A veces me pregunto si amar tanto puede ser un error. Siento que mi corazón es como un río desbordado, entregando todo a su paso. Me entrego por completo, sin guardar nada para mí misma. Pienso en él a cada momento, y cada pequeña cosa que hago, la hago con él en mente. Pero a veces, cuando me detengo a observar, me doy cuenta de que el amor que recibo no es tan fuerte como el que doy.
Me duele porque siento que mis sentimientos no son correspondidos con la misma intensidad. A veces, su amor me parece tan frágil, tan superficial en comparación con el mío. Me esfuerzo tanto por hacerle feliz, pero a menudo me siento sola en mis esfuerzos. Es como si mi amor fuera un fuego que arde sin cesar, mientras que el suyo es solo una llama parpadeante.
En los momentos de mayor soledad, me pregunto si es posible que esté asustando a las personas con la intensidad de mi amor. Tal vez esperan que ame de una forma más tranquila, más moderada. Pero no sé ser de otra manera. Amo con todo lo que soy, y es doloroso sentir que eso no es suficiente, o peor aún, que es demasiado.
Me siento atrapada en este ciclo donde mi amor parece ser una carga, donde cada gesto mío es un recordatorio de la diferencia entre lo que doy y lo que recibo. A veces, desearía poder apagar un poco este amor desbordante, aprender a querer menos, para no sentir tanto esta falta de reciprocidad. Pero también sé que no sería yo misma si no amara con esta intensidad.
Amar demasiado se siente como si estuviera dando todo mi ser sin recibir suficiente a cambio. Me hace sentir vulnerable y, a veces, hasta un poco rota. Pero, a pesar de todo, no puedo dejar de amar con toda mi alma. Solo espero, algún día, encontrar a alguien que ame con la misma pasión y profundidad, alguien que entienda que mi amor no es una carga, sino un regalo.
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Susurros del Alma: El Diario de una Adolescente
Teen FictionCada capítulo es una ventana a mi mente, donde las páginas de mi diario se convierten en un refugio y un espacio para explorar sueños, luchas y pequeñas victorias cotidianas. A través de mis palabras, te invito a recordar nuestra propia juventud y a...