Inefable

Culpar a alguien

No supe nada de Enrique durante todo el fin de semana, ni yo tampoco le hablé, porque todo se había tornado un tanto incómodo.

El lunes lo ví en la escuela y le hablé, él me habló como siempre, aunque yo ya no me sentía como antes, con él. , me vino a la mente una idea muy loca, tal vez él era "el observador", pensé que están loca, pero no lo sé él siempre estaba ahí sabía cómo entrar a la casa, sabía mis horarios, me conocía mejor que nadie.

Ya no sabía cómo comportarme con él, nos habíamos distanciado un poco durante esa semana, hasta que, llegó su cumpleaños en octubre, yo fui a la fiesta ahí estaban todos mis nuevos amigos y mis viejas amigas, obviamente, llegué con mis nuevos amigos, Enrique me vio y se le iluminó el rostro yo sentía lo mismo, aún sentía un poco de miedo, por mis sospechas, tenía la ligera esperanza de que me equivocara.

Esa noche fue distinta, me quedé hasta el final de la fiesta, Enrique me besó de nuevo, yo le respondí, así seguimos, al final me quedé a dormir con él. Luego, decidimos que era el momento de iniciar un noviazgo. Salí por la mañana, después de desayunar, me dirigí a mi casa.

Mientras caminaba por la calle rumbo a mi casa, salió un niño, me entregó una hoja doblada por la mitad, la desdoblé lentamente, con miedo, pase un poco de saliva, al abrirla encontré el próximo mensaje: "Ya está todo hecho, el lunes tendrás noticias, te advertí que te arrepentirías y así será, ya lo verás". Sentí como si hubiera visto un fantasma salí corriendo muy, muy asustada.

Llegué a casa sin poder respirar, sentía como si estuviera apunto de sufrir un infarto, mi corazón golpeaba fuertemente mi pecho intentando salir de él, subí a mi cuarto, pasaban demasiadas cosas por mi cabeza, no salí de mi cuarto en todo el día.

Aquí es donde empezamos. El lunes, no tenía ganas de ir a la escuela, esos días en que todo te da flojera, aquí estamos de nuevo, vas a creer, sí así es, llegué tarde a la escuela, llevaba puesto un conjunto deportivo que había recibido como regalo de mi cumpleaños pasado, estaba cerrando mi casillero, noté que todos murmuraban sobre mí, incluso mis amigas anteriores me miraban desaprobándome, en ese momento, llegó Enrique.
-Hola, supiste lo qué pasó durante mi fiesta?, al parecer asesinaron a una chica, llamada Rihanna, no te parece conocida?-preguntó preocupado.

Inmediatamente, comencé a llorar, ya que, aunque ya no nos habláramos yo aún la quería como mi amiga.

En eso, llegaron unos policías, desesperados, como buscando a alguien, yo no esperaba quien pudo haber sido, sentí una mirada, creí que era "el observador", no era así, eran los policías, creí que sólo me interrogarían. Sin embargo, me arrestaron, lo único que pasaba por mi cabeza era ¿qué era lo que había pasado?, ¿acaso Enrique había planeado todo esto?, ¿había cometido un crimen?.