Narra Sienna
Había acabado los folletos que tenía que hacer para la siguiente campaña, por lo que ahora me encontraba con Christian y Miriam, dos de mis compañeros de trabajo, jugando una ronda de cartas mientras nos comíamos un paquete de gusanitos.
Ethan:-vaya, esto sí que es trabajo- dijo la voz de Ethan a mis espaldas.
C/M:-¡JEFE!- gritaron Chris y Miriam a la vez.
Ethan:-anda repártanme yo también quiero jugar- dijo para tomar asiento a mi lado y darme un beso en la cabeza.
Sienna:-pensaba que estabas cabreado- le susurré en el oído mientras repartían las cartas.
Ethan:-no lo estaba contigo, simplemente no quería hablarte mal- dijo recogiendo sus cartas-¿a qué estamos jugando?-preguntó
Sienna:-teniendo en cuenta que es una baraja de póker...supongo que al póker-le dije mirándolo de reojo con una sonrisa en mi cara.
Ethan:-lo sabía...-dijo no muy convencido.
Después de un par de rondas gané, por lo que me llevé el paquete de galletas de Miriam, el boli del pompón que tenía Chris y con Ethan, bueno ya ajustaremos cuentas los dos.
Miriam:-genial, a ver que como yo cuando me aburra- dijo resignada Miriam
Sienna:-oye que puedo compartir- le dije mientras metía una galletita en mi boca.
Ethan:-yo no he tenido que dar nada, nunca apuesten contra una Russo- dijo guiñando un ojo.
Sienna:-supongo que lo que me vas a tener que dar es algo más privado- le dije con una media sonrisa.
Christian:-uuuh aquí sobramos, vámonos- dijo mi compañero para después retirarse con Miriam.
Ethan:-lo siento mucho principessa- dijo Ethan dando un suave beso en mis labios.
Sienna:-no me basta con eso...-dije sonriéndole- llévame a casa y lo discutimos-
Ethan:-no pienso ir a tu casa- dijo negando-no tengo ganas de verle la cara a tu primo-
Sienna:-yo también te hubiese dado fuerte si me dijesen que no soy lo suficientemente bueno para alguien, pero definitivamente a ti no te daría en la cara, eso es un crimen contra la vista- le dije levantándome de mi lugar.
Ethan:-anda vamos a casa que ya es hora- dijo cogiendo mi mano para más tarde salir del edificio y montarnos en el coche.
Días después todo estaba normal, la única diferencia era que no podía llamar a Liv porque no tenía teléfono y mi primo se iba al garaje a golpear un saco de boxeo que él mismo instaló allí.
Hoy todo transcurría como siempre, Ethan me recoge, llegamos al trabajo y echamos el día haciendo cosas de adultos responsables y maduros (ojalá yo siendo una persona madura) pensaba mientras bajaba por el ascensor para decirle a Ethan si quería tomar café conmigo.
Al llegar a su despacho abrí la puerta sin tocar, y para mi sorpresa...
Ethan:-espera Sienna, no es lo que parece- dijo mi chico separándose de los labios de la que era su ex mientras yo salía corriendo de allí.
Cuando llegué a mi oficina puse el seguro en la puerta para que no pudiese entrar y llamé a Luca.
En la llamada
Luca:-¿Qué pasa?- dijo cogiendo el teléfono.
Sienna:-ven a por mí, por favor-dije sollozando.
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En números rojos
RomanceNo se permite la adaptación ni copia de esta novela sin la autorización de la escritora.© La familia Russo deja atrás Italia para vivir el sueño americano, pues a Armani Russo se le ha presentado una nueva oportunidad en San Francisto junto a un ant...