PhotoLove.

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—Gracias por ayudarme, te debo una —Le di una sonrisa que me devolvió.

—No es nada, ¿quieres que te ayude a acomodar?

—Oh, no, no quiero abusar de ti, además, ya estoy muy cansada —Me recargé en el marco de la puerta y le di otra sonrisa, pero una más pequeña—. Solo voy a dormir.

—¿No quieres que pase la noche aquí? Es la primera vez que estas sola y no creo que sea bueno estarlo después de...

—Estoy bien, no te preocupes.

—Bien, entonces vendré mañana a ayudar. Descansa —Me dio un beso en la mejilla y se fue.

Esperé a verlo subir a su auto para cerrar la puerta y suspiré pesadamente, como venía haciendo últimamente.

Tal vez, y solo tal vez, Yair era ese clavo que sacaba otro clavo.

Miré mi nuevo apartamento y me sentí pequeña. Como había dicho Yair, nunca había estado sola; de la casa de mis padres, me fui con mi mejor amiga y de ahí... Bueno, era cosa del pasado. Ahora tenía un nuevo comienzo.

Fui a mi cama y rasqué mi cabeza con agobio al ver el desorden que había sobre ella.

Nadie ha dicho mudarse fuera fácil.

Comencé a quitar las cajas y todo lo que había encima, sólo quería dormir. Al día siguiente ordenaría todo.

Mi cuerpo se sentía cada día más pesado, todo el tiempo tenía sueño, nada me animaba y por alguna razón los colores se veían diferentes, más tenues.

"Depresión post ruptura." Me dijo mi mejor amiga.

Y quizá así era, ¿pero qué podía hacer? Solo superarlo, olvidar esa voz, esos ojos, todo él y ¡Ah! ¿Cómo pretendo borrar años en días? No es posible dejar de sentir recuerdos en un lapso de tiempo.

Por el momento, solo tenía quitar esas cajas de mi cama. Así podría dormir como os...

—¡Ahh! —Mi grito resonó por todo el lugar, provocándome escalofríos después.

Una caja se había abierto en el camino.

Me agaché para recoger lo que se había caído y me encontré con ¿un libro? No, un álbum de fotos que, no era mío.

Extrañada, comencé a inspeccionarlo para terminar cumpliendo mi objetivo: saber de quién era.

Pues de Shawn.

¿De quién más?

Iba a aventarlo lejos cuando logré vislumbrar una de las fotos.

Era... yo.

Y estoy segura que de haber sido gato, mi curiosidad me habría matado.

Al querer ver un poco el contenido, solo terminé destruyéndome dolorosamente.

Las fotos que habían eran mías, todas. Algunas pequeñas, otras grandes, todas en diferentes situaciones y con... ¿notas?

Pegué mi nariz a las hojas para lograr ver lo que eran esas líneas negras, pero no puede. Maldita miopía.
Miré alrededor y me alegré de tener mi bolso a la mano, ya que en el estaban mis lentes.
Una vez tuve mi herramienta para la vista, supe que también era una mala decisión. No debía leer aquello.

Me centré en una foto algo vieja, diría yo. En ese entonces mi cabello era muy largo y era insegura, tanto que mi cabello era para cubrir mi rostro.

En la foto tenía la nariz roja mientras mi boca estaba cubierta por una bufanda y mi cabeza por un gorro. Era una persona de ropa.
Ese día estábamos comiendo helado a pesar de que hacia frío. Él había insistido en salir, pero no accedí hasta que dijo que me compraría helado.

One shots. |Shawn Mendes| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora