Cap 2: Apuesto, caballeroso y galante.

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Seguimos con otro capítulo...


Narra Marinette:

X: quiero una taza de café –dijo igualmente sonriente

Marinette: ok.. una orden de macarons de maracuyá con almendras y una taza de café –repetí- ¿desea algo más? –pregunté sin mirarlo

X: um.. si.. –afirmó- tu nombre y número de teléfono..

Inmediatamente dejé de escribir en mi libreta y me sonrojé violentamente.

Parpadeé un par de veces intentando asimilar lo que respondió. Debía ser un error, probablemente no escuché bien o mi mente estaba confundiendo las palabras que usó y formuló una respuesta diferente.

Levanté levemente la mirada para observar su actitud. Él seguía con la cabeza apoyada en sus manos sobre la mesa y con esa amplia sonrisa llena de galantería. No hizo ningún otro gesto, estaba esperando mi respuesta..

Suspiré profundo y carraspeé un poco antes de responder a su pregunta.

Marinette: eh.. –estaba nerviosa- perdón.. ¿qu-qué dijo?

Tuve que volver a preguntar, debía comprobar si había escuchado mal o había escuchado MUY MAL.

X: jum.. –sonrió de medio lado

¡¡¡MALDITA SEA!!! ¡SE VE TAN JODIDAMENTE SEXY SONRIENDO DE ESA MANERA!.

Autocontrol, Marinette.

X: dije.. –alargó en tono juguetón- que me gustaría saber tu nombre y tu número de teléfono –repitió

No puede ser, si escuché MUY MAL.

Desvié la vista a mi libreta nuevamente y seguí anotando la orden.

Marinette: eso no está en el menú.. –respondí restándole importancia

X: pero podría.. –afirmó

¡DIABLOS!

Marinette: jeje –reí intentando ocultar mi nerviosismo- no puedo hacer eso –respondí lo más segura que mi actuación me lo permitió

X: y ¿por qué no? –insistió- me dijiste que podía pedir lo que yo quisiera y bueno.. –bajó sus manos de la mesa- yo quiero saber cómo te llamas y tu número de teléfono –volvió a sonreír

Es bueno para esto, pero... Con ese porte, ese atractivo visual y su encantadora forma de ser... seguramente hace lo mismo con todas..

Marinette: ya le dije.. –respondí algo molesta- eso no es parte del menú..

Creo que él notó lo bruscas que sonaron mis palabras al darle esa respuesta, ya que la sonrisa que tenía en los labios desapareció. Me miró incrédulo y solo irguió el cuerpo.

X: bueno.. está bien –respondió algo conflictuado- entonces solo el café y los macarons.. –agregó

Marinette: enseguida..

Le respondí secamente antes de darme la vuelta e ir por su orden.

Al llegar a la barra y asegurándome de no estar en su campo de visión, me escondí tras el mostrador. Realmente estaba muy nerviosa, no sé de donde saqué esa seguridad para rechazar entregarle mis datos personales.

Es tan guapo, cualquiera enloquecería por salir con él y ahora yo había rechazado tener una interacción más íntima a cliente-mesera.

Marinette: ¿Qué pasa por tu mente, Marinette? –me interrogué a mí misma, nerviosa

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