Capítulo cuarenta y uno.

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Sadie;

Miraba mis pies mientras jugaba con mis manos sobre mi regazo. Mi respiración era todo un caos, y trataba de normalizarla.

Levanté la vista encontrándome con Finn, quién estaba discutiendo con Ross. Sí, con el hermano Duffer. Con nuestro jefe.

Agitaba su mano mientras parecía sacarse de quicio debido a lo que sea que Ross le estuviera diciendo. Su entrecejo se frunció, su nariz se arrugó, sus mejillas se tornaron rojas, y explotó.

Comenzó a subir aún más la voz, y cada vez estaba más rojo debido a la furia. No lo culpo, hace unos minutos estaba igual.

—Ya lo sé, y perdón. Pero esto de verdad es una mierda, joder... —Revolvió su cabello con frustración, y sus ojos se encontraron con los míos. —¿Qué? No podemos justo ahora. Ya te lo dije, estamos en Canadá. Si, con mí familia. —Rodó los ojos, y apretó sus labios. —Bien. Entonces adiós.

Colgó, y frotó su cara con ambas manos. Me puse de pie, y me acerqué con cautela a él.

—¿Qué te dijo? —Pregunté. Alejó sus manos de su cara, y me miró.

—Debemos ir a arriba, hará una videollada. Quieren hablar con ambos.

—¿Por qué? ¿Es que acaso no tienen suficiente con lo que le dijimos? —Negó. Suspiré con frustración, y comencé a caminar en dirección a las escaleras.

Una vez que entramos a su habitación, Finn cerró la puerta detrás de sí. Tomé la laptop con stikers de guitarras y entre otras cosas, y me senté en la cama con ella.

Finn se acercó, y se sentó a un lado mío. Nos miramos, y no fue necesario decir algo. Ambos lo sabíamos, nos estabamos dando apoyo sin tener que decirlo.

La llamada entró, y Finn tomó aire antes de contestar. Matt y Ross se veían, ambos con ropa de casa, como la mayoría del tiempo. Intenté sonreír, pero fue inútil.

Ví como Ross frotaba sus ojos con frustración. Creo que todos aquí estabamos frustrados, no es nada nuevo, ni algo que sorprenda.

—¿Entonces quién hablará primero? —Bromeó Matt, pero al ver la seriedad del asunto, cerró la boca y miró sus uñas.

Ross suspiró, y frotó sus manos.

—Menos de dos meses, eso es lo que falta. Nada más. —Fue lo primero que salió de su boca. Juro que quise golpearlo.

—¿Cuál es el sentido de que sean exactamente seis meses? —Pregunté. —¿No pueden ser solo cuatro y ya está?

—No. Seis meses es medio año, y ya está. Son la pareja del momento, sus seguidores han aumentado, y no pueden negarlo. Se ven tan bien como para decir que no dudaron casi nada, seis meses es medio año, repito.

—Es facíl para ustedes decirlo. —Murmuró Finn, pero sé que fueron capaces de escucharlo.

Ross abrió la boca para responder, pero Matt fue más rápido. Y de algún modo lo agradecí.

—Sabemos que esto se ha tornado un poco dificíl para ustedes, se han enamorado, no podemos culparlos. Quizá esto resulte doloroso, pero de verdad necesitamos que se cumplan los seis meses. —Rascó su barba, y sonrío. —Veanlo de esta forma, después de los seis meses sí quieren pueden seguir, pero esta vez de verdad. Una relación de verdad, y no de contrato.

Iba a hablar, pero Finn fue el que habló primero. Y yo fuí la primera en quedarme sin aliento.

—No queremos eso. Lo que queremos es que esta mierda termine de una vez por todas. —Revolvió su cabello por decima vez en el día. —Ambos hemos salido lastimados, ya no queremos más. Por favor, entiendanlo.

Love By conтracт - FADIE.  (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora