ADVERTENCIA:
»Sexo explícito
»Estupefacientes
»Autoflagelaciones
»Toxicidad
»Perversión
»Lenguaje explícito
»Insesto
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🔹Esta es una historia sobre dos integrantes de NCT. Denle una oportunidad, gracias.
🔹Mención de otros integrantes de NCT y...
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Aparté el vaso de vodka de mi boca y lo dejé sobre la barra, tragando saliva. Ahí estaba, entrando por la puerta del bar, sin percatarse de mi presencia. Fue hacia la barra y le dijo algo a su madre. Sus padres eran los dueños del bar y él a veces se dedicaba a echarles una mano, sobretodo durante las vacaciones de Navidad. Entró en el interior del bar y salió a los dos minutos, vestido como su padre, para atender a los clientes.
Esa era mi oportunidad. Alcé el vaso y vino hacia mí con tranquilidad. Una tranquilidad que se esfumó cuando me reconoció.
- Ho-hola Marke. - le saludé, intentando no tartamudear aunque la cosa no parecía funcionar muy bien. Me aparté los lentes de sol de los ojos y las coloqué en mi cabeza, a modo de felpa. Mark me miró con una seriedad enorme, impropia en él y me dio la espalda. ¿Qué? ¿Me iba a ignorar? - Markie, Markie, ¡Mark, espera! - me levanté de un salto y le seguí en su paseo hacía otra mesa. - Tengo que explicarte…
- Estoy ocupado. ¿No ves que estoy trabajando? - soltó, áspero, sin ni siquiera mirarme.
- ¡Si, ya, pero tengo que explicarte…!
- No me tienes que explicar nada, Jaemin. Es más, prefiero no saberlo. - se detuvo delante de una mesa, preguntando por las bebidas. No pensaba dejarle ir tan fácilmente, de hecho, no pensaba dejarle ir.
- ¡Sólo cinco minutos, Markie! - interrumpí a los clientes, sin importarme nada parecer grosero o la mierda que pensaran de mí.
- Ignórenlo, por favor. - dijo, totalmente indiferente, escribiendo el encargo en la libreta. Muy bien, a mí no me ignoraba nadie, ¡Nadie! Que alguien me ignorara me sentaba como un latigazo en el culo… bueno, no, eso me gustaba. ¡Como una plancha hirviendo en la cara!
- ¡Markie, amor, puedo explicártelo, yo en realidad no quería pero es que me siento tan solo por las noches sin ti! - Mark se puso tenso, tenso y rojo cuando empecé a gritar. Todo el mundo se nos quedó mirando con cara de ¿Qué pasa aquí? ¿Y esos gritos? Y yo seguí, sin vergüenza, porque sencillamente, tenía bastante poca. - ¡Mark, sabes que yo te quiero, no lo volveré ha hacer, te lo juro! ¡Vuelve conmigo, por favor!