Capítulo 41.

1.3K 173 68
                                    


Tiziano no soltó mi mano mientras me conducía a su vehículo, pero su agarre no era muy firme tampoco. Si yo hubiera querido soltarme, lo hubiera conseguido.

—Lucas debe haberte visto sacándome de la fiesta —dije en tono tranquilo y bajo.

Él no respondió.

—Tendrás problemas con él si

—¿Tanto deseas irte con ese? —interrumpió mirando por sobre su hombro. Bajé la mirada al suelo, era mi momento de no responder. —Él ni siquiera es tu tipo.

—Oh... tú conoces mi tipo —me burlé afirmando su mano cuando resbalé de ella. Me golpeé mentalmente, ese movimiento no había sido planificado.

—Mayormente lo conozco —dijo encogiéndose de hombros. Sacó la llave de su campera y destrabó el vehículo. Me condujo hasta la puerta del acompañante y se paró frente a mí. —Yo. Por ejemplo.

—Ya quisieras —dije sonriendo burlonamente.

Tiziano sonrió también y se inclinó hacía mí. Pensé que iba a besarme, allí en medio de la calle, pero no. Él sólo estaba abriendo la puerta. Desvié mis ojos disimuladamente a los transeúntes, pero hasta yo sabía que era demasiado tarde.

—Lo estabas esperando ¿A qué sí?

—Idiota —dije empujándolo para poder subirme.

Él se carcajeó con gracia mientras daba la vuelta y se subía también. Pero antes de que siquiera prender el vehículo, se arrastró hasta mi asiento y puso su boca en la mía. Lo miré sorprendido separándome de él, eso había sido extraño. Incluso para Tiziano que sonrió con timidez antes de arrancar.

—Sorprendentemente tus labios son suaves.

—Gracias por la apreciación —dije sarcástico tragando saliva.

—Estamos yendo a tu casa...

—Ya lo sé —suspiré. No había que ser muy inteligente para entenderlo.

—Cuando lleguemos allí serás tú quien me invite a pasar Josh —dijo con seriedad mirando fijamente el camino. —Hasta este momento parezco un maldito acosador que te sacó de una fiesta y te obligó a seguirlo.

—No recuerdo haberme sentido obligado —murmuré por lo bajo. Tiziano había oído aquello, pero no dijo nada. —No es con nadie en específico. Yo sólo quiero sexo esta noche.

—Cuando te lo ofrecí no dijiste lo mismo.

—Bueno, estábamos en la mitad de una fiesta ¿No es así?

—No te importó mucho cuando me diste la mamada —reprochó mirándome de frente una fracción de segundos. Giré mi mirada al exterior. —No quise que sonara mal.

—No lo hizo —aseguré tragando más duro al recordar su miembro en mi boca. —Tú deberías practicar más tus insultos homosexuales Tiziano, incluso lo que acabas de decir fue más una chispa para mí. Milo debería ayudarte en eso, tú no sabes lo malo que solía ser.

—Pero él es gay...

—Sí, bueno, no era así al principio... —suspiré. No era momento de hablar de él y de la complicada relación con Nash y Alex. —De todas maneras, no está en su naturaleza ser demasiado amable y cuando se trataba de lidiar con nosotros, nos la ponía difícil. Por él y por otros, tus insultos son nada comparado con esos tiempos.

—No intenté que fuera un insulto... sólo fue un comentario —carraspeó fuerte y abrió un poco la ventana para dejar ingresar el frío aire de la madrugada. —Lo lamento.

Tarde Pero SeguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora