Lo inesperado

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El día de mi juzgado había llegado yo ya había perdido por completo la esperanza de salir libre algún día de aquí, puesto que yo sabía que no había ninguna prueba que me ayudara aunque sea a reducir mi condena, ya no esperaba nada de nadie.

Llegué a mi audiencia, mostraron el brazalete que yo siempre llevaba conmigo, el cual lo habían encontrado junto al cuerpo de Rihanna. El juez me interrogó yo le dije lo que había pasado y que sólo la habías visto una sola vez esa noche, conmigo sólo estaba mi padre, mi abogado y Enrique, pasó un largo rato la madre de Rihanna sufría demasiado, me sentía destrozada tan sólo de verla, no podía con esto.

Finalmente, el juez dictó mi sentencia, era más que obvio que iba a ser culpable y así fue, cuando mi papá escuchó la sentencia empezó a llorar y Enrique se estaba lamentando, me despedí de ellos, los policías me esposaron y llevaron directo a la prisión de menores de Miami.

Al llegar, me llevaron a una celda, conocí a mi compañera, una chica japonesa, que no hablaba el idioma, por lo que no sabía nada de ella. Al salir de mi celda para desayunar, logré reconocer a Alicia la chica de los separos y le saludé.
-Hola Alicia-
-Ey, te dije que tenía razón, no?-
-Sí, pues ya no tenía esperanza de salir de aquí, la perdí mi novio trató de investigar, junto con mi padre, pero no, no hubo nada que me ayudara, y ahora no sé qué hacer aquí-dije yo sin motivación alguna.

Pasaban los días, las semanas, luego de un mes, en una de las visitas de Enrique me contó lo que había estado pasando todo este tiempo, él ya sabía quién era el "observador", sólo que no me había contado nada, porque si se equivocaba sólo hubiese sido una simple ilusión. Me dijo que ya vería que muy pronto saldría de ahí. Ese mismo día por la tarde recibí el correo al parecer era una carta, la cual era una confesión del "observador".

Hola, sabes siempre estuve cerca de ti, nunca sospechaste de mí, logré tanto, que ahora estás en la cárcel, incluso sospechaste de tu actual novio, todo fue tan entretenido para mí jajajaja, todo por ignorarme desde que éramos niños, pronto sabrás de mí, pues tú noviesito cree que ya sabe quien soy, pero se sigue equivocando una y otra vez, iré a visitarte cuando menos te lo esperes y por favor espera lo peor de mí jajajaja. Atte. "El observador".

Me sentí horrible, empecé a llorar gritar, quería salir de ahí, estaba harta de todo esto, sin embargo, me tenía que calmar, esperar a que fuera Enrique o sino que fuera el "observador", a ver quién iba primero, sí era él lo enfrentaría.

En la siguiente visita de Enrique, le conté y le mostré la carta, se alteró al igual que yo, se confundió mucho, se fue muy preocupado, así que me dijo que ya tendría un plan para la próxima visita, y así lo hizo, me llevo un broche de cabello que tenía una cámara, para que cuando llegara el momento de enfrentar al "observador", lo pudiera grabar y tener evidencia.Pasaron un par de semanas, estaba en mi celda, leyendo.
-Ey tú, tienes una visita-gritó la guardia.
Salí, creía que era Enrique o mi padre como siempre, era alguien agachado, con unos lentes negros y oscuros, aunque yo sentía que reconocía ese rostro. Tomé el teléfono lentamente, con temor, activé el broche al decir "llegó el momento".
-Hola, querida Jade-
Finalmente supe de quien se trataba, identifique el cabello rizado, piel morena, la reconocí, aunque tratara de esconderse, era nada más y nada menos que Antonia.
-¿Por qué lo hiciste?-pregunté alterada.
-Nunca lo notaste, siempre estuve enamorada de ti, siempre te lo demostraba, incluso cuando salías con chicos buscaba que te salieran mal las cosas, pero cuando supe que tú y Enrique serían novios, sentí como mi cuerpo se llenó por completo de rabia, enojo, coraje, por lo que saqué una pistola que siempre llevaba conmigo, como te había dejado de hablar con Rihanna era el blanco perfecto para que te culparan, le disparé con unos guantes, pero antes te seguí y por casualidad se te cayó tu brazalete, que te regalo tu mamá cuando ganaste tu primer torneo de básquetbol, el cual siempre llevabas contigo, después le pagué a los niños para que te entregaran la nota, todo salió perfecto para mí, ahora tú estás aquí pagando por lo que yo hice, jajajaja-confesó y luego se fue.

Afortunadamente, todo había quedado grabado, Enrique llegó a la visita, le entregué el broche, mientras le contaba lo sucedido, me prometió que al fin saldría de ahí y toda esta pesadilla terminaría.

Finalmente, un jueves llegaron por mí, al salir estaba ahí Enrique, mi papá, algunos de mis amigos del soccer. Pasaron algunas semanas y yo aún tenía miedo de que Antonia siguiera ahí espiándome, luego recordaba que la habían arrestado, mientras intentó suicidarse, ya que se había enterado de que yo la había grabado, y la arrestarían. Todo había terminado, era libre al fin, Enrique llegó por mí y fuimos a la playa, a disfrutar de mi libertad, ahora que ya éramos novios oficialmente, nos queríamos mucho, ahora nadie nos separaría. Todo era inefable.

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⏰ Última actualización: May 20, 2020 ⏰

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