LA VIDA EN ROMA| JEON. JK

DIA LLUVIOSO.

CAPITULO XII🌹

La acompañe hasta la recepción donde nos despedimos, había pasado más de tres años desde que la volví a ver y fue una grata sorpresa al saber de su visita. Se despidió con la mano una vez que el auto emprendió su marcha, guarde ambas manos en los bolsillos de mi pantalón estaba por volver a mi oficina cuando la vi entrando por las puertas principales. ¿En qué momento se había ido? La seguí hasta el elevador adentrándome con ella.

— ¿Dónde andabas?—quise saber.

—Deje un recado con Susan de que iría por algo de comer—se removió en su lugar.

— ¿Por qué no me dijiste?—la mire—Pude haberte pedido algo a la oficina.

—Te recuerdo que estabas ocupado, ni siquiera te diste cuenta cuando Salí de tu oficina, Además nada que una buena hamburguesa no pueda llenar—las puertas se abrieron y sin esperarme ella ya había salido.

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­Paseaba por cada pasillo mientras miraba distintas prendas en los percheros, habíamos hecho una parada en una sastrería muy conocida en Italia "Brioni" ya que trabajaba y vestía para las mejores celebridades. Mientras Jeon se medía el traje que había mandado hacer yo me dedicaba husmear entre los infinitos modelos, siempre veía las pasarelas de esta marca en televisión y quien diría que un día tenía la oportunidad de venir y mirarlos en persona, lo que si eran los precios elevados hasta los cielos. Cuando termine de recorrer casi toda la tienda camine de vuelta hacia donde los probadores, lo espere mientras intercambiaba palabras con el modista. No me había fijado en lo alto que era casi llegando al metro ochenta, era corpulento no como Dwayne Johnson, más bien su cuerpo era estilizado ni muy delgado ni muy grueso. Apostaría que ejercita a diario, todo en él irradiaba perfección y me pregunto cómo demonios este Tipo no se ha casado o por lo menos una prometida. Lo vi caminar hasta mí.

— ¿Qué tanto me miras?—tan pequeña que tenía que elevar un poco el mentón para verlo— ¿Te hice una pregunta?

—Yo no te estaba mirando—me excusé—te estaba observando—dicho eso me fui de ahí.

Mientras Jeon regresaba buscaba algo en la radio pero a estas horas no había nada más que basura, decidí apagarla de una vez ya que el sonido me estaba volviendo loca. Miraba por el frente como la gente aun en estas horas transitaban las calles, me perdí en un globo rojo que destacaba entre el bullicio de gente. Reconocería ese abrigo azul en donde quiera que fuera, el pequeño Luca caminaba de la mano de Jessica mientras ambos reían de algo, sonreí de alegría pues había pasado semanas que no sabía nada de ellos pero verlos tan alegres me dejaba tranquila. El coche se movió debido al peso de alguien y el motor rugió.

— ¿Por qué sonríes?

—Por nada.

No sé en qué momento me quede dormida en el auto pero sentí leves empujones en mi hombro, me removí en el asiento bostezando, mire a mi izquierda encontrándome con Jeon. Entramos dentro del departamento, me deje caer en el sillón con la cabeza en el respaldo. Lo escuche subir las escaleras; pase por su despacho viendo las luces encendidas por debajo de la puerta.