Sexo y nada mas

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Esta Historia es G!P
Contenido sexual +18
Esta historia no es Originalmente mia es una Adaptacion

ESPERO DISFRUTEN DE LA LECTURA

preparense mentes virgenes.








Alta...
Blanca...
Ojos Verdes...
Sexy...
Simpática... Así es Alex Vause. Disfrutar de una noche de sexo caliente en el Sensations para una mujer como Ella era lo más fácil y divertido del mundo.
Las mujeres, e incluso los hombre, se volvían locos porque fijara su leonina mirada en ellos y les propusiera entrar en un reservado. Alex era caliente... muy caliente.
Por norma, los hombres o mujeres que entraban solos en ese o en cualquier otro Club de intercambio de parejas no tenían derecho a elegir. Ellos eran los elegidos.

Pero Alex no funcionaba así. Ella escogía. Ella decidía. Ella seleccionaba.
Esa noche, tras una semana de mucho estrés y trabajo, conducía su elegante deportivo gris hacia el Sensations mientras escuchaba en el CD de su vehículo Let's stay together, de Al Green, uno de sus cantantes preferidos.

I'm, I'm so in love with you Whatever you want to do is all right with me 'Cause you make me feel so brand new And I want to spend my life with you.

La música, como solía decir su buena amiga Flaca, amansaba a las fieras, y tararear música soul mientras conducía la relajaba y estimulaba para la noche de sexo que deseaba tener por delante. No había llamado a ninguna de sus conquistas. No lo necesitaba.
Sólo quería sexo, sin cenas ni charlas de por medio. Las mujeres le encantaban. Se la pasaba bien con ellas. Eran maravillosas y excitantes. Por ello intentaba rodearse de las que eran como ella. Que pensaban como ella. Que actuaban como ella.

Que sólo demandaban sexo. Sólo sexo.
Al llegar al Sensations, Alex metió el coche en un parking cercano. La vigilante sonrió al verla. Ella había ido allí más veces y cuando la miraba se sentía especial.
Una vez salió del aparcamiento, Alex entró en el local y al llegar a la barra se encontró con varios amigos. Charló con ellos cordialmente hasta que vio a una pareja que conocía y con la mirada se entendieron. Minutos después, en compañía de dos de sus amigos, Carl y Hans, Alex se acercó a la pareja. George y Susan sonrieron al verlos. No era la primera vez que jugaban juntos, y minutos después los cinco se encaminaron hacia uno de los reservados. No hacía falta hablar. Todos sabían lo que querían. Todos sabían lo que buscaban. La noche prometía ser morbosa y calentita.

Al entrar en el reservado, George se sentó en la cama mientras los otros se quedaron de pie.
Susan, una mujer de hermosa figura y pelo largo y sedoso, estaba dispuesta a disfrutar del sexo con Alex y esos hombres, mirándolos, se mordió los labios a la espera de que comenzara su caliente juego.

Sus pezones ya estaban duros y su vagina lubricada. Temblaba mientras pensaba en el placer.
Alex sonreía. Le gustaba sentir la excitación de las mujeres. Por ello, tras dejar su copa sobre una mesita, se acercó a ella y le preguntó al oído: -¿Estás preparada, Susan? -Sí.

-¿Dispuesta a que juguemos contigo? -insistió pasándole las manos por el pecho. Ella asintió y se le aceleró la respiración.

Sin necesidad de tocarla, por su gesto, Alex ya sabía que sus fluidos traspasaban la fina tela de sus bragas. Nunca, ninguna mujer, en sus treinta y dos años de vida, había rechazado ese íntimo acercamiento. Les gustaba. Les ponía. Alex era tan sexy, tan inevitable, que todas, absolutamente todas, caían bajo su influjo, y más cuando miraban sus ojos verdes.

¡Surprise Me! - Vauseman LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora