ADVERTENCIA:
»Sexo explícito
»Estupefacientes
»Autoflagelaciones
»Toxicidad
»Perversión
»Lenguaje explícito
»Insesto
•••
🔹Esta es una historia sobre dos integrantes de NCT. Denle una oportunidad, gracias.
🔹Mención de otros integrantes de NCT y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- ¡Jeno!
- ¿Hum? - Jeno estaba medio atontado viendo el baloncesto desde la cocina. Su actitud pasota me enfadaba, pero más lo hacía la de mi madre y Siwon, ocupando el sofá, mirándose como si en el mundo no existiera más que el otro, abrazados.
Joder, que cursilería y me daba más rabia aún tener que reconocer que en el fondo les tenía cierta envidia. Yeji y yo una vez fuimos así, casi me daba vergüenza recordar lo horriblemente meloso y cursi que era pero... estaba enamorado, ¿Qué se le iba a hacer?
- ¿Cómo se supone que tengo que sacar esto del horno sin quemarme? - miré a Jeno, abriendo el horno y mirando el pastel de frutas de mi madre con mala cara, sin saber que hacer con él.
- Utiliza las manoplas.
- ¿Manoplas?
- ¿No sabes lo que son manoplas? - Jeno miró de un lado a otro y agarró el delantal que mi madre había llevado puesto mientras hacía la cena. Me lo mostró con gesto interrogante. - No, eso no son manoplas. Es un delantal, burro. - alcé una ceja. - ¿Nunca has cocinado nada en tu vida?
- ¡Claro que sí! Salchichas de lata, en el microondas.
Dios, ¿Cómo había pasado de Yeji a esto? Un... un...
- A ver, quítate. - me puse las manoplas y yo mismo saqué el pastel con extremo cuidado. Lo solté sobre la mesa de la cocina y sonreí con superioridad. - Así se hace.
- No me digas. ¿Te crees mejor que yo por saber sacar un pastel del horno?
- Tengo más experiencia culinaria que tú, sólo digo eso. - se carcajeó mientras me quitaba las manoplas y sacaba los cubiertos. No le veía la gracia.
- Eres una jodida maricona.
- ¡¿Qué?! - se cruzó de brazos, dirigiéndome una mirada de autosuficiencia irritable y se sentó sobre la mesa de un salto.
- Te gusta que te folle, ¿No? Que te de por culo un chico. Creo que es obvio.
- ¡Una mierda! ¿Y tú qué? ¡Que te gusta tirarte el culo de tu hermano, pedazo de estúpido! ¡Que no te cortaste un pelo en ir a por mí aún sabiendo que...!