❣️My Goddess❣️

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Meliodas acostó a Elizabeth en la cama y se sentó a su lado; en un instante él sintió su cuerpo muy caliente.

- Que extraño -Tocó su mejilla y efectivamente, su temperatura había subido.

No sé explicaba por qué, miró a Elizabeth; ella estaba sonrojada, incluso parecía estar sudando; Elizabeth se incorporó.

- Señor Meliodas...

- ¿Qué pasa Elizabeth? -Sentía que con cada segundo su temperatura aumentaba más y más.

No recibió un respuesta, en cambio, sólo pudo ver a Elizabeth desabotonando su blusa, dejando ver sus senos que eran cubiertos por la fina tela del sostén.

- Elizabeth... -La miró sorprendido; la sorpresa aumento cuando ella lo hizo acostarse en la cama y comenzó a besarle el cuello.

- Meliodas... Yo te deseo... Ya no puedo soportarlo.

Meliodas jadeaba ante los húmedos besos que recibía en su cuello; un fuerte impulso hizo que de sólo un tirón, arrancará las bragas de Elizabeth, que gimió al sentir como la prenda pasaba rozando sus partes íntimas.

Ambos se miraron a los ojos, sus miradas reflejaban el gran deseo que se tenían el uno al otro. Meliodas la besó con fiereza, un beso que al poco tiempo se convirtió en una batalla de lenguas.

Mientras sucedía esto, Meliodas le sacó la falda a Elizabeth, para terminar arrancandole el sostén de un sólo tirón, dejando libres sus grandes senos. Entre el beso, Meliodas los tomó para jugar con ellos, presionandolos o jalando sus pezones.

- Ah~ Meliodas~ hazme tuya~

Y esas simples palabras bastaron para lograr encender por completo al rubio. En un abrir y cerrar de ojos, Meliodas se deshizo de su ropa. Un gran sonrojó se hizo presente en las mejillas de Elizabeth.

Instantáneamente, se puso de rodillas frente al capitán de los pecados, fue como un impulso que la obligó a tomar en sus manos el miembro del chico, lo acercó y comenzó a lamer el glande.

- Ah~ -El gemido de Meliodas no se hizo esperar, al sentir como Elizabeth lamía la punta de su miembro.

La princesa continuó y luego pasó a lamer todo el miembro como si de una paleta se tratara, mientras lo hacía, miraba a Meliodas; su mirada llena de lujuria sólo logró excitar más a su pareja.

Elizabeth metió el miembro de Meliodas a su boca para empezar a chuparlo; él empujó la cabeza de la chica, haciendo que chupara el miembro por completo.

- Sigue~ Elizabeth~ -Gemía dando unos tirones al cabello de la chica.

La chica siguió cada vez más rápido, sin despegar su mirada del rubio que estaba sonrojado y gemía; esto excitó a la princesa, tenía tantas ganas de ver así a Meliodas; y ahora podía hacerlo.

«Tendré que agradecerle a Merlín por esto» pensó, aunque no sabía en que momento había tomado el elixir.

La chica salió de sus pensamientos cuando tuvo que separarse al momento en que él eyaculó en su boca, soltando un fuerte gemidos. Ella sin dudarlo tragó todo el semen, y aún así, quedó un poco en sus labios.

El rubio la tomó en brazos y la acostó en la cama, para comenzar a besarle el cuello, dejando chupetes que era seguro que no se quitarían en días; también comenzó a acariciarle todo el cuerpo, tocando sus curvas, también presionandole el trasero; con la otra mano, le tocaba su parte íntima, más específicamente jalaba y masajeaba el clítoris.

- Meliodas~ quiero que me hagas tuya~

- Elizabeth, ¿Estás segura de esto? -Él se puso un poco más consiente de la situación; el efecto del elixir estaba pasando en él.

- Meliodas,  ya no soy la niña pequeña que solías conocer. Quiero que me hagas tuya.

Esas palabras fueron suficientes para que él la penetrara, teniendo cuidado de no lastimarla. Elizabeth gimió ante la sensación de un miembro entrando en ella; estaba lubricada, pero parecía no ser lo suficiente para evitar el dolor.

Meliodas esperó unos segundos, hasta que vio a la chica mover sus caderas.

- Estoy lista -Dijo en voz baja.

Él asintió y comenzó a salir y entrar de ella, empezó con movimientos despacios, evitando lastimar a la princesa, que ya comenzaba a soltar gemidos de placer convidados con un poco de incomodidad.

No tardó en acostumbrarse, Meliodas al notar esto, supo que podía subir la intensidad de sus embestidas. Entraba y salía, una y otra vez; cada vez más rápido, más profundo.

La habitación se llenó de los gemidos de la pareja; Meliodas la penetrara mientras la tomaba de la cintura, y Elizabeth movía sus caderas, tratando de seguirle el ritmo.

- J-Joder~ -Meliodas se dejó llevar y mientras la embestía, comenzó a besarle los senos.

- ¡M-Meliodas! Ah~... P-Por favor~ Hazlo más rápido.

Esas simples palabras bastaron para calentar más al capitán; que sin dudar, hizo lo que su amada le ordenó.

El sonido de las embestidas, confinado a los fuertes gemidos, harían difícil que nadie notará lo que sucedía en la habitación; claro que los demás estaban en sus asuntos como para importarles eso.

Ante cada embestida, los senos de Elizabeth se movían de arriba a abajo; Meliodas la embistió con mayor intensidad, el calor que sentían ambos aumentó, estaban cerca del orgasmo.

- ¡Meliodas¡ -Fue lo que gritó la princesa al llegar al orgasmo.

Meliodas alcanzó el orgasmo unos segundos después, eyaculó aún estando dentro de la chica; ambos jadearon, finalmente se separaron. Él se recostó a su lado, para luego abrazarla y acercarla él, haciendo que sus pecho desnudos quedarán cerca de él, pudiendo sentir sus duros pezones.

- Eso... Ha sido increíble -Dijo ella jadeando para luego abrazar a su amado.

- Hay que hacer esto más seguido -Trató de regular su respiración.

- Cuando tú quieras -Ella le regaló una hermosa sonrisa, y él la besó.

- Te amo, mi diosa.

- Y yo te amo a ti, Meliodas.

Después de esto quedaron dormidos en la cama, abrazados.

❣️❣️❣️❣️❣️

Aquí la primera parte cachonda de esto :v

Espero les haya gustado y gracias por leer uwu

La siguiente parte no sé :v estoy entre Banlaine️ o Kiane.

Dejaré que ustedes elijan cuál de esas dos uwu

Elixir -  Nanatsu No TaizaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora