M.I.F : Nuevas Generaciones

Capítulo 1 - Esperanza

Llevo unos meses con la misma rutina: levantarme por la mañana, leer el periódico (cosa que es algo reciente), conectarme a internet para buscar empleo, comer algo, continuar con mi búsqueda por la tarde, y cuando la vista no me da más de sí, me echo en el sofá a ver la televisión hasta el día siguiente; mis ahorros se están esfumando en comida basura, ya hace tiempo que me abandoné... ha pasado mucho desde que no siento respeto por mi misma; la época en la que me cuidaba, medía las calorías, hacia ejercicio o me maquillaba. Toda la ropa de esa época la tengo almacenada en una caja, con las fotos que mostraban a mi "yo" esbelta, en buena forma, una caja con mis esperanzas, con mis recuerdos... Una "yo" que salía de fiesta y se robaba miradas, una "yo" con mi ex-novio que me fue infiel con mi ex-mejor amiga. He quedado prácticamente sola, sin amistades, y un puñado de familiares de las que soy cercana (fuera de mi madre).

Mi prima me ha recomendado en varios locales y tiendas como cajera o atención al cliente, incluso en restaurantes como mesera o lavaplatos, pero o no es temporada de contratar o simplemente tengo muy mala suerte.

Mi desesperación no tiene límites. Hace semanas que empecé a estudiar otras posibilidades laborales, miro los anuncios personales, busco un patrón, una forma de ingresar dinero, pero no creo que nadie esté interesado en pagar por pasar unas horas con una chica como yo, con mi sobrepeso, con mi autoestima... con mi aspecto.

Llegaba la hora del día donde reviso mi correo. Por sorpresa, me topo con uno nuevo cuyo autor permanecía en el anonimato. Me pareció extraño, incluso un poco aterrador, pero no tengo nada que perder. Había enviado unas cuantas solicitudes en línea como bibliotecaria en una escuela y en dos bibliotecas públicas, ya que fue de éso que me gradué, biblioteconomía. Esperaba que fuera una respuesta a alguna de ésas solicitudes. Para mi sorpresa, no lo fue.

El correo decía:

"¿Estás buscando una forma de ganar dinero fácil? ¿crees que no vales para nada?, ¿te has abandonado un poco, quizás más de la cuenta?

¡Aún puedes hacer mucho con tu vida! Llámanos, no es necesario tener experiencia: Tel:91.323.45.66"

Sumamente sospechoso, llego a creer que sea algún tipo de broma o estafa; pero, como dije anteriormente, no tengo nada que perder. Llamo y me atiende una voz femenina, bastante simpática. Me da cita para el día siguiente a primera hora. Tras colgar, me dirijo al armario. Debo buscar algo formal para ponerme; tardo horas, no puedo creer que no tenga nada medianamente elegante para vestir. Elijo lo menos malo y lo preparo todo. Escogí una blusa manga larga y unos vaqueros muy ligeramente ajustados. Como algo y me acuesto, espero tener suerte mañana.

Apenas he pegado ojo, es la primera vez en mucho tiempo que me he hecho ilusiones en mi posible éxito con esta entrevista. Realmente lo necesito, sea lo que sea lo necesito. Desayuno y me arreglo lo mejor que puedo. Debo admitir que me gustó un poco verme vestida con otra cosa que no sea la pijama. Agarro el metro; la entrevista es en una nave de un polígono, un poco lejos de casa, al sur de la ciudad. Tardo una hora, pero finalmente llego; me paro delante de la nave y respiro, intento sosegarme, pues no quiero que se note mi ansiedad.

Cuando estoy lista accedo al edificio. Frente a la puerta hay una mesa ocupada por una chica muy atractiva, de unos 20 años, de cabello lacio y un rubio muy oscuro; espero que no busquen un perfil como el de su recepcionista porque yo no me parezco a ese bellezón... lo cual me baja el autoestima. Tratando de disimularlo, me presento a la susodicha del mostrador.

-Si, la estábamos esperando- me contesta -espero que no haya tenido problemas encontrando este sitio, a veces los polígonos son un poco laberínticos. Ahora, si no le importa, sígame- dice levantándose.