Capítulo 65.

1.1K 171 44
                                    


En cuanto arribamos al poblado Nano exigió comida. No pidió o sugirió que comamos algo. Lo exigió.

Lo miré confundido y él me dio un pequeño guiño. Sí, a pesar de todo, Tiziano ni siquiera había tocado el chocolate que le había dado, ni nada de lo que le habíamos ofrecido. Así que, muy rápidamente apoyé su noción y nos dirigimos al único local de comida rápida del lugar.

Yo saqué mi capa de invisibilidad estilo Joe Goldberg y bajé tras ellos. Estaba seguro que una gorra no sería de mucha ayuda, pero también confiaba en mi buena suerte y en el karma y sabía que estaría a salvo, no vería a nadie que no quisiera. Era un lunes al medio día, nadie que pudiera conocerme estaría por allí, no tenía nada de qué preocuparme.

Tiziano se rió un poco de mi atuendo cuando notó lo que traía puesto, pero lo dejó ir cuando se dio cuenta que ni siquiera me había molestado. Lo mejor para que Tiziano dejara de hacer algo era ignorarlo o restarle importancia.

Nos sentamos en una mesa apartada y comimos nuestras hamburguesas con papas fritas. Yo estaba en la gloria, Nano también, pero Tiziano (a pesar de verse feliz comiendo una comida tan chatarra) no paró de quejarse, pero comió y eso fue lo importante. Incluso Nano y yo pedimos un helado. Tiziano se negó, pero me sacó del mío frente a la mirada divertida de su amigo.

Cuando estábamos por terminar el postre un grito fino y alto me puso los pelos de punta mientras una pequeña criatura aparecía de la nada y se tiraba sobre Nano.

—¡Cómo no me avisaste que venías! —gritó fuerte sentada en el regazo del chico y besando su rostro peligrosamente cerca de su boca. Ella no parecía tener más de 15 años.

—Lucy —se quejó molesto poniéndose de pie para sacarla de encima de su cuerpo.

—Yo soy la que debería estar diciendo eso Lucila —dijo otra voz, más chillona que la primera. Me giré para encontrarme con otra niña, junto a un par más. Eso de pronto se había convertido en un jardín de infantes.

—Abril —continuó Nano pero esta vez se acercó a la pequeña y la abrazó fuerte. Ella respondió el abrazo y se colgó de él. —¿No deberías estar en la escuela?

—Hora libre —respondió la mentada Lucy. Giró su cabeza y nos sonrió de manera desagradable. —Hola.

—Hola —dijimos Tiziano y yo al unísono poniéndonos de pie, no por cortesía, ambos queríamos huir de allí.

—Lucy es la hermana de Rocco —dijo Nano acercándose con la llamada Abril bajo su abrazo. —Abril es mi hermana. Muchachas ellos son Tiziano y Josh.

Abril fue más simpática a la hora de saludarnos, la otra muchachita nos miró de arriba abajo y simuló una pobre sonrisa.

—¿Ustedes son amigas ahora? Pensé que se odiaban.

—Compañeras —respondieron a la vez mientras las otras jovencitas se reían con diversión. Era obvio que ellas no se soportaban.

—¿Qué haces aquí Nano? ¿Por qué no nos dijiste? ¿Vino mi hermano también?

—No, vinimos arreglar unas cosas —respondió incómodo mientras Lucy se colgaba de su brazo. A mi lado Tiziano sonreía divertido. Me estaba perdiendo de algo muy importante. —Nos iremos ahora ¿Sí Abril? A la tarde voy a casa.

—Okay —sonrió ella con amabilidad. —Oh, espera, te quiero presentar a alguien.

Ella se movió rápido a su grupo de amigas y sacó de allí a una niña alta y rubia, de resplandecientes ojos verdes. La observé casi sin pestañear mientras se acercaban de vuelta y quise huir ocultándome bajo mi gorra, pero la otra niña, Lucila, no me dejó pasar por estar prendida y coqueta con Nano.

Tarde Pero SeguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora