo sabía.

Hizo que los diamantes se hicieran imvisibles y así los transportaba pero no podía tenerlos para siempre.

Confío en su rey y le entregó el de tierra, a un rey cercano el cual su Reino estaba casi en ruinas le confío el de agua, y así siguió con otros dos reinos cercanos. Al recibir los cada Reino se estableció junto con el mundo pero, además, las personas que vivían ahí poseían poderes.

Elizabeth sabía que all for one quería los diamantes y el tremendo poder por eso, ella decidio luchar contra él cosa que all for one no dudó en hacer.

Tras años y años, Elizabeth había ganado llevando a all for one a la muerte, pero ella no sabía que este había tenido estudiantes los cuales no tendrían un gran poder pero seguirían sus pasos y tomarían lo que él quizo.

Elizabeth los dejó por ahora, sabía que no eran poderosos y con el tiempo cada reino tomaría sus medidas.

Así fue hasta que un día después de muchos años tuvo una visión, sus estudiantes se habían hecho fuertes y ahora ella no podía detenerlos.

Decidio elegir a cuatro personas que darían todo por su reino y su gente, y los encontró, y mucho antes de sus nacimientos fueron elegidos para esto.

Solo había una duda, ¿como vivieron tantos años sin envejecer? Pues, le habían robado el hechizo que había utilizado con Aizawa, no envejecen pero no significa que no los puedan matar.
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-fin-dijo con una sonrisa-ahora es su decisión continuar con esto o no-Los cuatro se miraron entre si y sonrieron.

-lo haremos.

-¡no hay marcha atrás! Ahora...tendran 5 días para recuperarse y todo eso luego, Aizawa los entrenará para que se hagan más fuertes-todos aceptaron, y Elizabeth borro su sonrisa.

-¿que pasa?

-los diamantes eran los elementos pero ya no están y...se los robaron, por eso tienen que matarlos.

-yo con gusto-sonrió katsuki.

-pero ese no es el problema...cuando lo hagan, recibirán su poder y...ustedes serán los elementos-los cuatro abrieron sus ojos como platos-ahí será cuando yo, Elizabeth, muera junto Aizawa, les entregaré mi inmortalidad.

Los cuatro quedaron sin habla, pero aún así aceptarían. A los cuatro se les venían días y un trabajo muy difícil.

Unidos por los elementos (Bakugo x Tú) [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora