19. Si tanto te preocupa

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Torpemente golpeó un poco el soporte de la mesa con una de sus rodillas, y sin quitar la mirada de Naomi se levantó para ir a preparar el postre que había ofrecido, como un fiel sirviente que no tenía objeción alguna para servir a la princesa.

Sin embargo, no todos se veían muy contentos con la situación - ¿Qué fue eso?

- Su flequillo es largo, noté que le molestaba en los ojos. Puedo ponerte una liga también si eso quieres -bromeó inocente.

Su contrario chasqueó la lengua y cruzó ambos brazos.

- Supongo que no a todos les gustan los cambios de imagen - Rei se entrometió.

Después de poner algo de miel sobre el helado, guardó las cosas en su lugar sin notar que se había vuelto el centro de atención, como una estrella de cine que no importara lo que hiciera, todo de pronto se volvía interesante simplemente por ser él

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Después de poner algo de miel sobre el helado, guardó las cosas en su lugar sin notar que se había vuelto el centro de atención, como una estrella de cine que no importara lo que hiciera, todo de pronto se volvía interesante simplemente por ser él. Así de extraño funcionaba el mundo en ese instante, pero Hajime seguía molesto con la idea.

Todo ese revoltijo de sentimientos y mal humor le recordaron al primer año en el que estuvo saliendo con Naomi, donde se sentía amenazado por los chicos que se acercaban a ella aunque fuera solo para "charlar". Viajó al pasado a rescatar recuerdos lindos, pero no estaba seguro de si eso era bueno, malo, o simplemente algo sin sentido.

La chica no pensaba demasiado las cosas en ese momento, simplemente hacía eso a lo que estaba acostumbrada, a disfrutar el momento y saborear hasta el último bocado. Cuando pusieron su helado frente a ella, sus ojos parecieron llenarse de brillitos tintineantes, y si fuera un gato, seguramente habría empezado a ronronear. Era esa clase de persona que se emocionaba con un diente de león entregado por la persona indicada.

No dudó en hundir su cuchara en ese dulce manjar, y comenzó a comer - Esto es taaan delicioso.

No dudó en hundir su cuchara en ese dulce manjar, y comenzó a comer - Esto es taaan delicioso

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Hace mucho tiempo que no la veía sonreír así, y eso le revolvía el estómago. Hajime comenzó a recordar el día en el que ella apareció el día del mar para reclamarle por haber olvidado su cita.

- ¿Es este trabajo tan importante?

- En serio es importante. Sé que la cita de hoy también lo era para ti, pero lo olvidé, yo...

No estaba arrepentido, estaba frustrado por no poder explicarle la situación, por no ser lo suficientemente valiente como para decirle que la verdad era que ya no quería estar con ella, que ya no le causaba emoción ni mariposas en el estómago pasar el rato con ella, y que de pronto todas las fechas importantes entre los dos habían dejado de ser importantes para su cabeza.

- No voy a ser quien te detenga de hacer lo que quieres. Me alegra que hayas decidido trabajar ahí, pero en serio cruzaste los límites. No prometas algo que no podrás cumplir, eso sería menos egoísta que decirme que saldremos a pasar una tarde increíble, y en lugar de eso dejarme esperando una hora entera en la estación del metro.

Se preguntaba si alguien como Rei sería la persona indicada para ella, la persona que le haría ser verdaderamente feliz toda su vida. Esa chica estaba saliendo con la persona equivocada, pero después de todo, tal vez él serviría para hacer a esos dos acercarse el uno al otro, y juntar sus caminos.

La química entre Rei y Naomi era innegable.

- Me alegra que lo disfrutes.

Pero cuando todas las respuestas parecían haber aparecido, las cosas se derrumbaron estrepitosamente, dejando caer escombros pesados en su estómago que poco a poco le hicieron recordar lo molesto que era verlos siendo tan felices juntos, como si se conocieran de toda la vida. Por supuesto que no perdería a su chica tan fácilmente, mucho menos por culpa de un cascarrabias que cree tener la razón siempre.

Tal vez este era el obstáculo que necesitaba para recordar lo mucho que quería a su chica, para revivir esos viejos días donde su amor era intenso y dramático. Había leído que las relaciones también necesitan incentivos.

Cuando sus treinta minutos libres terminaron, Naomi recogió todo y se despidió de ambos trabajadores, saliendo de la tienda mucho más feliz de lo que estaba cuando llegó, y ahora con la satisfacción de haber recibido un helado gratis de un chico tan lindo.

- El chico lindo que le debió haber invitado ese helado soy yo, así que tómalo -reclamaba mientras ofrecía unos yenes a Rei.

- Ya te dije que está bien. Yo se lo ofrecí, así que yo pagaré -. Y lo más relajado posible, colocó algo de dinero en la caja registradora, anotando en el sistema la compra como normalmente lo haría con cualquier otro cliente.

Estaba claro, él de pronto se había transformado en un chico perfecto, y era lo más adecuado para una chica perfecta como Naomi. Le daba tanta rabia admitir que parecían ser el uno para el otro incluso sin siquiera conocerse, que sus palabras empezaron a desbordarse, y si ya de por sí era un chico de poco pensar y mucho hablar, esta vez las cosas no iban a ser mejores.

- ¿No crees que eres un poco demasiado amable?

Su compañero parpadeó desubicado por el comentario, y volteando lentamente a ver a Hajime preguntó - ¿Un poco demasiado?

- Oye, ¿qué pensaría Nami de esto, ah? Tú tienes a tu chica y yo a la mía, así que no busques problemas.

- Tch -. Se burló -. Hablas de ellas como si fuesen una cosa -. Y rodando los ojos como si hablara con un niño inexperto en la vida, intentó evadirle y caminar hasta la entrada para reabrir el lugar.

- Hablo en serio -. Su voz se había vuelto algo grave, su postura era casi amenazante y poniendo una mano en el pecho de Rei le detuvo para encararlo, forzó la situación para que ambos se miraran fijamente y sin titubear continuó -. Naomi y yo no necesitamos problemas -. Finalizó quitando la liga del felquillo de Rei, haciendo que este cubriera sus cejas otra vez, picando incluso uno de sus ojos y ocasionando que parpadeara como si le hubieran aventado arena al rostro.

El más alto de ambos había intentado llevar las cosas por lo tranquilo, pero notó que su contrario no parecía querer solucionar las cosas de esa manera. Le había molestado tanto la actitud arrogante de alguien que no fuera él, que de inmediato su estómago prendió llamas y su corazón palpitó tan fuerte que ahora lo escuchaba como si lo tuviera justo a un lado de sus oídos.

- Escucha, Hajime: no estoy interesado en tu novia, pero si estás tan preocupado por que alguien que apenas y conoce a Naomi pueda conquistarla en dos segundos y apartarla de tu lado, deberías pensar cuál está siendo tu error.

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Mientras escribía escuché: Needs, de Verzache.

Imágenes obtenidas de Pinterest.

La habilidad de amar • Radiant wimpsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora