Capítulo 13

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Pov Muichiro

El maestro Sanemi se lo veía incómodo y serio, él realmente quiere hablar de Yuichiro, me intriga y a su vez me impresiona,  no pensé que quisiera hablar cosas sobre uno de sus alumnos, me pregunto a dónde nos llevará esta charla.

—Dígame maestro Shinazugawa, ¿Qué es exactamente lo que quiere saber de Yuichiro? —El lenguaje corporal de Sanemi es delator, se encontraba incómodo.

—Sabes si alguien lo molesta. —Muy bien, eso me sorprendió, de todas las posibles cosas que pudo decirme me sale con esto, en primer lugar quien en su sano juicio se metería con mi hermano, es un peligro andante.

—Que yo sepa no, porque lo pregunta —tal vez me esté entrometiendo en los asuntos de Yuichiro, pero si tengo la menor posibilidad de averiguar algo sobre Sanemi y ayudarlo, lo haré.

—No sé si lo has notado, pero se ha comportado un poco extraño —lleva sus manos hacia la barbilla mientras comienza a murmurar—, es extraño, ni siquiera me ha estado molestando y eso sí es preocupante, no estará enfermo.

—No lo creo —así que si se dio cuenta del cambio de Yuichiro,  me pregunto qué pasará si le doy un empujón a Yuichiro —. Tal vez se comporta raro porque le rompieron el corazón. 

Bueno ya está lo he dicho así que no hay marcha atrás.

—¡¡Qué!! —la expresión que había obrado fue muy interesante, como me gustaría tomarle una foto para así poder dárselo a mi hermano—. Vaya, nunca me imaginé que él pudiera enamorarse, pero que pasó esa persona lo rechazó o ya tiene pareja.

Estaba por contestarle pero su mano tapó mi boca y con una expresión seria me habló. 

—Mejor no me digas nada, no eres la persona indicada para contestar —su mano fue dejando mis labios lentamente—. Será mejor que más tarde le invite algo a Yuichiro para que ya no esté deprimido y por supuesto también puedes ir.

No entiendo a este hombre, parece ser un bruto, alguien de temer, pero al conocerlo me he dado cuenta que es solo la apariencia, Sanemi Shinazugawa es un buen hombre, pero de aquí a donde seguirá siéndolo.

La campana de fin del receso sonó, Sanemi me envió de vuelta al aula, pero antes de irme lo llamé y miré directamente a los ojos.

—Maestro, ¿Qué es lo que piensa de Yuichiro? —mi voz sonó firme, no existe manera de que no me conteste.

—¡Sobre Yuichiro!…..

…..

No pude concentrarme en clases, después de la respuesta de Sanemi me quedé un poco inquieto, no podía dejar de pensar en ello, me había quedado con el corazón intranquilo. En toda la clase Yuichiro no paraba de verme disimuladamente con su ceño fruncido, tan solo sentir su atención en mí me hacía sudar. Cuando las clases acabaron, mi hermano tomó fuertemente mi brazo, me dolía pero no dije nada.

—¡Muichiro, has estado raro todo el día! —es gracioso que me lo diga él  de todas las personas—. ¿Te pasa algo?

—No, solo he estado pensando. —Aparte su mano con gentileza—. No te preocupes por mí.

Di por finalizado el tema y juntos nos dirigimos a la salida, caminamos en lo que parecía ser silencioso, pero se muy bien que en mi interior soy un manojo de nervios y más ahora que puedo ver a Genya esperándonos con su radiante sonrisa, por qué cada vez que lo veo hace que mi corazón se acelere y se vuelva loco, es una sensación descrita como horrible pero que por muy extraño que parezca me gusta, creo que me estoy volviendo masoquista.

—Hola, Muichiro, Yuichiro —oh, nuevamente esa sonrisa, es acaso que quiere matarme—. Se que hoy no tenemos entrenamiento, pero quise acompañarlos hasta su casa ya que no nos hemos visto casi nada el día de hoy.

Él nos extrañó, eso es tan lindo, no puedo evitar sonreír, esta costumbre de sonreír cada vez que pienso que Genya es lindo me está gustando, solo espero que no piense que soy escalofriante. 

….

Nuestro camino hacia la parada del autobús fue relajante, sentir el olor de Genya a mi alrededor hace que me sienta en paz conmigo mismo, me pregunto si Yuichiro se sentirá igual.

Llegando a la parada Yuichiro comienza hablar sin detenerse.

—¡Hey, Genya! —el alfa que estaba contándome sobre su día con Sabito, boleto a verlo—. ¿Estás libre el sábado? 

—¡Que! —Tanto Genya como yo reclamamos, acaso mi hermano tiene planeado hacer otra cosa como lo del restaurante.

—Constesta alfa tonto —Grito, eso es bueno, significa que su humor está regresando.

Inmediatamente negó con ferocidad, todavía podía ver que le temía a Yuichiro, soy malo por pensar que está bien que le tema, no lo sé, pero no creo serlo.

—Entonces el sábado vas a ir al parque de diversiones y te llevarás a Muichiro —mi boca se abrió de la sorpresa y estoy seguro de no ser el único.

—Está bien pero ¿por qué? —Vi de reojo la cara de Genya y estaba cubierta por un lindo tono rosa.

—Tengo cosas que hacer ese día y se que Muichiro no, así que no lo quiero tener cerca mío —agitó su mano como si con eso le quitara importancia al asunto—. Considérate afortunado, es una ocasión única en tu vida sucio alfa, la tomas o la dejas.

—La tomó —la voz de Genya fue rápida y exaltada.

—Bien, entonces ambos tienen una cita el sábado —antes de darme cuenta, Yuichiro ya había tomado mi mano y corríamos. 

Como pude volteé a ver a Genya para poder despedirme, pero al hacerlo vi su cara tan roja como un tomate, no, sería más roja que un tomate. Ahora me pregunto si mi rostro estará haciéndole competencia al del alfa.

Good AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora