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Sam arrojó sobre la mesa un montón de fotografías. En ellas se podía apreciar de forma bastante clara la recepción de cargamentos sospechosos. Todos en Nueva York.

- Chicos, tenemos un problema - James  y Natasha se inclinaron hacia adelante acercándose a las fotografías. Wanda tenía frente a ella la computadora donde revisaba información y ante el sonido de los documentos cayendo sobre la mesa, levantó la vista.

- No hemos podido erradicar a estos desgraciados - suspiró Nat.

- Siempre aparecen más - murmuró Barnes mirando las fotografías detenidamente.

- Estas fotos son de la semana pasada. Deben estar esperando una nueva entrega - dijo Sam acercándose a la computadora que tenía Wanda.

- Algún contacto? - preguntó Barnes.

- En Hell's Kitchen - respondió Wanda.

- Murdock - agregó Sam - Nat. Consigue la información. Ve si podemos avanzar algo. Sólo a observar, nada de improvisaciones.

- Pareciera que no me conoces - sonrió.

- Te lo digo porque te conozco.

- Yo iré también - Barnes dejó las fotografías en la mesa.

- No. Te necesito en China Town. Siguen sacando armas de ahí. Necesito que averigües quién se hizo cargo después de que Li desapareció - Barnes no estuvo muy de acuerdo pero aceptó -
Wanda, irás conmigo a Washington.

- Claro.

- Organicen todo. Partiremos cuanto antes.

~°~

- Estarás bien? - Barnes la miraba de reojo. Algo en la mención del tal Murdock lo tenía intranquilo. Natasha sólo lo miró sin responder. Estaban solos en el elevador.

- Hay algo que quieras decirme? - y sí quería decirle que no fuera. Quería decirle a Sam que cambiaran lugares. Pero se calló. Sólo se quedaron mirando en el elevador hasta que llegó al subterráneo donde estaba estacionado el auto de cada uno.

- Ten cuidado.

- Tu también.

Cada uno salió por su cuenta. En el nuevo complejo nadie sabía sobre ellos. Sobre la relación que tenían, excepto los más cercanos. Lo habían decidido así. Trabajo era trabajo.

La mañana siguiente ni siquiera desayunaron juntos. Natasha se vistió con un traje negro, tacones y tomó un portafolio con varios documentos codificados.
James la miró de arriba a abajo varias veces sin que ella lo notara. Analizó cada detalle de ella. Algo no andaba bien.

- Ya me voy. A qué hora irás a China Town.

- Cerca de las 2.

- Duerme un poco más - se acercó a abrazarlo. Él notó el rojo carmín en sus labios, poco habitual en ella.

- Por qué te maquillaste tanto?

- Tanto? Sólo es un poco de lápiz labial - y ella sintió la molestia en James.

- Bastante esfuerzo para alguien más. Te ves hermosa sin maquillaje.

- Estás celoso? - se acercó a él sonriéndole coquetamente - Sabes que Matt no puede verme.

- Pero de seguro olerá tu perfume.

- James...sabes que te amo.

- Ni siquiera puedo besarte con ese labial - ella le sujetó el rostro con ambas manos.

- Es mi personaje.

- Lo sé, lo sé - cerró los ojos - cuando vuelvas, voy a besarte como nunca nadie te besó - claramente se estaba refiriendo a Murdock. Ambos lo sabían. La miró con una media sonrisa y la besó en la mejilla.

Instinto 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora