Capítulo 49.

1.2K 183 72
                                    


Me presenté amablemente y él lo hizo también. Su nombre era Mar. Un tipo alto y grande, de piel oscura y cabello claro. Tenía una mirada amable.

Me disculpé por la comida, yo sólo había llevado dos raciones de ensalada y pollo, pero él aseguró que había comido en casa, que acababa de llegar.

Josh me indicó la isla de su cocina y nos sentamos uno frente al otro en completo silencio mientras el otro chico leía en la mesa de la sala.

—Deberías haber mencionado que te reunirías con otra persona.

—¿Por qué? A Mar no le molesta, está estudiando otra materia, no es como si fuéramos a hablar para molestarte a ti ¿No? —consultó con maldad. En serio. Pendejo.

—No. Para nada —dije dándole una sonrisa de costado que él se ocupó de ignorar como un profesional mientras comía su almuerzo, con ganas. Realmente parecía disfrutarlo. Y yo que pensé que me haría una escena por no haber llevado hamburguesas.

Claramente el episodio de la noche anterior lo había molestado, aunque no es algo que fuera a decirme y tampoco es que pudiera reprocharme nada. Yo no entendía sus amistades, ni quiénes eran los buenos y quiénes los malos.

—¿Estaba bien?

—¿Qué cosa? —consulté cuando estaba terminando de comer.

—Ian. Yo no lo vi bien.

—Oh... No, no realmente —respondí encontrando su mirada indescifrable.

—¿Te dijo por qué? —asentí, pero no dije nada más. —Quizás deberías sugerirle que busque ayuda.

—¿Profesional? —consulté y él asintió.

—Nash no buscó en todo ese tiempo y estuvo apunto de terminar muy mal. Si no hubiera sido por Milo eso no hubiera salido nada bien —confesó parándose para dejar sus cosas en el lavado. —Y sinceramente creo que la conducta de Ian no es sana. Tú deberías sugerirle que busque ayuda.

—Lo haré —sonreí alegre. A pesar de que evidentemente Josh lo odiaba, no podía dejar de preocuparse por él y eso hablaba bien de él.

Pasé por su lado revolviendo su cabello y me ocupé de lavar lo que habíamos usado mientras él se sentaba en la mesa junto a su amigo. No tardé en seguirlo y cuando lo hice el chico, Mar, me sonrió con amabilidad empujándome a preguntar aún más si él no era uno de los acostones de Josh.

Quiero decir, no creía que hiciera momentos de estudios y luego fueran a la cama. 

Me reí interanmente. Claro que sí Tiziano, ya viste lo que paso ayer.

Pero de todas maneras ellos no se veían como si se estuvieran acostando. Intercambiaban algunas palabras, pero no había ningún tipo de coqueteo. Incluso ni siquiera se estaban prestando mucha atención, ellos sólo estaban estudiando... como yo debería hacerlo también.

Tomé un par de respiraciones y decidí concentrarme. No es que tuviera exámenes en lo inmediato, pero mi carrera era extremadamente difícil y si dejaba para último momento las cosas podía terminar perdiendo un año entero.

Ellos no hablaron demasiado, incluso, las veces que lo hicieron yo apenas les puse atención. Siempre, cuando se trataba de estudiar y comprender, yo podía abstraerme completamente de todo lo que pasaba a mi alrededor.

Pasadas unas horas, no pude decir cuántas, el chico se puso de pie informando que pasaría al baño y Josh avisó que prepararía café. Tendríamos un recreo.

Miré el reloj en mi celular y pasaban de las 7, habíamos estado estudiando por más de cuatro horas sin parar. Suficiente para mí.

Me puse de pie y seguí a Josh a la cocina donde acababa de poner el agua a calentar. Me acerqué y lo abracé por su espalda.

Tarde Pero SeguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora