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«No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuertes pero sordos, a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán. Ahora no se oía nada.»

La casa tomada. Julio Cortázar



«—Debemos conservar la calma —me oí decir—. Debemos conservar la calma, Calvin. Debemos conservar la calma.»

Los misterios del gusano. Stephen King


Dentro del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora