Capítulo 8

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Otro aburrido día más de aquellos había llegado. Ésta vez, tenía cierta curiosidad. Tenía demasiadas dudas y preguntas, de porqué mi cuerpo reaccionaba cuando me encontraba muy cerca de Tom. Mi corazón latía muy rápido, mi piel se erizaba al menor contacto..mis sentimientos crecían cada vez que mi mirada chocaba con la suya. A la vez, sentía cómo mi mundo se derrumbaba, el corazón se destrozaba al verlo junto a alguien más. Tenía miedo de mí mismo, miedo de cometer locuras que no podía controlar. Me sentía en total confusión​ y no sabía qué hacer.

Recordé ésa vez, donde me encontraba en el salón de clases, no había salido al recreo. Me sentía pésimo de ánimo y creía que llorar en silencio, era la gran solución. Alguien se acercó hacia mí, escuchaba los pasos acercarse, luego de segundos, entonces escuché su voz.

Un "Hola" resonó en el aula vacía. Quité mis lágrimas y volteé mi mirada en dirección a la voz. Le respondí un "Hola" también, como si nada pasara. Él era serio, bajo y no tan delgado. Llevaba lentes y me imaginé que no era de mi aula.

-¿Qué hacías aquí, solo?-

Cuestionó tomando el atrevimiento, sentandose en una de las sillas cercanas, para estar frente a mí. Me quedé mudo ante su pregunta.

-Es.. Estoy..Hm, no sé-

Hablé distraído. Él se acercó a mi mesa y me tendió su mano.

-Me llamo Gustav-

Yo acepté el saludo con una sonrisa en mis labios.

-Me llamo Bill, Kaulitz y- y tengo un gemelo que está aquí, en la misma aula que yo..-

Hablé con desconfianza. Tragué duro, nervioso. Jamás había conversado con alguien de ésta manera. Desde ya, los demás chicos se burlaban de mí.

-Y yo tengo un amigo, también viene aquí, pero no está en mi aula.-

Dijo acomodando sus lentes. Yo le sonreí.

-Éso es..bueno, mi hermano siempre me deja solo.. y..los demás se burlan de mí, me molestan, hasta me tratan muy mal.

Él me miró con sorpresa.

-Podemos ser amigos-

Dijo de repente. No podía creerlo.

-¿De verdad? ¿No soy muy gay para ser tu amigo?-

Le hablé con los ojos entrecerrados, desde ya, odiaba sentirme tan diferente en el sitio éste al que me enviaban.

-Claro que sí-

Estiró las palabras y se le dibujó una sonrisa.

-Esta bien. ¿Porqué sonríes? ¿Te causo gracia?-

Exclamé. Desde ya, él cambió su rostro a uno más serio.

-No, no.. ¿Porqué pensaría éso?-

-Porque.. Todos son iguales aqui y los comienzo a detestar.-

Le confesé.. Nada importaba. Mi amistad se había formado, para ir creciendo con el tiempo o así lo suponía.

Arthur... Are you there?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora