Capitulo 5

12.4K 1.4K 796
                                    

Pov Genya 

Sanemi al ver que no me encontraba solo,  casi se atraganta con la mortadela que llevaba en la boca.

—Joven Tokito ¿Qué hace aquí? —mi hermano habló sereno.

—Buenas noches maestro Shinazugawa —Muichiro giro su pequeño cuerpo hacia mí—. Senpai, no me dijo que el maestro de matemáticas era su hermano. 

No, se me había olvidado de ese detalle después de todo Sanemi no me daba clases a mi y era muy difícil encontrarlo en la escuela, pero parece que a Muichiro sí le da clases.

—Perdón Tokito, se me olvidó —confesé apenado.

Muichiro me vio serio un rato pero sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa, nuevamente mi corazón palpita como loco, creo que esto son los síntomas de una extraña enfermedad, pero no me importa sufrir si el motivo es la sonrisa de Muichiro. 

Nos quedamos viendo a los ojos por lo que parecía una eternidad, sus ojos turquesa me tenían hipnotizado, no podía quitar la vista de ellos. Se me había olvidado por completo de que mi hermano se encontraba entre nosotros, si no hubiera hecho un ruido extraño no hubiera apartado mi mirada del omega.

—Me pueden decir que hacen —Sanemi nos miró de arriba abajo, su penetrante mirada me cohibió 

—Maestro Shinazugawa, Genya me había hablado de que tenía un hermano genial y que la palabra buen alfa le quedaba perfecto —su voz sonaba tan natural—, no le creí así que le pedí acompañarlo para conocer al genial y buen hermano de Genya.

Sanemi nos miró un buen rato, trataba de encontrar alguna clase de mentira en la voz de Muichiro, su ceño se frunció más de lo normal pero de pronto se relajó.

—No se lo que te a de ver dicho Genya, pero lo que te dijo está mal —fue hacia la cocina y al regresar traía dos vasos llenos de jugo de naranja—. Él vive en un mundo de fantasía Tokito, los buenos alfas o cualquier cosa parecida a lo que te dijo esta mal, no existe un buen alfa —nos entregó a cada uno un vaso—, solo existen seres humanos imperfectos que tratan de ser perfectos, en un mundo donde los instintos son más fuertes que los valores no puede existir alguien como él que deseas conocer.

—Pero hermano, tú eres un muy buen alfa —hablo apresurado, mientras camino lado de Muichiro a la sala.

—No lo soy, Genya, solo soy un hombre que odia las injusticias y trata de que los delincuentes juveniles encuentren su camino a base de unos buenos golpes. 

Sanemi siempre se expresa así de sí mismo, acaso no ve que es increíble. Muichiro sonríe ilusionado, la mirada que tiene es la misma que yo sé tener cuando veo a mi hermano haciendo algo increíble, estoy seguro que Muichiro se dio cuenta de lo increíble que es mi hermano.

—Maestro, no me había dado cuenta que es un hombre muy divertido.

— Eh. —Tanto Sanemi como yo lo vimos raro.

—En clases da mucho miedo, pero aquí se a comportado como un ser humano cualquiera —sonríe, su sonrisa es tan linda—, estoy seguro que usted mismo no se ve como un buen alfa, pero….. pero Genya lo ve así, si me lo permite Maestro Shinazugawa, quiero estar a lado de Genya para poder descubrir lo que es buen alfa para él.

Tanto mi hermano como yo lo vimos con los ojos bien abiertos, me sorprendió que Muichiro quiera seguir estando a mi lado, eso me hace tan feliz, ver que él quiere averiguar lo qué significa para mí el ser un buen alfa. No puedo evitar sonreír como todo un bobo, mi hermano nota esta acción y suspira antes de dirigirle la mirada seria a Muichiro.

—Yo no soy nadie para prohibir la relaciones de Genya, si el quiere estar contigo esta bien —sus manos pasan por su corto cabello blanco—, pero eso sí, es raro para mí ver a alguien junto a Genya ¿Por qué quieres estar con él? ¿No te da miedo? 

Las palabras de mi hermano me dejaron congelado, porque le preguntaba eso a Muichiro, yo no debería darle miedo, pero se que su pregunta es válida después de todo quien quisiera estar a lado de alguien como yo.

—Porque me daría miedo, Genya es buena persona y raro —sus pequeños ojos indiferentes fueron a parar con los míos—. Quiero entender porque él es diferente a los alfas con los que me he topado.

Nuevamente siento como mi pobre corazón quiere salirse de mi pecho, quiero entender porqué cada acción de Muichiro me pone así.

—Si ese es el motivo has lo que quieras —no se de donde saca un nuevo trozo de mortadela, pero veo como se lo engulle todo—. Eso sí, no esperes de mí parte un trato especial en clases solo por ser amigo de mi hermano, ni a él lo trató especial.

Después de decir eso se marchó a preparar algo para cenar e invitó —obligó— a Muichiro a quedarse con nosotros. La cena fue extrañamente divertida,  siempre comemos en silencio pero con la compañía del omega fue distinta, Muichiro comía con una cara neutral y eso enfureció a Sanemi ya que no sabía si le gustaba o no, pero Muichiro procuraba decir que si estaba delicioso, la cena fue tan cálida.

Al terminar de cenar, Sanemi se encargó de lavar los platos y yo acompañé a Muichiro hasta la parada de autobuses. Cuando el autobús llegó Muichiro iba a subir pero antes de hacerlo me vio muy serio.

—Mañana regresa a la escuela Yuichiro, si no nos vemos no será porque no quiera, trataré de distraerlo a la hora del receso y salida para que podamos estar juntos.

Me había olvidado por completo del hermano gemelo, Yuichiro me odia solo por el hecho de ser alfa, aunque bueno él odia a todo el mundo, pero quiero seguir estando a lado de Muichiro así que tendré que ganarme la simpatía de Yuichiro.

—No te preocupes por eso, si quieres puedes ir con él a nuestro reencuentro.

—Umm —sus ojos me analizaron de arriba abajo, volteó y comenzó a subir en el autobús—. Sería genial que se llevaran bien… y por cierto tu hermano es un gran maestro así que creo que lo que dices es verdad, Genya. 

Veo como el autobús se marchó, me quedé de pie unos cuantos minutos más hasta que decidí regresar a casa. Saber que Muichiro considera a mi hermano, uno de los seres que más amo, como yo lo hago me hace feliz. Ahora tengo que esperar hasta mañana y ganarme un poco de la confianza de Yuichiro, aunque sea difícil lo haré para seguir a su lado.

Good AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora