—¡Tío Gyeom! ¡Tío Gyeom! —Youngjae sonrió cuando Yugyeom le entrego la maleta (de hecho, la aventó hacia él sin ninguna delicadeza) pero perdonaba ese hecho cuando lo vio correr hacia una pequeña niña que agitaba sus bracitos ansiosamente llamando su atención.
—¡Mi princesa! Mira que enorme estás —Yugyeom tomo en brazos a la niña, la cual encantada comenzó a darle besitos por toda la cara. Suponía que era la sobrina que había mencionado.
—Permíteme ayudarte —dijo una mujer tomando una de las maletas— Soy Bora, por cierto.
—Youngjae —presentándose y dándole la mano—. Soy el novio.
—Soy la esposa de su hermana— dijo ella con una sonrisa—. Es agradable
conocerte.—Veo que ya se conocieron —intervino Yugyeom saludando a su cuñada de mano. Luego se dirijo a la niña en brazos —Princesa, él es Youngjae…
—¿Tu novio? Mami lijo que tlaias a un novio —Youngjae rió ante las palabras de la niña, tan chiquita, pero a pesar de que no podía pronunciar bien, era muy lista.
—Gahyeon —la regañó su mamá—. ¿Qué te dije que escuchar conversaciones de adultos? —la pequeña hizo un puchero.
—Pero má…
—No importa —dijo Yugyeom—si princesa, es mi novio —Youngjae tomó la mano de la niña y le sonrió.
—Mucho gusto hermosa, tu tío me ha hablado mucho de ti —no era verdad pero tenía un papel que representar, además no le estaba costando mucho trabajo. Era obvio que Yugyeom adoraba a esa niña
—Eles lindo —todos rieron ante lo que dijo la niña.
—Gracias… pero tú eres todavía más linda —aseguro él apartando uno de sus mechones rubios de la cara.
Después de las presentaciones todos abordaron el vehículo de Bora, le había tocado ocupar el asiento del copiloto, puesto que en la parte de atrás venían Gahyeon y Yugyeom poniéndose al día, al parecer el ser parlanchín venia de familia.
El cambio en la actitud de Yugyeom fue muy obvio al momento de que llegaron a la cabaña, Youngjae observó como palidecía y todo su cuerpo se tensaba. Entre Bora y él se ocuparon del equipaje mientras Yugyeom y su sobrina jugueteaban en la nieve, en un claro intento de retrasar lo inevitable.
—¡Yugyeom! Mi vida, estas aquí —una mujer rellenita de mediana edad salió al poche. Era la madre, estaba seguro, el parecido era muy obvio.
—Hola mamá —dijo Yugyeom tomando a Gahyeon en brazos y subiendo los escalones de madera, su madre lo abrazó sin importar que traía a la niña en brazos.
—Me alegro que estés aquí mi amor.
—¿Mamá? Estas asfixiándome— la mujer rió y se separó de su hijo, Youngjae subió al porche cargando su maleta y su bolso de viaje y Bora le ayudaba con las cosas de Yugyeom—. Mamá él es Youngjae, mi novio —si en algún momento de la vida Youngjae deseo una madre diferente a la suya, estaba seguro que a él le hubiera gustado una madre como la de Yugyeom. La mujer de mediana edad le sonrió y lo abrazo como si fuera su propio hijo, le aseguró cuanto estaba feliz de conocerlo, estaba claro que la mujer no tenía problema alguno con que su hijo fuera gay. Eran de los pocos padres que aceptaban eso, era increíble.
Pero no todo podía ser perfecto, algo le llamo la tensión, tal vez fue la sensación de ser observado, al levantar la vista se encontró con unos ojos marrones que lo miraban a través de la venta, estaba seguro que ese hombre pelirrojo no era otro más que Mark, el ex novio de Yugyeom, claro que lo era, apostaba su vida en ello, después de todo está claro que los Kim eran en su mayoría rubios. Durante unos segundos ambos se observaron, después el pelirrojo desapareció a través de la cortina.
Interesante. En su breve segundo de observación Youngjae había llegado a una interesante conclusión. El ex novio de Yugyeom, que ahora era el esposo del hermano se sentía celos de Youngjae por ser el novio actual de Yugyeom… esto se estaba poniendo interesante.
★★★
—Creo que salió bien ¿verdad? —Yugyeom se movía nervioso por la habitación, hasta ahora todo estaba bien, no los habían descubierto, tenía que admitir que el recibimiento de su familia fue muy bueno, hasta Jaebeom, su hermano se había mostrado feliz de verlo… pero no había que confiarse, así era el modus operandi de su hermano, atacaba cuando menos lo esperaba y Mark... Yugyeom cerró los ojos, había sido duro verlo nuevamente.
—Debes relajarte, ni siquiera tienen de que sospechar, todo estará bien —Yugyeom abrió los ojos para mirar a Youngjae, el cuál estaba acomodando ropa en su cómoda.
—Es fácil para ti decirlo, después de todo a engañar a la gente es a lo que te dedicas, pero yo…. —se mordió la lengua, estaba asustado y lo estaba pagando con el hombre que le estaba haciendo el favor de hacerse pasar por su novio, bueno favor no, puesto que le estaba pagando, pero aun así...—. Lo siento, no debí…
—Tranquilo —lo interrumpió el hombre tomando su bolsa de viaje —. Tienes razón, yo estoy acostumbrado, pero debes de tener confianza de que todo saldrá bien.
—Temo quedar en ridículo delante de todos —odiaba sentirse tan inseguro, pero Mark y Jaebeom arruinaron su confianza para toda la vida. Youngjae se detuvo delante de él, no lo tocó, aun así, Yugyeom se sintió incomodo ante la cercanía.
—Solo relájate ¿sí? Todo saldrá bien, no permitiré que sea de otra manera —Yugyeom sintió su aliento atascado en sus pulmones cuando él toco su mejilla con la yema de su dedo, fue una caricia rápida y sin segundas intenciones, pero Yugyeom sintió un estremecimiento por todo su cuerpo, Youngjae le sonrió y después se alejó hacia el cuarto del baño.
—¡Mierda…! —susurró, él estaba metido en problemas.