Solo Es Ciencia/ -Senku X Male Reader (Hanahaki Disease)-

17. Flores gemelas

Ese fin de semana mis padres volvieron brevemente a casa, ya que al parecer tendrían que irse fuera de la ciudad el lunes por la mañana.
Estuve pasando un par de días muy agradables por ellos por lo que apenas si revise mi celular, aunque me asegure de avisarle a Taiju que seguía vivo.

- Cariño, ¿Y cómo te va con Senku?

- ¿A qué te refieres mamá?

Estaba ayudando a mi madre a ordenar sus notas de insectos y plantas que tenía en el sótano. Literalmente lo que haciamos no tenía nada que ver con su pregunta, así que supongo que venía con ganas de preguntarme eso desde que estaba en su viaje.

- Si, cuando nos marchamos estabas comenzando a considerar al fin declararte

Cierto, lo olvidé por completo con todo lo que sucedió... además ahora hacerlo implicaría demasiado riesgo.

- Yo...bueno, no creo que sea buena idea...

- ¿Por qué? Seguro que a él le gustas también

Sentí una horrible punzada en el pecho, ojalá fuera tan fácil.

- La cosa es que creo que a él ya le gusta alguien que no soy yo, tal vez deba...esperar un poco más

Mi madre suspiró mientras me pasaba una pila más de papeles. Comencé a alinearlos contra la mesa para ponerles un seguro, pero me detuve al escuchar a mi madre hablarme.

- El que tengas la vida por delante no significa que debas tomarte tanto tu tiempo, ¿Cuántos años más piensas esperar, mi pequeña chinche?

Miré a mi madre, ella me sonreía cariñosamente, y no retiro esa suave sonrisa aunque vio que yo estaba llorando.
Desvíe la mirada y volví a centrarme en los papeles, aunque ví que un par de lágrimas cayeron sobre ellos.

- Lo siento, v-voy a mojar tus papeles...

- Deja eso

Retiro los papeles de mis manos, se esparcieron por el suelo y parte de la mesa. Iba a agacharme a recogerlos pero no pude hacerlo ya que mi madre me abrazo delicadamente. Acarició mi cabeza dulcemente mientras me hablaba con calma, podría apostar que sigue sonriendo.

Todo eso solo hacía que me dieran aún más ganas de llorar y desahogarme con ella, pero no puedo, no debo decirle...

- No tienes que disculparte por llorar, ______, mucho menos si es conmigo, ¿De acuerdo?

- D-de acuerdo... mamá...

Le regresé el abrazo con fuerza y enterré mi cara en su hombro mientras dejaba salir unos sollozos ahogados. Nunca me había sentido tan mal por llorar frente a ella desde la vez que me preguntó si yo era gay.

Aunque el miedo que sentí esa vez no se compara con el que siento ahora.

- Estoy asustado...mucho,...

Mi madre soltó una risita y frotó mi espalda de una manera reconfortante al escuchar lo que le dije con voz cortada.

- No tienes por qué estarlo, enamorarse da miedo, pero no puedes evitarlo.

Lo sé, y por eso da aún más miedo.
No quiero mentirle más a mi madre diciéndole que estoy bien.

- Aún así, no dejes que nadie te lastime demasiado, ¿De acuerdo?

- Bien

Sonreí lastimosamente, ese consejo no servía de mucho cuando soy yo quien se está lastimando y matando a sí mismo.