Ideales Reconstruidas |BNHAxOc|

Capitulo 10

La oportuna llegada de Kaito había cambiado la situación para todos.

White retrocedía cada vez más, con la mano que aún tenía unida, apretó con todas sus fuerzas la muñeca de su brazo evitar que se desangre, aunque sea un poco.

—N-no pudiste esperar a q-que tu p-padre vaya a por ti, ¿verdad? —Se notaba sorprendido por la aparición del peliblanco. —Te han e-estado malcriado m-mucho. —Su dificultad para hablar era evidente.

—Ya deja ese juego del papá y el hijo. Te queda muy grande ese papel. —Hablo, desafiente ante el mayor.

—Hahaha... ¿y a quien le quedaría? ¿A ese loco extremista que te encadeno a este mundo? —Su mirada expresaba ironía.

—¡Prefería eso mil veces a que tener que regresar contigo! —Sus ojos vieron con furia al mayor. —¿Últimas palabras? —Decidió acabar con esto.

White simplemente empezó a reír. A pesar de su situación y su estado, aún se las arreglaba para no perder su estado de ánimo. —Aún sigues siendo un niño. —Busco con la mirada a la pelipúrpura. —Disculpe señorita, tal parece que tengo que corregir a un hijo problamatico. Le agradecería que se quedara en el lugar donde esta.

Kaito había estado tan concentrado en White que había olvidado que tenia a alguien a su espalda.

—Hey, ¿Puedes levantarte? —Le pregunto sin dejar de ver al frente. —Es mejor que te vayas.

Kyoka reaccionó al ser hablada. —T-tengo herida las piernas, no creo poder moverme. —Explico su situación.

El reconocer esa voz descoloco un poco al chico, haciendo que esta vez si volteara a verla.

—¿Otra vez tu? —No podía creerlo. Otra vez se topadaba con la misma chica.

—L-lo mismo puedo decir yo. —Refuto Kyoka. —¿Acaso estas siguiendome? —Habia algo diferente a la última que lo vio, ese aire de tristeza se había ido.

Se formó una leve sonrisa en el rostro de Kaito. —Si tienes la fuerza para hacer ese tipo de bromas, entonces te recomiendo que escapes. —Una segunda katana se formó en la mano libre de muchacho.

White por su parte empezaba a sufrir los efectos de perder mucha sangre.

—Supongo que tendré que usarlo... que más da, será un buen experimento a campo abierto. —Pensó, para después buscar un pequeño estuche que estaba en su bolsillo. —Sabes Kaito, desde que escapas te hace años, he dado grandes avances en mis investigaciones. ¿Quieres que te muestre lo que he logrado gracias a ti?

Kaito sintió una sensación de peligro, que hizo que inconscientemente optará por una posición defensiva.

White al abrir el estuche mostró una pequeña jeringa, que dentro de ella había un líquido verdoso. Sin perder tiempo el mayor se inyectó el líquido en el brazo el cual le había cortado la mano.

A los pocos segundos, su cuerpo comenzó a convulcionar, sus venas se hincharon, tanto su tamaño como su musculatura crecieron significativamente, tanto así que su ropa se desgarro al no soportar el tamaño que ahora tenían, su piel se torno en un tono plateado, similar al acero.

—¡Esto es el resultado de mis investigaciones! —Incluso su voz se hizo mucha más grave y terrorífica.

Kaito se vía algo intimidado. —¿En que carajos se convirtió? —El escuálido hombre con bata que tenía hace unos momentos ahora parecía ser una especie hombres de las nieves, con esos brazos más gruesos que el tronco de un árbol. Incluso la mano que le había cortado, se regenero por completo. —O-oye... —Miro de reojo a Kyoka. —Enserió necesitas irte. Contigo aquí no podre...