Conociendo el territorio

0 0 0
                                    

Me llevaron a los separos, llevaba apenas dos horas, pero yo sentía como si llevara una gran condena, en ese instante recordé que había visto en mis series que tenía derecho a una llamada y le llamé a mi padre le conté lo que había pasado, le pedí que viniera a ayudarme, pues yo sé que nos habíamos distanciado desde que me mamá murió, pero no tenía a nadie más, porque ya no confiaba en nadie.

Pasó un largo rato, al fin llegó mi padre y le conté todo sobre "el observador".
-¿Por qué no me lo contaste antes hija?-
-Pues pensé que no me creerías, nadie me creía cuando se lo contaba, sólo Enrique, cuando les conté a mis amigas me tacharon de loca, inclusive me dejaron de hablar-
-Hija, debiste haber confiado en mí-
-Perdóname-
-También, otra cosa, ya no te reconozco, Jade, ya no eres la misma, te la pasas con tus amigos, casi no estás en casa, ya ni siquiera sé cómo te va en los entrenamientos-
-Pues sí, ya no soy la misma, sabes por qué, mi mamá me dijo que dejara de buscar que todo en mi vida fuera perfecto, que dejara de hacer todo lo que los demás me decían que debía hacer, de seguir las reglas, sí me cansé de ser así, sentía que ya estaba perdida, que había perdido mi esencia, eso es muy desesperante, además, no sabes lo horrible que es sentirse vigilada las veinticuatro horas del día y si lo supieras, sabrías que no es tan fácil como crees, lo único que sentía que era inefable era mi relación con Enrique, porque sabes, era algo maravilloso, tanto, que es algo que no puedo explicar con mis palabras, ahora ya ni eso, creo que él es que me observaba, le perdí la confianza, ya no sé qué hacer-respondí mientras lloraba.
-Ves, que fácil es decirlo, me lo pudiste haber contado antes de todo esto, de ser así no estarías aquí-
-Ahora, te pedí que me vinieras a ayudar, no a regañarme-
-Ok, ok, te conseguiré un abogado, sólo una cosa antes, ¿de qué te están culpando?-
-De haber matado a una de mis amigas-
-Pero, ¿por qué?-
-Verás, recibí amenazas del "observador", diciendo que me arrepentiría de haberlo ignorado toda la vida-
-Ey, guardaste esas notas?-
-Sí, Enrique es el único que sabe dónde están, pídele ayuda-
-Bueno, vuelvo mañana, adiós Jade-

Luego de un largo rato llegó Enrique, yo salí creí que era mi papá de nuevo, cuando lo ví, hice cara de fastidio.
-Ey, ¿qué te pasa no estás feliz de verme?, jajajaja-
-No, la verdad no-
-Por?-
-Pues verás, creo que tú eres el culpable de que yo esté aquí- le dije enojada.
-Yo?, ¿yo por qué?-
-Creo que tú eres el "observador"-
-Jajajaja, no, o sea si me gustas desde hace mucho tiempo, aunque nunca sería capaz de tratar de conquistarte así, no es mi manera de ligar, jajajaja-
-Bueno, pero...entonces, ¿por qué siempre entrabas por la ventana de mi casa?-
-Tú padre siempre estaba en la sala, muy triste, llorando o enojado con alguno de tus hermanos o contigo, por lo que prefería no interrumpir-
-Cierto, y por qué casualmente llegabas un poco después de que el observador me dejara notas o siempre estabas cerca?-
-Tú misma lo has dicho por casualidad-
-Ok, júrame por lo que más quieras en la vida que tú no eres el "observador"-
-Wow, así de desconfiada, jaja, ok te juro por el amor que te tengo que no soy el "observador"-
-Ok te creo, perdón por desconfiar de ti-
-Sí, descuida entiendo tu situación, ahora hay que pensar quién puede ser el "observador"-
-No tengo ni idea-
-Algún exnovio, del que no sepa, pretendiente, no sé algo-
-Este...no, bueno sólo fue Alex y Richard, sólo que a ellos no los conocía antes los conocí hasta ahora-
-Ok, entonces quedan descartados-dijo un poco pensativo, un policía entró y nos dijo que el tiempo de visita había terminado, Enrique se tuvo que ir, yo me quedé ahí, muy sola.

Esa noche, fue una noche fría y solitaria, ya que me encontraba en un lugar muy triste, solo, en muy mal estado, maltratado y sucio, estaba llorando, en eso escuché una voz, la ignoré, pensé que había sido mi cabeza, por un momento creí que me estaba volviendo loca, la volví a escuchar, volteé para saber de dónde venía, descubrí que era una chica  muy alta, con cabello castaño, parecía como salida de una portada de revista, se veía un poco ruda.
-Deja de llorar!, no me dejas dormir-
-¿Cómo te llamas?-
-Soy Alicia, es tu primer día, eh?-
-Sí, así es, yo soy Jade-
Comenzamos a platicar, en eso
-Y por qué estás aquí?-le conté.
-Entonces, ¿qué opinas?-
-Todas decimos que somos inocentes-
-Y tú?- le pregunté curiosa
-Hice un fraude en la agencia de modelos donde trabajaba, aunque yo sí admito que lo hice, llevo aquí  como un mes, mañana me van a transferir al tutelar de menores, verás que eso mismo te pasará-

Al día siguiente, Alicia ya no estaba ahí, conocí a mi abogado el Sr. González, un abogado con mucho prestigio. Pasaron algunas semanas, yo ya había perdido la esperanza, casi diario iba Enrique y me contaba lo que pasaba, yo perdí el ánimo, tal vez Alicia tenía razón.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora