Cap 6: Debería ser yo..

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Seguimos...


Narra Marinette:

Adrien: que venga Alya, por favor, mesera.. tengo prisa

Y sin decir más, volvió a mirar al parque.

Me sentí fatal. Mi corazón se estrujó aún más por las palabras tan frías como respuesta a mi disculpa. No sabía que decir, o qué hacer, había quedado en shock.

Quise levantar el rostro para verlo pero no pude, las lágrimas que comenzaron a acumularse en mis ojos no me lo permitieron. Con un nudo en la garganta y el cuerpo temblando de la impotencia, me erguí sin levantar la mirada y me encaminé al interior de la cafetería.

Había arruinado todo, y él no aceptaría mi disculpa...

Antes de entrar retiré las lágrimas de mi ojos, no podría permitir que nadie me viera así.. tomé una bocana de aire mientras lo miraba de reojo, seguía con la mirada firme al parque. Suspiré.

Entré al café y me dirigí a Alya, quien lavaba la cafetera.

Marinette: y-yo haré eso, Alya.. –dije mientras me acercaba a ella

Alya: ¿ah? ¿por qué? –preguntó confundida

Marinette: tu.. –pausé- tu ve a atender al cliente que está afuera, en la mesa cinco –dije en voz baja

Alya: ¿la mesa cinco? –repitió confundida- pero, ¿no es ahí donde Adrien...? –la interrumpí

Marinette: si.. –dije en un suspiro- él quiere que tú lo atiendas..

Alya: ¿volvió? –preguntó entre feliz y sorprendida

Marinette: si.. –volví a decir a lo bajo

Alya: ¿entonces, por qué no...? –ella misma se detuvo- oh.. –soltó al darse cuenta- ¿estás bien?

Marinette: si.. –intenté sonreír- tu solo ve, atiéndelo

Ella me miró atentamente. Seguramente le llamaba la atención que al fin, casi después de un mes de estarme insistiendo en que lo conociera, me arrepentía de no haberla escuchado. Hoy más que nunca sentía que había perdido algo verdaderamente importante.

Posó su mano sobre mi hombro; yo solo la miré.

Alya: está bien.. –y me sonrió maternalmente

Se encaminó a la salida del café mientras la observaba de reojo. Debería ser yo..


Narra Adrien:

***Recuerdos Adrien***

Cuando ella me gritó aquel día, que la dejara de molestar, me sentí fatal. No tanto por la forma en que lo dijo, si no por lo que esas palabras representaban. Pensé que estaba haciendo algo bien demostrándole que verdaderamente tenía interés por ella, pero creo que me equivoqué y por el contrario, ella pensaría que soy un maldito acosador.

Ese día no pude evitar irme lo más pronto posible del café. No tenía nada más que hacer ahí, así que me fui al parque. Me senté en una de las bancas del lugar, pensando en las palabras de ella. "No es No". Esa frase ya la había escuchado, pero no pensé que llegara a ser tan lastimosa..

Lo mejor era olvidarme de ella, desistir en mi intento por conocerla, no tenía caso, ya estaba muy claro que no le interesaba de esa manera. Suspiré.

Miré al cielo mientras me recargaba en la banca.

Adrien: mamá.. –dije al aire- pensé que sería mucho más fácil hacer caso a tu consejo..

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