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Salvaje, esa sería una buena palabra para describirlo, además de sucio, descuidado, impulsivo, orgulloso y bastante impetuoso. De todos los pacientes que la joven Aoi había atendido, ninguno se había asemejado a él, a menudo solía robar comida de la cocina o hacer demasiado ruido, evitando el descanso de otros pacientes.

Tanjiro seguía inconsciente después de la misión del distrito rojo, Zenitsu quien era el que más rápido se había recuperado, fue obligado a partir a misiones, e Inosuke aún necesitaba de la atención de la Finca de las Mariposas, su recuperación había tardado semanas hasta que estuviese estable, y apenas pudo ponerse de pie volvió a sus andadas, al parecer ni arriesgar su propia salud podía frenarlo. Algo interrumpió sus pensamientos.

— Aoi-san, necesitamos su ayuda. — Apareció ante ella una niña con trenzas, parte del trio de pequeñas que quedaron a cargo de Shinobu, había venido a buscarla a la cocina, por el tono de voz que usaba se trataba de algo urgente.

Mientras se dirigía al patio de la Finca de las Mariposas, Naho le había puesto al tanto, Inosuke había trepado el gran cedro del patio persiguiendo algo y se negaba a bajar.

— ¡¡¡Inosuke!!! — Aoi trato de elevar su tono de voz, para no ser ignorada, el aludido se limitó a virar su cabeza en su dirección, bueno la cabeza de jabalí que encerraba la verdadera cabeza del chico.

— ¡¡Inosuke, baja de allí ahora mismo!! — Aoi le hablaba en tono de orden. —¡¡Si caes, tus heridas pueden llegar a abrirse otra vez!! —

El autodenominado rey de la montaña procedió a señalar con su dedo a algunas ramas que se encontraban encima suyo, las chicas agudizaron mejor su vista y se dieron cuenta que era lo que Inosuke indicaba: era un cuervo. Al parecer todo este alboroto era por solo un pájaro. La muchacha suspiro resignada Inosuke podía llegar a ser imposible a veces.

Finalmente, el causante de todo este alboroto se dispuso a hablar:

— ¡Recuerdo este cuervo, Gompanchiro dijo que no podíamos comerlo! —

— ¡Inosuke, si me oyes baja del árbol, no es seguro que estés ahí! — El tono de voz de la chica se suavizo un poco, aunque no dejaba de emitir reproche.

El joven, empero, no respondió más, se quedó en la rama a espera de quien sabe qué. Era usual que tuviese que recurrir a su maestra Shinobu para que se encargara de las situaciones difíciles, ella sabía cómo tratarlo, como usar y manipular la psicología del muchacho para que siga sus indicaciones preso de su propio orgullo.

Pero lamentablemente no siempre podía contar con su ayuda, su mentora también debía de cumplir con las obligaciones y misiones propias de un Pilar, como en esta ocasión. En ese momento la joven Kanzaki estaba a cargo, ya que sus regaños o amenazas eran insuficientes ante aquel impulso irracional presente en el chico con mascara de jabalí, decidió en cambio realizar otra estrategia.

— Sumi-chan, Kiyo-chan y Naho-chan vigilen a Inosuke, si pasa algo avísenme inmediatamente, voy a estar en la cocina. —

Aoi sabía que Inosuke amaba la comida, decidió entonces usar eso a su favor. Terminado los preparativos opto entonces dar rienda suelta a su plan, salió al patio con una cesta que contenía el almuerzo: onigiris.

Ubico entonces, un manta debajo del gran árbol en el que estaba Inosuke, y con las niñas decidieron iniciar un almuerzo de día de campo, cuando todo estuvo listo decidió llamar al chico:

— ¡Inosuke, el almuerzo está servido! — Aoi mostraba en una mano una bola de arroz, no tenía dudas que el muchacho bajaría rápidamente al ver el Onigiri. Pero esto no sucedió así, el chico con máscara de jabalí siguió permaneciendo en la misma rama, con el cuervo ramas más arriba, observándolo en todo momento. El plan había fallado.

Instinto Irracional (InoAoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora