Youngjae no quería abandonar a Yugyeom, pero tenía cosas que solucionar primero, con cuidado de no despertarlo, salió de la cama, lo arropo bien, cuando le dio un beso en la cien, él gimió, pero no despertó.
A fuera se encontró con Bora, no tuvo que ser adivino para saber que estaba ahí haciendo guardia. No quería que bajara o dejarlo solo por temor de que terminara su trabajo sobre ese hijo de perra…
—¿Cómo se encuentra?
—Se ha quedado dormido, tengo que volver pronto, ¿Cómo están las cosas? — pregunto dirigiéndose hacia las escaleras, pero Bora lo detuvo tomándolo del brazo.
—Minji ha tenido que contarle todo a sus padres, no lo están tomando muy bien, no quisiera ser ninguno de sus padres en este momento, están divididos entre llamar a la policía o no, después de todo Jaebeom también es su hijo —Youngjae apretó los puños.
—Ambos ya le han hecho demasiado daño, si no me hubieras detenido…
—Lo sé —concordó Scott—. Yugyeom me lo pidió —Youngjae suspiro.
—Tampoco quiso que llamáramos a la policía, ¿hasta cuándo dejara de ser un mártir? Mark no puede salir impune de esto ¿Dónde está?
—Estaba demasiado ebrio Minji y yo lo llevamos a su habitación, está dormido, lo golpeaste demasiado, pero no es nada que no sane en un par de días —fue solo un segundo, pero Youngjae vio la mueca que Bora hizo.
—¿Qué ocurre? —Bora miro hacia otro lado—. Dímelo —exigió, había aprendido a confiar en ella, era una buena mujer y apreciaba mucho a Yugyeom, simplemente por eso se estaba permitiendo ser su amigo.
—Jaebeom ha llegado, le contamos lo sucedido…
—Pero… —esa pausa hecha por él no indicaba nada bueno.
—Jaebeom se niega a creer que Mark haya intentado abusar de Yugyeom, asegura que lo más probable es que Yugyeom este mintiendo o que él mismo lo ínsito y ahora se está haciendo la víctima.
—¡Hijo de puta! —estalló Youngjae golpeando la pared— ¡Nosotros lo encontramos forzándolo!
—Yo se lo dije, pero se niega a creerlo.
—¡¿Hasta dónde llega su maldad?! ¿Por qué tanto odio contra su propio hermano? —Bora se encogió de hombros.
—Así es Logan.
—Pues no lo pienso permitir —aseguró Youngjae apresurándose hacia el primer piso. Bora trato de detenerlo, pero fue inútil. Entro en el salón principal justo cuando estaba soltando su veneno. Los señores Kim están junto a la chimenea angustiados, Minji se agarraba el puente de la nariz desesperada, enfrentarse a su hermano no estaba resultando facil.
—¡Yugyeom siempre ha sido un envidioso! Está mintiendo, seguramente se lanzó sobre Mark, él estaba tomado, se ha aprovechado de eso, ¡siempre le ha gustado aparentar ser la maldita victima! Es un manipulador —aseguró Jaebeom.
—Aquí solo hay un maldito manipulador y ese eres tu —dijo Youngjae molesto. —¿Qué te ha hecho tu hermano para que lo odies tanto? —Jaebeom lo miro molesto.
—Esto es cosa de familia, no eres nadie, no te metas— dijo él con desdén.
—Jaebeom — reprendió su madre —No le hables a Youngjae de esa manera—
—Él apenas y conoce a Yugyeom, no sabe hasta dónde llega su maldad —Youngjae estaba por perder la paciencia. Bora se colocó a su lado, seguramente preparándose para detenerlo por si golpeaba a Jaebeom—. Deberías agradecer que no levante cargos por agresión, bien que te lo tienes merecido—eso fue la gota que derramo el vaso, sin perder de vista al pequeño rubio, en dos zancadas estaba enfrente de él, lo tomo por las solapas de su cara chaqueta, el grito como una niña asustada pero no le importo, lo estrello contra la pared, al instante Bora y Minji estaban ahí para tratar de separarlo. Pero él mantuvo su agarre firmemente contra Jaebeom.
—¡Escucha bien pequeña mierda! Ya me cansaste, eres un malcriado, arrogante, petulante, y mimado hijo de perra, eres una vil basura que no vale nada… has hecho cuanto has podido por dañar a Yugyeom.
—¡Suéltame! —gritó él, pero Youngjae lo zarandeó.
—Eres un maldito hijo de perra retorcido. ¡Es tu hermano! Pero siempre buscas la manera de herirlo, le arrebataste al novio, ¿Por qué no te conformaste con eso? Tienes lo que querías ¿no? A Mark, pero seguro que eso no es suficiente para ti, ya lo tienes y ya no hay diversión en eso, ¿verdad? ¿por esa razón te estabas besuqueando en el bar con ese hombre no? —los ojos de Jaebeom se abrieron con sorpresa, Bora y él habían descubierto a Jaebeom entrando con un hombre en el bar, él no los había visto, fue esa la razón por la que ellos habían decidido regresar antes, no querían verse involucrados en problemas.
—¡No sé de qué rayos hablas!
—¿No? ¿estás seguro? —señaló con su cabeza a Bora —te vimos hoy, acusas a Yugyeom de ser un provocador cuando la única puta aquí ¡eres tú! —Youngjae libero a Jaebeom sin ceremonias, dio un paso atrás, miro a los señores Kim.
—Su hijo a sufrido demasiado por culpa de esa escoria —señaló molesto a Jaebeom—. Y lo ha soportado todo por no hacerlos sufrir a ustedes, pero ya fue suficiente.
—Youngjae… —intentó hablar Minji pero con una dura mirada la detuvo.
—Tú eres testigo de todo esto, siempre lo has sabido todo y no has hecho mucho por ayudarlo, sabes que lo que decimos es verdad ¿seguirás defendiéndolo? —Minji miró a Jaebeom y después agacho la mirada.
—Ambos son mis hermanos —ella miró a Bora y después a sus padres—. Pero es verdad lo que dice Youngjae, no podemos permitir que Yugyeom siga sufriendo, tal vez no quiere que llamemos a la policía, pero debemos hacer algo.
—¡Espera un maldito segundo…! —gritó Jaebeom pero todos lo ignoraron.
—¡Cállate! —gritó Minji a Jaebeom—. Ya has hecho bastante daño, Bora y yo tuvimos que ocuparnos de Yugyeom después de que tú y Mark lo traicionaran, ¿y qué hiciste después? —preguntó ella con ironía—. ¡Te burlaste cuando me contaste lo que habías hecho, y todavía con cinismo te jactaste que le pedirías ser tu padrino de boda, siempre utilizaste a nuestros padres para chantajearlo!
—Él no es una maldita víctima.
—Sí lo es —intervino Bora—. Es una víctima de tu maldita mente retorcida —Bora miro a Youngjae apenada—. Me da vergüenza admitir que no hemos hecho mucho para ayudarlo.
—Si guardamos silencio es porque él nos lo pidió —aseguró Minji. Youngjae miró a los señores Kim.
—Sé que esto es difícil para ustedes, pero Yugyeom es lo más importante para mí, tal vez no quiera hacer nada legalmente, pero si Mark y Jaebeom siguen aquí, no me dejan más alternativa que llevármelo inmediatamente —ambos padres se miraron mutuamente, les estaba causando dolor al hacerlos elegir, pero Yugyeom merecía tener un poco de paz. Ella asintió, y el señor Kim dio un paso hacia su hijo Jaebeom.
—Necesitamos procesar todo esto —dijo con tristeza—. Tu madre y yo estamos muy decepcionados, hablaremos de esto cuando regresemos a Los Ángeles, pero por ahora… Te pido que tú y Matk se marchen inmediatamente por la mañana—. Jaebeom estaba rojo de ira.
—¡No puedes hacer eso papá!
—Puedo, y lo haré, los llevaré yo mismo al aeropuerto—. Jaebeom comenzó a discutir, pero Youngjae ya no quería escuchar, estaba preocupado de que con tanto escándalo Yugyeom despertara, dejando que ellos se encargaran los dejo en el salón y regreso a la habitación, Yugyeom no se había movido. Rápidamente de desnudo y tomo una camiseta y un pantalón de deporte, Yugyeom había pasado por un trauma, no entraría en la cama desnudo a su lado, estaba por lo menos agradecido que no rechazara su toque.
Entrando bajo las mantas jaló de Yugyeom hacia sus brazos, tenía que encontrar la manera de ayudarlo a salir de esto, Yugyeom era muy sensible y sabía que lo que había sucedido lo dañaría demasiado. Y con un millón de cosas en la cabeza sin darse cuenta se quedó dormido.