between lovers | kookmin/jikook

IV

No habían sido lo suficientemente precavidos.

Namjoon los había visto en el establo mientras iba a casa de Jimin. Creyó haber visto mal, pero él los conocía muy bien, sabía que eran ellos.

Se fue de ahí rápido, no podía creer que sus amigos estaban haciendo tal cosa, pero si lo pensaba detenidamente, ahora todo tenía sentido.

Pasaban demasiado tiempo juntos, incluso sin él. Era claro que su relación se había vuelto más estrecha, pero nunca imaginó que hasta ese punto.

¿Sabrán ellos que lo que están haciendo está mal? claro que lo sabían, entonces ¿por qué lo hacían? por más que lo pensaba no encontraba explicación. No sabía qué hacer, no quería enfrentarlos, pero tampoco podía callar.

Hablaría con sus padres sobre esto, tenían una relación a base de confianza y sabía que tal vez ellos lo ayudarían a saber qué hacer.

Pero cuando se los contó esa misma noche, no esperó esa reacción por parte de ambos, él sabía que la homosexualidad era anormal, pero sus padres actuaron como si sus amigos fueran dignos de ser mandados a la guillotina. Pronto ellos se lo comunicaron a los Park y a los Jeon, él por mientras temblaba de miedo, temía por todo lo que fuera a pasar.

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Jimin estaba en su cuarto apunto de dormir cuando su padre entró a su habitación, escuchó como la puerta era azotada fuertemente y lo supo. Supo que su padre lo sabía todo porque jamás había visto esa mirada en él, estaba furioso y tenía a Jimin muerto de miedo.

Lo tomó por los hombros, lo levantó y lo estrelló contra el suelo, se subió sobre él y comenzó a golpearlo, la ira en forma de sangre inyectada en sus ojos, podía sentir su odio en los golpes que le propinaba, una y otra vez.

No se merecía esto, él sólo amaba a Jungkook, ¿cuál era el pecado en eso? pero su padre nunca lo entendería, nadie más lo haría.

Su padre se detuvo en un momento, estaba tan enojado que simplemente salió de la habitación, su madre lo ayudó a levantarse solo para arremeter contra su mejilla, solo podía ver el asco reflejado en sus ojos.

El padre de Jungkook casi lo mata, lo ahorcó con tanta fuerza que su rostro se volvió cianotico, pero logró quitárselo de encima, le gritó cuanto amaba a Jimin pero solo recibió golpes. No importaba, porque nada dolería más que lo que  aún les faltaba por vivir.