21. Planes de Agosto

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Todo se tornaría en un completo infierno para Rei a partir de ese día.

Por supuesto que dejaron la pelea atrás, ni siquiera hicieron falta disculpas, a excepción por supuesto de la que Hajime ya había ofrecido por el ataque tan bajo que había soltado de pronto, pero además de eso, ambos siguieron su amistad como si nada hubiera sucedido... ¿No?

El mes de Agosto llegó en un abrir y cerrar de ojos -. Viejo, esto sonará extraño pero desde la pelea que tuvimos, siento que mi relación con Naomi se ha vuelto más emocionante -. El menor de ambos parecía tan despreocupado y feliz como siempre, en su estado natural, como agua corriendo por el río sin mayor dificultad - ¿Qué tal las cosas contigo y Naomi?

- Oye, si me dejaras explicarte

- No no, no hace falta, siento meterme en tus asuntos, es solo que cada día me siento con más adrenalina por estas cosas extrañas del "amor", ya sabes.

Los ojos de su oyente rodaron sin disimulo y un pesado suspiro salió de entre sus labios. Parecía tan cansado de escuchar eso cada día más y más que se preguntaba si algún día esos dos romperían para que Hajime dejara de hablar de eso, entonces le dejaría en paz y no se volvería a tocar el tema. Dándole muchas vueltas a las cosas, también dudaba si eso anterior era una muy buena idea o el fin del mundo, pues si ahora le hablaba de amor, al romper con Naomi probablemente solo le lloraría y tocaría un tema aún más incómodo: desamor.

De pronto se había vuelto tan sensible - ¡Tsk! - Que al mínimo roce de su compañero su cuerpo era poseído por un escalofrío terrible, y ágilmente se movía a cualquier otra parte para no volver a sentir el contacto físico de Hajime.

- Hey, sé que el golpe que te di esa ocasión fue muy sucio, pero ya no debes tenerme miedo -. Le miró fijamente -. Solo intento pasar al otro lado del mostrador.

- Pues el espacio aquí es pequeño.

Por más que su madre le hubiera dicho desde pequeño que las cosas se solucionaban con el tiempo, esta vez parecía ser todo lo contrario, pues día con día todo parecía descomponerse un poco más y le hacía sentir incómodo, confundido. De pronto cuando llegaba a su casa no podía pensar en nada que no fuese el trabajo y los pendientes que tenía para el siguiente día, lo que tendría que pedirle a Hajime para seguir con una buena rutina de labor y...

Pensar en otra persona que no fuese Nami o su madre le incomodaba.

Cuando un lobo se acostumbra demasiado a vagar solo por el bosque, naturalmente comienza a desconfiar incluso de la brisa que golpea las hojas, y al encontrarse con otro de su especie las cosas no serían muy diferentes. Dudaba en considerarse amenazado o dejarse llevar y unirse a la caminata de ese nuevo ser, dejando a un lado el suyo propio.

- ¿Hoy te conectas en Valorant?

- Como cada noche -. Habló con desinterés, aún inmerso en sus pensamientos mientras observaba sus propias manos limpiar el mostrador.

- Hay que jugar cada noche hasta que regresemos a clases, ¡Seguro nos hacemos un récord de dioses!

- El quince no puedo.

- ¿Ah?

Estaba hablando en modo automático, tanto así que no se había dado cuenta de lo que dijo. Por fin tomó conciencia de sí mismo y sus acciones. Alzó la mirada para ver a Hajime - Ah... Probablemente estaré fuera de la ciudad.

- ¿Fuera? ¿Alguna fiesta a la que hayas decidido no invitarme?

Inevitablemente una sonrisa se escabulló en su rostro, y ladeando un poco la cabeza dijo algo tímido - Es mi cumpleaños.

La habilidad de amar • Radiant wimpsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora