Capitulo 2 🌜3T🌛

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Llegamos al departamento y mis niños salen corriendo a abrazarme, Dilan es el único que se queda viendo a su tía.

-- ¿Tía María? -- los ojos de él y de ella se empañan, ellos eran los más cercanos, él para todo quería ir con su tía María.

-- Mi niño, soy yo -- se Inca y abre sus brazos, el abrazo es tan amoroso.

Mis pequeñas pulgas han extrañado tanto a sus tíos y no me había dado cuenta de eso.

-- Tía no tiene idea cuanto la extrañe

-- Oh mi pulgarcito yo también te extrañe, mejor dicho los extrañe -- abre más los brazos para tener a todos mis hijos en un abrazo de oso --, y no fui la única, Abu, tíos y papá también los extrañaron.

-- ¿Dónde está papá? -- pregunta mi pequeña angelito. María me mira pidiendo ayuda.

--Pulgarcita tu papi está trabajando -- me acerco a Liz y le doy un beso en la mejilla.

-- Es verdad mi amor, muy pronto regresará.

-- ¿Entonces? -- José se queda reflexionando -- ¡Va a regresar con nosotros! -- exclama muy feliz.

Tengo un nudo en la garganta que me impide hablar, lágrimas amenazan con salir a mojar mis mejillas, y mi voz sale entrecortada.

-- No creo que eso suceda mi niño -- saco la fuerza necesaria para poder decir eso.

-- ¿Por qué? -- los cuatro bajan su mirada demasiado triste.

-- Porque papi tiene que trabajar mucho -- esa es la mentira que les he dado todos estos años. Una tras otra.

Porque papi tiene que trabajar.
Porque papi está cansado y tiene que dormir.
Ahorita papi no puede jugar.

Esas y más mentiras decía para que mis niños no salieran dañados.

-- Amores de mi vida -- volteo a ver a mi tropa -- lavense las manos para hacer la cena. Acuérdense que tenemos que ver lo de la escuela.

-- Pero mamita yo no quiero ir a la escuela, a mí me pelean porque no tengo papá -- su mirada triste me hace soltar las lágrimas que he estado reteniendo desde hace un rato.

-- Lizbethcita esta escuela es diferente, aquí hay niños únicos y hermosos igual a ti, así que ellos no te harán nada, y si los hacen les aplicamos unas patadas en el trasero.

-- María -- la regaño, siempre he educado a mis hijos para que no sean agresivos y ahora su tía va a hacer todo por romper las reglas

-- Ya pues, perdón -- levanta las manos -- solo no quiero que le hagan daño a la más pequeña de los Vélez.

-- Tenías que ser tía -- doblo las mangas de mi camisa de vestir y me meto a la cocina a preparar algo nutritivo.

-- (Tn) ahora sí ocupo hablarte con la verdad -- dejo de picar Zanahoria y pongo mi mirada fija en ella.

-- ¿Qué sucede?

-- Es sobre lo de Chris -- suspira y se sienta -- no quiero que te sientas culpable, ya pasó y vamos a solucionarlo.

Mi corazón se empieza acelerar con lo que dice, me imagino un millón de cosas y ninguna es buena.

Agarro asiento al lado de ella. -- Dime que sucede, ¡Por favor!.

-- Es que... Es que -- solloza y ahora se que no es nada bueno -- Chris, ¡Ay dios mío!, ¡No puedo ni decirlo!, Me duele mucho, es mi hermano y quiero que esté bien.

-- ¿Qué diablos sucede? -- me empiezo alterar, se que soy estúpida por pensar y preocuparme en él, pero ¡Dios! Es el padre de mis hijos y el amor de mi vida, mi esposo, mi amigo. Aunque me hubiese engañado sigo teniendole un cariño enorme, y por el amor que un día le tuve o le tengo, quiero que esté bien.




Holis un capítulo más, espero y les guste 😊❤️ y sigan dando el mismo apoyo a esta historia.
Los quiero muchísimo ❤️

El chico del cementerio (Sin Editar) |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora