Solo Es Ciencia/ -Senku X Male Reader (Hanahaki Disease)-

6. Cambio de ropa

La película aunque fuera de "terror" estaba muy aburrida, y todos terminamos por caer dormidos. A mí en lo personal me daba algo de sueño después de nadar así que no me extraño que cuando volví a estar conciente eran cerca de las seis de la mañana.

Bostecé y me volví a acurrucar contra el puff para dormirme un par de horas más, pero cuando mi mano topó con la de Senku me sobresalté. Había olvidado que ambos nos quedamos dormidos juntos.

Lo observé un poco mientras dormía, su rostro lucía muy tranquilo.

No pude evitar sonreir, fui a sacar un par de mantas extra que tenía en unos cajones grandes de mi armario. Taiju ya se había cubierto a él y a Yuzuriha con una antes de dormirse, por lo que solo me ocupe de arropar a Senku con cuidado, procurando no despertarlo.
Murmuró algo en sueños y se removió un poco, me asusté ante la posibilidad de que se despertara pero fue sólo una falsa alarma.

Me hubiera gustado dormir con él, digo, de todas formas ya lo estaba haciendo antes de despertarme, pero no sé si sería correcto que hiciera eso, sin importar cuánto lo quiera.

Mi gato se había subido de alguna manera por la trampilla abierta y estaba dormido sobre mi cama, me acosté sobre las sábanas teniendo cuidado de no despertarlo y me cubrí con la otra manta que había tomado.
.....

La mañana se pasó muy rápido, desde temprano Senku y Taiju ya habían comenzado a ponerse a planear que íbamos a hacer en el día, así que no nos dejaron dormir mucho más a Yuzuriha y a mi.
Pasamos casi todo el día en el bosque alrededor de mi casa, echando un vistazo alrededor, trepando a los árboles, incluso volvimos a ir al lago.

Estaba tan divertido y entretenido que me olvidé por completo del incidente del capullo y la sangre, o al menos así era hasta que ya entrada la tarde volví a sentir punzadas en el pecho.

-_____, ¿Por qué esa cara? ¿Acaso te duele algo?

- Nope, solo me golpee un dedo

Sacudí la mano mientras finjía quejarme del dolor, habíamos vuelto a casa y estábamos en el jardín trasero, sentados sobre el pasto conversando, aunque bueno, ahora mismo estaban discutiendo ya que Senku había tomado una botella de vino de la alacena y había propuesto que tomáramos un poco.

- No podemos tomar alcohol, somos menores de edad.

- Relájate un poco Taiju, puedo hacer Clericot, así ya no sería sólo vino.

- ¡Sigue llevando alcohol!

Finalmente entre Senku y yo logramos convencer a Taiju de que nos echara una mano ( a Yuzuriha realmente le daba igual así que nos ayudó sin quejarse). Mientras él y su novia mezclaban el vino tinto con la sangría, Senku y yo picábamos uvas, melón blanco y manzana para mezclarlo en la bebida.
También partí una naranja para echarle algo del jugo de esta a la mezcla.

- ¿Cómo sigue tu golpe?

Tardé un momento en recordar que me había lastimado en la barbilla ayer, como ya me había quitado el parche me olvidé del accidente rápidamente.

- Bien, ya no duele

Me incliné un poco para ver mejor al picar la fruta, Senku me golpeó en la espalda y me insistió por tercera vez en que fuera a buscar mis gafas.

- No quiero, me veo ridículo con ellas

- Creeme que no las necesitas para verte así

Puse los ojos en blanco y después de que me insistiera por cuarta vez finalmente cedí. En el rato que me tomó subir, buscar mis gafas, ponermelas y bajar de nuevo se las arreglaron para tirar la mitad de la jarra con la mezcla de sangría y vino sobre la ropa de Senku.

- ¡Me fui menos de cinco minutos!

- ¡Lo siento, se me resbaló!

Taiju se disculpó mientras intentaba en vano limpiar la camisa de Senku con un trapo, obviamente eso no va a salir así.

- Déjalo, ya la lavaré yo después. Senku, ¿No te molestaría usar una camiseta mía por hoy?

- Mientras no tenga algún estampado como ese por mí está bien

Me sentí ofendido de que criticara mi camiseta con la imágen de Nyan Cat en ella, pero ignoré su queja y le dije que me siguiera a mi habitación, después de aclararle muy bien a Yuzuriha lo que ella y Taiju tenían que hacer para limpiar el vino del piso.

En lo que Senku subía por la trampilla me puse a rebuscar en mi armario.

- Estoy pegajoso

- No me extraña, puedes quitarte la camisa y limpiarte con una toalla húmeda en lo que yo busco 'una prenda digna de usted, mi querido príncipe"

Senku me arrojó su camiseta a la cara en respuesta al sarcasmo que puse en lo último, aunque tal vez sea como venganza porque yo hice lo mismo ayer en el lago.
Aún así eso no evitó que el tener la camiseta de Senku en mi cara me hiciera sonrojar, me apresuré a dejarla a un lado para concentrarme en buscar una camiseta que le quedara a mi amigo.

-_____, ¿No hay problema si uso está?

Voltee para ver a Senku, me mostraba una toalla naranja que sostenía con una mano en alto, aunque yo sólo tenía ojos para ver su pecho desnudo.

- Eh... sí, está perfecto con esa

- De acuerdo, ¿ya encontraste algo para mí?

- Eso creo

Tomé el par de camisetas que había ido sacando, una era blanca con mangas negras y la otra era completamente negra con un diseño de estrellas repartido por la parte superior.

Fui hacia el mientras intentaba no mirar tanto su pecho, por alguna razón es diferente verlo así ahora que cuando lo veo así mientras nadamos.

- ¿Ya te lavaste?

- Ah, eso creo pero no estoy seguro, ¿Aún se siente pegajoso?

Señaló si pecho, lo miré y después lo miré a los ojos, tarde unos instantes en procesar lo que me estaba pidiendo.

- ¿Quieres que...te toque el pecho...? Eso es medio gay ¿no?

-...no tienes derecho de decir eso

- A lo que me refiero es que si no tienes problema en que precisamente YO te...te manosee el pecho para ver si sigue pegajoso

Me cubrí la cara con una mano, avergonzado, pero me molestó hacerlo con los lentes puestos así que simple moví mi mano a mi cintura.

- Deja de pensarlo tanto, somos amigos y además no creo que yo te guste

-...¿Y por qué...?...

"¿Y por qué piensas eso?", Es lo que me hubiera gustado preguntarle, pero por desgracia en cuanto me volteo a ver con esos preciosos ojos rojos las palabras de atoraron en mi garganta.

- ¿Decías?

- No, nada. Está bien

Llevé mi mano a su pecho con nerviosismo, su piel era muy suave y cálida al tacto. Apenas si la roce con las puntas de los dedos pero fue más que suficiente para que casi me diera un doloroso ataque al corazón.

Disimulé lo mejor que pude y retiré la mano de inmediato.

- ¡Todo bien! Ya no está pegajoso, tu piel está perfecta, ¡Me refiero a que ya no está pegajosa!, Aunque eso ya lo dije...eh...¡Ten las camisetas!

Le di las camisetas y regresé a mi armario con la excusa de ordenar lo que había desordenado (aunque realmente mi closet era más desorden que closet).