Seguíamos caminando hacia delante y por alguna razón bakugo era el único que podía leer el mapa.
—¿cuanto falta?–se quejaba mientras caminaba lento.
—bueno...en unos 5 días llegaríamos si no tuviéramos ningún obstáculo y no descansamos, pero si descansamos y es más que obvio que nos encontraremos con algo más, así que en unos 8 o 9 días—decia mientras no dejaba de mirar el mapa.
—¡¿tanto?!
—¡deja de quejarte!–le grito en la cara.
Luego de eso Uraraka camino un poco más hacia atrás para comenzar a caminar junto a Midoriya, yo me acerque a bakugo y así seguíamos caminando.
Llegamos a otra parte del bosque, estaba como algo apagado, no había mucha luz así que bakugo hizo un poco de luz con su fuego.
—este lugar...no da muy buena espina...—frotaba mis brazos con mis manos.
—mientras nos quedemos los cuatro juntos estaremos bien—Seguimos caminando hasta que sentimos un sonido extraño—esperen...–se detuvo y los demás hicimos los mismo.
—mmh...–Midoriya de quejó y puso sus manos en las orejas.
—¿estas bien?–Uraraka se acercó a Midoriya preocupada.
—l-la...la tierra esta vibrando de una manera extraña...
—¿puedes saber los movimientos de tu elemento?
—es un entrenamiento difícil pero...solo lo puedes hacer por voluntad—explicó bakugo.
—nunca me enseñaron eso–lo mire con curiosidad me acerque a él lentamente y me puse a su altura—¿todabia lo sientes?
—y-yo...—Quito sus manos de sus orejas y abrió de un golpe sus ojos como si estuviera sorprendido.
—¿pasa algo?—incline mi cabeza.
Y sin darnos cuenta, midoriya saco sus alas y puso sus manos en el suelo para luego levantarnos, miramos hacia abajo y el suelo estaba actuando de forma extraña.
—¿q-que es...esto?—Uraraka apretó sus puños y puso sus manos en su pecho.
—alguien...alguien esta controlando la tierra—dirigimos nuestras miradas hacia Midoriya, estaba preocupado, se notaba.
—e-eso...eso no es posible, los diamantes se apagaron, nadie tiene el control, ni siquiera nosotros, solo conservamos nuestro poder nada más.
—a no ser...—katsuki se levantó un poco decidido a saltar hacia abajo—que la persona que este ahí abajo sea uno que le robo el poder a los diamantes.
—podría ser...pero ni se te ocurra saltar, no sabemos quienes son y cuanto poder tienen—me puse a su altura preocupada.
—pero...—sonrió—es la única manera de saber quiénes son—y sin más, saco sus alas y voló hacia abajo.
—maldición–también saque mis alas—¡Uraraka! ¡Cuida de midoriya!—y me lancé hacia abajo.
Al llegar al suelo, la tierra estaba rota, camine lentamente hasta escuchar un crujido y una voz.
—¡cuidado!—el rubio se lanzó hacia mi evitando que nos dañaran con tierra—¿estas bien?
—s-si...pero...podrias quitarte de encima por favor—dije totalmente avergonzada.
—oh, si—se movió a un lado.
—por fin los conozco en persona—una voz salió de la oscuridad—Nos levantamos rápidamente listos para pelear—oh...verdad no me he presentado, soy Shigaraki–dijo sin salir de las sombras–me temo que ya me tengo que ir ¡fue un gusto conocer
los!—y desapareció rápidamente.Bakugo y yo nos miramos confundidos, vimos a Uraraka y a Midoriya caer de abajo.
—¿que pasó? ¿Estas bien?
—estamos bien...conocimos a la persona que provocó todo esto—me cruce de brazos y mire a bakugo.
—era un tal Shigaraki, dijo que era un gusto conocernos y...creo que ya sabe quienes somos—camino un poco por nuestro alrededor mientras sacaba el mapa—lo mejor será apurar el paso para llegar lo más pronto posible—Todos a sentimos, ocultamos nuestras alas y seguimos al rubio—por ahora...busquemos un lugar para descansar pero que este lejos de aquí.
Seguimos caminando hasta no poder más por el cansancio. El oji rubí hizo una fogata, Uraraka hizo unas camas con unas hojas, el pecoso cazo a unos animales y yo solo prepare algo para tomar.
Había algo que me molestaba, siempre nos quedábamos en silencio y no sabía si solo era yo...pero siempre había algo de tensión. Tal vez, aun no confiamos tanto el en otro.
—tú...—ya era hora de romper el silencio, mire a bakugo algo sería—querías pelear ¿no es así? Digo, bajaste hacia un posible peligro sin dudarlo.
—siempre he sido algo...conflictivo...—dijo sin importancia mientras acariciaba su nuca.
—ya veo...—baje mi cabeza un poco—me iré un momento, necesito refrescar me—en cierta parte menti, me sentía extraña como un mal presentimiento, y siempre cuando me siento preocupada voy a un lago a calmarme. Por suerte había uno cerca así que entre lentamente, llegue hasta al centro, por suerte no estaba muy profundo, miraba el agua tranquilamente.
—¿así te calmas? ¿En serio?–katsuki apareció de repente en una orilla provocando que me asustara y le lanzara agua solo por instinto.
—ay, perdón...no fue mi intención...¡no deberías asustar me!—me acerque a él.
—tranquila, estoy bien–desprendió un fuego en todo su cuerpo secándose rápidamente.
—Hmm...oye bakugo...
—¿que?
—ustedes...los de elemento de fuego...¿se bañan con agua?—me encogia mediante hablaba.
—¿¡eh!? ¡Pues claro que nos bañamos con agua, idiota! ¡Con que más!
—b-bueno...solo pensé que...¡cuidado!—alguien apareció en un instante atacando nos pero esta vez con agua, tome a bakugo de las muñecas y lo tire al agua.
—jajajaja ¡que conmovedor! ¡Tienen una cita! ¡Oye tú, la de agua, emm t/n!–la mire extrañada—¡si, seamos amigas! Jajajaja.
—¿quien eres?—salí del lago.
—pues yo...soy Himiko Toga—dio una vuelta con una gran sonrisa y un sonrojo en su rostro.
—¿¡que quieres!? ¿¡Como sabes quiénes somos!? ¡¿Que hicieron con los diamantes?!—la apunte totalmente furiosa.
—...no se...no puedo decir te nada, lo siento, pero...solo vine a decir que resiban las cartas que les llegaran, jiji, tendrán una noticia muy importante para su vida...—y sin notarlo desapareció de mi vista.
—T/n...¿quien era ella?—se acerco a mi rápidamente.
—Himiko...una loca...hablo de unas cartas.
—pues...cuando me tiraste al lago...encontre esto—me mostro un pequeño sobre transparente.
Lo tome con algo de miedo, lo abri lentamente y comencé a leer.
—¡¡no!!—grite entre lágrimas...un grito tan fuerte que tal vez hasta los otros bastardos lo escucharon.
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Unidos por los elementos (Bakugo x Tú) [Finalizada]
FantasíaHace mucho tiempo una bruja creo cuatro diamantes para reservar los cuatro elementos, estos fueron entregados a cuatro reinos para que los protegieran. Un día llega un gran mal y algo extraño pasa con sus diamantes, los cuatro príncipes de los cuat...