Capítulo 4

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Escuché la puerta de mi habitación, parecía ser otro nuevo y estúpido día. Aún recordaba esos nuevos sentimientos que había sentido cuando las manos de Tom me acariciaron con intención de poseerme.Un escalofríos invadió mi cuerpo sin querer saberlo estaba sintiéndome extraño con todo ésto. Mamá seguía insistiendo, llamando a la puerta sacándome de los pensamientos a lo que le tuve que responder de inmediato para que ya dejara de molestar.

-¡Ya Voy!-

Grité algo alto bufando, ya se me había quitado el sueño con sus insistentes llamados del otro lado de la puerta. Era la hora del almuerzo, debía levantarme de la cama que sin dudas había dormido toda la mañana.

Todos los fines de semana nos recogía nuestro padre para ir de paseo, era el peor día de mi vida.

Al momento de ir al baño para asearme, Tom golpea la puerta. Mantuvimos una tonta pelea por segundos y él pasó de todas formas, lo empujé, me empujó, aunque terminé ganando por sólo meterme la ducha primero y esconderme allí para darme un buen baño. Avergonzado de que me observara, cuando terminaba de colocarme jabón me cubrí con una toalla en mi cadera para que no hiciera nada estúpido. La había arruinado desde ya, por tener jabón aún en mi cuerpo.

-¡Idiota! ¡Déjame duchar en paz!-

Me quejé al instante y él volteó su rostro. Me sonrió de costado, y volteó para llevar el cepillo con la pasta dental a su boca. Eso era un estado grave de provocación. Siempre actuaba de igual manera y me hacía enfadar. Gruñí entre dientes poniendo los ojos en blanco.

Terminé esperándolo, aún con shampo en mi cabello que se fuera así terminaba mi baño con toda la privacidad que merecía.

Bufé y terminé mi baño minutos más tarde.

Él Seguía invadiendo mi espacio cuando entré a mi habitación. Entró a la mía sin pedir permiso, sin siquiera tocar la puerta, me cubrí por completo aunque debía averiguar de qué se trataba ése juego con su piercing, me estaba sintiendo atraído torpemente.

"Mamá me dijo que buscara algo"

Dijo con tono demasiado molesto.

-¿Tom?¿¡Que demonios!?-

Bufé y noté cómo me miraba.

-Mamá me dijo que lo tenías tú.-

Rodó los ojos enseñándome un ritmel, sentí un rubor extremo en mi rostro.

-¡Ahora vete! ¡Largo de mi habitación! -

Lo llevé echándolo a empujones leves hacia fuera. Me avergoncé de cierta manera, de hecho nunca supe cómo usar ése tipo de cosas, pero quería verme bien en algunos casos.

-¡Bill!¡Vino tu padre!-

Bufé al sentir la puerta abrirse otra vez. Tom se asomó y yo estaba sólo en boxers.

-¿Que no avisas? ¿No sabes tocar la puerta?-

Me quejé corriendo hacia ella empujándola de golpe, evitando que me viera.

El peleaba, le encantaba bromear pero sobre todo tenía obsesión por las mujeres.

A su corta edad había sido demasiado mujeriego de lo que parecia. Aunque no aparentaba. Tenía demasiadas niñatas estúpidas atraídas a él. Me enfurecía más al recordar aquella noche cuando me confundió con una chica.

...

Terminamos saliendo algo tarde por cierto, me quejé cuando Tom comenzó con las burlas, refiriéndose al ritmel.

-Tengo una nueva hermanita en la familia, pá-

Él comenzó a aguantar la risa. Le dí un golpe en el hombro pero él me dió un pellizco en uno de mis brazos lo que me hizo retorcerme de dolor.

-Eres un imbécil-

Le saqué la lengua y comencé a sacar los lentes de sol para ponérmelos pero rápidamente comienzo a ver que juega nuevamente con su piercing, lo cual me estaba provocando de alguna u otra forma. Deshago completamente mis pensamientos, comienzo por ver el camino que habíamos tomado, ésta vez íbamos a acampar un rato, nada más hacer lo que más odiaba que era la pesca.

Tragué en seco cuando tenía a Tom a centímetros de mi rostro.

-Veremos quien es el favorito ahora, hermanita-

Dijo seriamente, me ruboricé por haberlo tenido tan cerca, siendo consciente que el día que había sentido esos suaves besos en mi piel, me había atraído de alguna manera, teniendo en cuenta que todo ésto que pensaba ahora era solo mi imaginación.

Corrí detrás de él, con mi teléfono en las manos, íbamos a acampar unas horas bajo algún árbol. El día era hermoso pero lástima el hermano que me tocó, temo que mi día se arruine.

Arthur... Are you there?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora