Al día siguiente a primera hora, Piper cogió un avión para España, concretamente para Oviedo. Esa misma noche salía de misión durante quince días y quería dejar a la pequeña Samantha a cargo de su familia.
Cuando llegó a la ciudad, sonrió al ver a su hermana. Phoebe le quitó a Sami, que iba dormida, y se abrazaron. Sin demora, sentaron a la niña dormida en el asiento trasero del coche e iniciaron la marcha.
—¿Cómo está mi hermanita preferida?—se interesó phoebe.
—Jodida —respondió ella,
encendiéndose un cigarrillo. Mientras conducía, su hermana preguntó: —¿Vuelves a fumar?
—No... Sí... Bueno, no sé. —¿Qué pasa?
Apagando el cigarrillo recién encendido en el cenicero del coche, replicó furiosa:—Soy una imbécil, una grandisima idiota. Soy la peor persona que podrás conocer en tu vida. Soy...
—Vale... vale... vale. —Phoebe detuvo el vehículo y, mirándola, dijo—:
Una vez que me has aclarado que tengo como hermana al ser más repugnante que existe en la Tierra, ¿qué ocurre?
—He roto con Alex.
—¿Se ha enterado de que eres militar? —No. —¿Entonces? —Hemos discutido y le he dado a entender que me acuesto con otros para que no quiera saber nada más de mí. No le he contado que soy militar porque no he podido. Cada vez que lo intento, me quedo paralizada como una idiota.—Pero ¿qué me dices?
—Lo que oyes.
—Pero ¿cómo has podido dejar escapar a una mujer así?
—¿Y qué querías que hiciera? Mi relación con ella estaba basada en una mentira. Y no por su parte, sino por la mía. Y, por favor, no se lo digas a mamá ni a la abuela. No quiero que me atormenten a preguntas, ¿vale?
Phoebe asintió y murmuró: —Vaya..., no sé qué decirte. Pipes, negando con la cabeza, prosiguió: —Me he comportado como una niña malcriada, Phoebe, y lo peor de todo, se me fue la lengua y he sido una cobarde, cuando en realidad estoy totalmente colgada de ella. —Como diría la abuela, ¡ Te falta un tornillo! —Uno no, doscientos. Soy lo peor de lo peor. Las dos hermanas se abrazaron y Piper pidió: —Por favor, no me hables más de ella, ¿vale? Necesito centrarme o no sé lo que va a ser de mí.Menuda mala leche llevo, pobre Neill y pobre Fraser.
—¿Fraser? —repitió su hermana, intentando enfriar el tema—. Oh, Dios... qué bueno está ese hombre. —¡Phoebe!
—Madre mía, Pipes, todavía recuerdo cuando él y yo... ¡Guau, qué calores me dan al recordarlo! Pero no pudo ser y la vida continúa.—Que sepas que él me sigue preguntando por ti. —¿En serio?
—Totalmente en serio. Y quítate esa cara de zorrón. Si no estan juntos es porque tú no quisiste, no por él.
—Yo no quiero la vida de mamá, Pipes—la cortó Phoebe—. Yo quiero a alguien que esté conmigo
todos los días, no alguien a quien sólo pueda ver unos días al mes. Perooooooooo que esté a régimen no quiere decir que no mire la carta de los postres y ¡Fraser es un buen postre!Piper sonrió. Su hermana, como siempre, la animaba y con mejor talante se dirigieron a La Isla. Al llegar a la casa de su abuela y bajar del coche, Carol gritó: —¡Qué alegría volver a ver a mis niñas!
Tras besar con adoración a su hija, la mujer sacó del coche a la pequeña, que ya se había despertado, y, besuqueándola, preguntó: —¿Cómo está mi muñequita? Sami, divertida, rió y contestó: —Yaya tonta.
—¿Me has llamado «tonta», pequeña sinvergüenza? —rió Carol al oírla. Todas sonrieron y Piper aclaró:
—Ha aprendido a decirlo y ahora para ella todos son tontos y tontas.
La puerta de la casa se volvió a abrir y apareció Covadonga, que al ver a su nieta, preguntó: —¿Y Alenita?
Con el corazón encogido, Piper respondió: —Trabajando, abuela. Te manda muchos besos. La mujer sonrió. Estaba claro que Alex le había dejado buen recuerdo y, abriendo los brazos, exclamó:
—Ay, mi neña, ¡ven a darle un beso a tu güela!
Piper corrió hacia ella y la besuqueó. Covadonga observó:
—Estás en los huesines, neña. Has de comer más o cualquier día no te veremos. —Abuela, siempre estás igual —se quejó Piper.
Covadonga, mirando a las vecinas que se asomaban a la puerta para ver quién había llegado, voceó:—¡Qué ye... oh!
Ellas saludaron con otra voz y Carol, orgullosa de su nieta, se la fue a enseñar.Covadonga las miró y, torciendo el morrillo, cuchicheó al ver a una de las vecinas haciendo el tonto ante la pequeña Sami:—A la Isa le falta un tornillo.
—Abuelaaaaaaaaaaa, ¡no empieces! —la regañó Phoebe.
Muerta de risa, Piper cogió a la mujer y la metió en la casa, mientras reía a carcajadas ante las burradas que ella le comenzó a contar.Esa tarde, tras decirle adiós a su pequeña y engañarla diciéndole que iba a comprar leche, se despidió del resto de la familia y, con Phoebe, se dirigió al aeropuerto. Una vez llegaron, su hermana murmuró, abrazándola:
—No te preocupes. Ya sabes que con nosotras Sami estará bien.
—Lo sé... lo sé..., pero cada día llevo peor esto de separarme de ella. Me paso la vida mintiendo a las personas que más me importan. A Sami... a Alex...
Abrazándola, Phoebe la entendió. Intuyó lo que pensaba y le aconsejó: —Cuando regreses, debes hablar con ella y contarle la verdad. Piper se encendió un cigarro, le dio dos caladas y lo apagó. —Lo haré. Te juro que lo haré, aunque sea la última vez que me hable.Scarlett sonrió y comentó:
—Llevas el ejército en la sangre. Pero tú, a diferencia de papá, echas demasiado de menos a tu hija y eres capaz de dejarlo todo por amor, ¿verdad? Piper asintió y su hermana dijo:
—Ve a ese viaje y, cuando regreses, busca a Alex. Habla con ella e intenta explicarle lo que sientes y el porqué de tus mentiras. Si por amor eres capaz de dejar el ejército, no creo que ella te vaya a despreciar.
—¿Tú crees?
—No lo sé, reina, pero por una mujer como ésa, te aseguro que yo remuevo cielo y tierra. Piper sonrió y declaró:
—Te aseguro que si por fuera es impresionante, ¡por dentro es lo más! Ambas rieron y ella anunció:
—Tengo que embarcar. Cuida de Sami hasta que yo regrese, ¿vale?Abrazándola de nuevo, Phoebe asintió y, sin más, la dura teniente Chapman se marchó. Cuando llegó a Múnich, junto con sus dos compañeros, que la esperaban en el aeropuerto, cogió el helicóptero que los llevó hasta la base estadounidense de Ramstein, al oeste de Alemania. Desde allí, casi a medianoche despegó hacia la base aérea de Balad, cerca de Bagdad, Irak
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Capitulo de regalito para ustedes hoy
un poco cortito pero bueno me provoco regalarselos para q no sufran tantoHan llegado nuevas lectoras y me encanta gracias por amar tanta esta historia de sexo loco y salvaje pero sobre todo de amooorrrr extremo
feliz noche chicas
Sus votos y Comentarios
Ya saben x donde!!!
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¡Surprise Me! - Vauseman LOVE
FanfictionAlex vause Es una mujer ardiente, alérgica al compromiso, pero que le encanta disfrutar de la compañía femenina en sus juegos sexuales. Piper Chapman es una mujer de acción. Este fic Es G!p Contenido +18 Esta Historia es una Adaptacion algunas f...