V

1.1K 118 6
                                    

El día siguiente, una nerviosa Aoi procedía a realizar sus deberes con algo de prisa ¿la razón? Pues Inosuke se había ofrecido a ayudarla el día anterior, la joven cazadora dudo un poco por si debía llamarlo antes de iniciar con sus tareas, al final no lo hizo, después de todo seguramente el muchacho con máscara de jabalí ya había olvidado el asunto. ¿Verdad?

Además, sería algo extraño pasar tiempo a solas con el joven, claro fuera de las ocasiones en las que tenía que atenderlo y monitorear su recuperación, esta vez no estaría segura de como debería actuar o lo que debería de decir. ¿Además que dos personas hagan algo juntos, no es técnicamente una cita? Tal vez no, ¿Pero no es mejor no arriesgar?, Aoi siempre había ignorado los constantes comentarios de Shinobu instándola a salir con chicos, Aoi consideraba que era muy joven para eso. Y desde un principio, que alguien te ayude con tus labores no es en realidad una cita ¿Verdad? La joven tenía mucho en mente. Como sea, lo mejor va a ser que termine de colgar los uniformes que había lavado, debía apurarse para que así el encuentro con Inosuke sea en el cuarto que hace las veces de salón de clases y no deba de preocuparse sino en enseñar y responder preguntas.

Ensimismada como se encontraba no notó que la intensidad del viento de aquella mañana recientemente había comenzado a acrecentar, por lo que uno de los uniformes que intentaba desecar salió volando del cordel, dirigiéndose a parar sobre la tierra, iba a ensuciarse seguramente. Sin embargo, eso no sucedió así, una ajena presencia hasta el momento, había realizado un lánguido movimiento evitando el contacto del ropaje con el suelo.

— ¡Asalto de frente! — Inosuke de un gran salto había interceptado la caída de la prenda que ahora levantaba altivamente con una de sus manos realzando su gesta.

— ¡Inosuke! — Aoi se acerco más al joven, aunque su actitud no denotaba el agradecimiento y devoción que esperaba el joven Hashibira. — Deberías de tener más cuidado, aún estas en proceso de recuperación y ese salto pudo haber abierto alguna de tus heridas. —

— No hay problema, me encuentro bien. — Insouke señalo con su pulgar derecho su propio pecho en actitud de convicción.

Luego de una pequeña inspección de parte de Aoi, en la que pudo comprobar que en efecto Inosuke se encontraba bien, la joven cazadora se sintió más aliviada.

— Solo ten más cuidado la próxima vez. — El tono de voz de Aoi se había suavizado. — No era necesario que te expusieras así, es solo un uniforme después de todo. —

— Hubieses tenido que volver a iniciar. — Aoi desvió su mirada.

— Ya veo, pues gracias Inosuke. —

Inosuke le tendió la prenda con la intención de pasarla, pero al momento de hacerlo sus manos se rozaron, fue un esporádico encuentro, casi imperceptible pero lo suficiente para volver a poner nerviosa a Aoi. La mano del chico es fuerte y firme, pero de cierta manera cálida.

— ¡¡Raroi!! — Una voz despejo las ideas de su mente.

— Lo siento Inosuke, ¿Qué estabas diciendo? —

— ¿Porqué no me avisaste que habías comenzado? — Existía cierto tono de reproche y enfado en la voz del muchacho.

— Supongo que lo olvidé. — Aoi era terrible para mentir por lo que usualmente no lo hacía.

— Ya veo, ¿Qué es lo que hay que hacer? — Del mismo modo al parecer Inosuke era malo para detectar mentiras.

— Ya casi terminé de colgar estos uniformes. — Al parecer el encontrase con el chico era inevitable.

— ¡Déjamelo a mí! — La intensidad del rey de la montaña no conocía par.

