Capitulo 11.

48 4 0
                                    

Estaba en mi casa, con los ojos perfectamente delineados y vestido como de rockero. Estaba en la mesa esperándolo compartir con él, pasar al menos una cena normal. ¡Que injusto era! debíamos estar allí los dos, y como era de esperarse, Tom seguía igual. Con los mismos modales. Tom quería que le llevaran la comida a su habitación, sino también se iba cuando yo apenas llegaba a la casa. ¡Como dolía! Ni siquiera me dirigía la palabra.. Mi sola presencia era  ¿Tóxica quizá? Pero..¿Qué le había hecho yo? Es más. Todo cambio era radical. Había logrado cambiarse de aula eficazmente y lograr desaparecer de mi vista. Logró salir de mi vida, aunque compartíamos la misma casa. Pero ¿A qué se debía ésa cruel desicion?Acaso..¿Algo estaba mal? sí, seguramente él estaba en algo raro. ¡Él se comportaba como idiota! Debía averiguarlo.¿Pero cómo?
Nada cambiará, porque él no se metería en problemas o ¿Tal vez sí? Si algo sucedía, tal vez era yo el que tenía que enfrentarlo.

Y la curiosidad se hacía grande. Un día como hoy, simplemente decidí seguirlo.

....

Allí estaba él. A unas nueve cuadras de casa, con sus nuevos amigos, estaban fumando y Tom estaba con una chica...muy pero muy sexy.

Mágicamente se me vino una ridícula discusión a la mente, no sé porqué.
Aún lo recuerdo, era una tonta pelea de niños, por sólo ser el raro de la familia. ¿Que más daba? ¡Yo no cambiaría por nadie!

Flashback.

En el salón de clases, cuando sonó la campana del recreo, era ése único momento, cuando estábamos solos, me dijo algo que resultaba incómodo.

Tom:   -Papá dice que debí tener una hermana o algo parecido, eres raro, Bill, sólo digo. ¡Mírate!¡Eres tan bella, como una niña!-

Bill:   -Ya, cállate, ¡Déjame en paz!- Bufé avergonzado. ¿Pero acaso, a él lo ponía incómodo? Pensé

Tom:    - Sólo decía, eres plato fácil aquí. Pero tú te sabes cuidar sólo, ¿No es así, Bibiana? Él soltó una risa escandalosa.

Bill:.  -Eres un idiota. ¿Enserio me crees tan fácil? Enfrentaría a quien sea! ¡No te necesito! No soy una de tus fáciles ingenuas!- Grité con una sonrisa en los labios. La verdad era, tenía miedo. En realidad no me enfrentaria a nadie, y ¡Mentira! Lo necesitaba a Tom, siempre a mi lado.¿Porque me contradecía tanto?

En eso aparecía Gus,  rompiendo aquél momento incómodo y la tensión que existía en el lugar.

Gustav:   - Dejen de pelear, si lo están haciendo.- se cruzó de brazos, con seriedad, nos miraba a ambos.

Tom:   -¿Lo dice su noviecito?- Se burló de él.

Gustav lo empujó, y así comenzó todo, le dió la paliza de su vida. Nadie se metía con Gus, ni siquiera el gran Tom Kaulitz.

Fin del flashbak.

Desde ése día las cosas, supongo que cambiaron. Ni siquiera lo había recordado, ¿Que tan poco hombre lo hacía? Ésa pelea lo bajó de algún trono que se hacía merecedor. Tom Kaulitz no era el invencible, no era el gran "Tom" y desde ese momento ¿Algo se había roto?¿Ése era el principio y el final? ¿De verdad? porque él sólo se había alejado un día.  Así, nada más.  Así, de repente, él me había abandonado o así lo suponía. Sí, ¡me había abandonado el muy infeliz!.. A mí, su otra mitad! Y yo.. como siempre exagerando todo. ¿O no es así? Quizá.

Ahora bien, allí lo tenía..¿él estaba bebiendo? Lo hacía. Estaba fuera del coche con ésa rubia demasiado sexy, la tenía de la cintura ¡Se lo diría a Mamá!  Con tal de arruinarle el día, haría lo que fuese. Porque después de todo, estaríamos juntos. Me aleje de allí, llamé a mamá y le avisé enseguida sobre aquello que sólo me causaban ¿eran celos? Sí, lo eran. ¡Que idiota! Tom me matará.

Arthur... Are you there?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora