¡Surprise Me! - Vauseman LOVE

Llegas Tarde Alex

Al día siguiente, tras dejar a Sami en la guardería, Alex, acompañada de Marisol, fue hasta el canal CNN, donde trabajaba Artesian. Ella seguramente tendría noticias recientes de lo ocurrido. Cuando ésta la vio aparecer, una grata sonrisa le iluminó el rostro, pero al ver a Marisol desapareció.

¿Qué hacía aquélla allí?

Marisol se dio cuenta y, decidió permanecer en un segundo plano. Allí sólo importaba Piper.

Subida en sus impresionantes tacones y contoneándose bajo su carísimo traje de diseño, la presentadora se acercó a Alex y con voz cantarina dijo, tras besarla en la mejilla:

—Qué alegría verte aquí. —Y al ver sus ojeras, preguntó—: ¿Qué te ocurre, cielo?
Sin ganas de saludos, Alex la cogió del brazo y dijo:

—Artesian, necesito un favor.
—Tú dirás. —Parpadeó, mirando con desagrado a Marisol.
Sin tiempo que perder, Ella le contó lo que sabía del incidente militar y una vez terminó, agregó:

—Por eso estoy aquí. Sé que ustedes en la redacción reciben noticias continuamente sobre lo ocurrido y con seguridad me podrás decir más de lo que sé. El gesto de Artesian cambió y con expresión agria, preguntó.

—La tal Piper de la que hablas, ¿es la mujer que...?

—Sí... —la cortó Alex. No estaba para tonterías. La popular presentadora, al entender quién era aquella mujer, y ver el poder que su información tenía en aquel momento, torció el gesto y se ofreció:

—Cena conmigo esta noche y veré qué puedo contarte. Alex que no estaba para cenas ni para lo que ella sugería, protestó:

—He venido a pedirte ayuda, no una cena.
Molesta por sus palabras y su duro gesto, la presentadora respondió:

—Pues lo siento, Alex. No puedo informarte de nada.
—Artesian —suplicó con desesperación—. Por favor. Marisol, al oírla suplicar, se acercó y vio como la joven, sin importarle el estado de su amiga, se miraba las uñas y contestaba:

—No. Imposible. Las noticias que llegan a redacción pasan unos filtros antes de que podamos darlas. Por lo tanto, no. No te puedo informar sobre lo que ha ocurrido.

La furia se apoderó de Alex, pero tras cruzar una mirada con Marisol, que bullía de rabia, intentó controlarla. Necesitaba aquella información. Necesitaba saber que el avión de Piper había llegado bien.

Durante un buen rato, intentó por todos los medios que Artesian cambiara de opinión, hasta que fue consciente del juego sucio de ella y cuando no pudo más, explotó:

—¿Me estás diciendo que por saber que estoy enamorada de Piper no vas a darme esa información? Sin pestañear y con una fría mirada, Artesian contestó:

—Sí.

Alex no quiso escuchar más. Estaba claro que no iba a ayudarla y con expresión de desagrado Total, siseó antes de marcharse:

—¿Sabes, Artesian? La amistad es algo que yo valoro mucho en esta vida y tú hoy me estás demostrando que de amiga no tienes absolutamente nada. Sabes que amo a esa mujer con locura y en lugar de tranquilizarme y ayudarme en lo que necesito, estás poniendo trabas en el camino. Pues muy bien, a partir de este momento, olvídate de que existo, como yo me voy a olvidar definitivamente de ti.

Cuando Alex comenzó a caminar ofuscada hacia el exterior del edificio, Marisol, que se había
mantenido al margen, por el bien de la información que necesitaban se acercó hasta la joven y dijo:

—Nunca me has gustado.
—Tú a mí tampoco.

Con ganas de cogerla por el cuello, Marisol se metió las manos en los bolsillos para no utilizarlas y, sin acercarse más de lo estrictamente necesario, dijo en voz alta para que todos la oyeran.