Ambos chicos procedieron a realizar la tarea, el sol radiante sobre ellos auguraba el inicio de un buen día, o al menos eso parecía. Inosuke detecto algo en el ambiente por lo que se puso a observar el cielo durante algunos momentos. Después con resolución dijo:

— Se acerca una tormenta. — El joven cazador apuntaba con uno de sus dedos a aquella cúpula azul que estaba sobre ellos.

Aoi también dirigió su vista al cielo, no había suficientes nubes ni algún otro indicio que señalara que el joven Hashibira tuviese razón. Sin embargo, él parecía tener gran conocimiento sobre la naturaleza. ¿Qué es lo que debería hacer? Solo atinó a preguntar:

— ¿Estás seguro Inosuke? —

— ¡Claro que sí! — La seguridad de sus palabras no admitía ningún atisbo de duda.

La joven Kanzaki suspiro hondamente, antes de decidir:

— Sera mejor que recojamos los uniformes y los colguemos cuando haga mejor tiempo. — La joven a la vez que recogía las prendas meditaba en la decisión que había tomado.

¿Estaría haciendo bien?, de tener razón Inosuke evitarían tener que volver a lavar muchas de las prendas que serían descolgadas en la tormenta, pero de no ser el caso, los uniformes tardarían mas en secar. ¿Desde cuando unos uniformes importan tanto? No lo hacen.

Lo que Aoi esta considerando es en depositar o no su confianza en aquel muchacho que está en proceso de conocer, claro puede ser algo impetuoso o temperamental, pero al final de todo se puede confiar en él. Es de las cosas buenas que posee, es tan fuerte e impredecible como inmaculado y puro en algunos aspectos, la naturaleza misma personificada. Ya ha elegido, ojalá y que Inosuke tenga razón.

Horas después, ambos muchachos se encuentran resguardados de la tormenta que, como el gran rey de la montaña vaticinó, ha acontecido. La lección de clases de aquel día transcurre sin mayor novedad, mientras la lluvia golpea el techo de la habitación.

Al finalizar la clase, y después de recoger el material utilizado. Una Aoi algo nerviosa, claro que, sin aparentarlo, se dirige a Inosuke y le dice:

— Yo... quería darte las gracias Insuke — Trata de sonar mas centrada. — Tu ayuda fue muy útil hoy. —

— No hay problema, es lo menos que puede hacer Inosuke-sama por sus subordinados. — Señalándose a si mismo con su pulgar derecho. Al parecer el joven cazador no ha dejado de tener sus momentos de ostentación. Aoi no dice nada, deja que Inosuke disfrute del momento, claro que no por mucho tiempo.

— Inosuke, deberías regresar a tu habitación. — La voz de Aoi se ha suavizado con el paso de los días al despedirse. — Espera allí por el almuerzo. —

El joven con la máscara de jabalí obedece, y Aoi procede su recorrido a la cocina, acompañada del goteo constante de la lluvia en el techo, da una pequeña sonrisa, casi imperceptible. Satisfecha con su decisión y contenta de no haberse equivocado. Inosuke Hashibira alguien en quien puede confiar.


                                   *************

Hola otra vez, fiel feligresía, sé que esta historia ha sufrido de un periodo de pausa, es que me encontraba trabajando en otros proyectos y capítulos de otra de mis historias, que tenía en abandono. Sumando a esto el tiempo disponible con el que contaba se ha visto mermado por labores universitarias y demás. Mis disculpas por ello.

Dicho esto, espero ahora actualizar con mayor regularidad, al menos una vez por semana. Es algo que me he propuesto y ojalá que pueda llevar a cabo. Con fe noma, eso y que ojalá se me quite pronto la amigdalitis que me dio ayer. Por cierto, si alguien me puede recomendar alguna actividad que pueda realizar desde la comodidad de la cama en la que me encuentro, sería sensacional. Me cansé de ver series y ya me puse al día con Youtube.

Algo positivo de esta situación es que ya realicé grandes avances del próximo capítulo de esta serie. Así que espero y estén atentos. Sin más que decir me despido, gracias por leer y por todo en general. — Yul Accel. —

Instinto Irracional (InoAoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora