Capitulo 1 - ¿Y si me encuentro contigo?

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Capitulo 1 - ¿Y si me encuentro contigo?

Un malhumorado italiano camino por la calle con las manos metidas en los bolsillos.

Tenía una bufanda enroscada alrededor de su cuello que además tapaba casi la mitad de su cara, por lo general iba muy abrigado, vestido con tonos ocres.

-¿Y si le compro un ramo de flores?-se pregunto así mismo frunciendo el ceño mientras miraba hacia una floristería al final de la calle.

Tenía que ir a visitar a su hermano, Feliciano. Este había estado enfermo varios días y Lovino no había podido estar con él. Pensar que el macho patata había estado con su hermano ya le hacía querer pegarle un bigote en la cara al Alemán, tal vez su cara mejorase de esta forma...

"Flores, flores..." Lovino se detuvo en frente de la tienda de flores debatiéndose entre sí debería comprar flores o no, aunque finalmente el sentimiento de cansancio que recorría el cuerpo del italiano al pensar en pensar en otra cosa para Feliciano hizo que la floristería fuese la mejor de todas la opciones.

Agarro el pomo de la puerta y entro con pasos decididos al interior de la tienda. Definitivamente no fue una buena idea.

Justo en el momento en el que entro en la tienda no tuvo ni tiempo a mirarla con mala cara y buscarle pegas hasta a la mas mínima mota de polvo, no, no pudo ya que en ese momento el dependiente de la floristería que iba corriendo con un jarrón de flores en la mano se choco contra él haciendo que la gravedad hiciese su trabajo...Hacerlos caer...

Lovino espero un golpe y el sonido del jarrón rompiéndose. Pero solo sintió unas manos envolviéndolo, abrazándolo fuertemente y una especie de sacudida.

Tras un par de segundos abrió los ojos encontrándose con que evidentemente se encontraba en el suelo aunque encima de un chico que abrió lentamente sus ojos mientras mantenía sus brazos abrazados al cuerpo de Lovino aunque ahora por la cintura. El jarrón no se había roto, solo había derramado el agua que contenía y las flores estaban esparcidas por doquier.

-Lo siento- se disculpo con un claro acento español mirando a Lovino.

Lovino se había quedado petrificado sin saber que hacer y no por los ojos verdes esmeralda del español o su sonrisa deslumbrante ni por su piel perfectamente bronceada, no, era porque no sabía cómo reaccionar.

-¿Estas bien pequeño tomatito?-pregunto el español con esa estúpida sonrisa.

Esas palabras parecieron despertar a Lovino de su shock.

-¿Pero qué mierda haces estúpido?-pregunto Lovino apartando las manos del otro chico de su cintura para seguidamente sentarse sobre su barriga para levantarse.

-Italiano...-susurro el español primero sorprendido, pero después volvió a esbozar una sonrisa-¿Qué viniste a buscar?-.

Lovino se levanto de la barriga de Antonio para dejarle poder incorporarse.

-Una floristería, yo entrando, no que hay que ser muy listo para averiguarlo, aunque considerando que pareces carecer de cerebro no me extraña-Lovino arqueo una ceja mientras escupía las palabras.

-Oh claro-Antonio se sentó- Solo me gustaría saber qué clase de flores quieres-.

Lovino chasqueo la lengua y miro resignado a las margaritas blancas esparcidas por el suelo mientras Antonio se levantaba.

-Margaritas-dijo Lovino haciendo que el español dejase de sacudir su delantal para dedicarle una sincera sonrisa-¿Por qué sonríes bastardo?-.

Lovino arqueo una ceja mientras el mayor se volvía a agachar para recoger las flores.

-Espero que sea para la persona que te gusta-comento Antonio mientras recogía con sumo cuidado una a una las flores-las margaritas en el lenguaje de las flores tiene un significado de amor de pareja-.

-Es para mi hermano-.

-Pues en ese caso lindo tomatito, déjame aconsejarte unas rosas centifolias-El castaño había recogido las margaritas y las había colocado nuevamente en el jarrón.

Lovino ignoro con todas sus fuerzas el mote que el chico le había puesto, pensó que si acumulaba mucha rabia sería divertido explotar delante del macho patatas.

-Lo que sea, tengo prisa bastardo-el Italiano desvió la mirada del español.

Antonio camino hacia el mostrador y se colocó detrás de este dejando el jarrón de margaritas al lado de la caja y luego camino hacia un jarrón donde estaban colocadas las rosas centifolias para agarrar las suficientes como para hacer un ramo de flores y volvió al mostrador.

Lovino camino hacia el mostrador con los brazos cruzados y con ciertos aires de superioridad que no pareció notar el otro ya que paseaba sus dedos delicadamente sobre el plástico creando un envoltorio perfecto decorado con una cinta de color roja.

-Ya esta listo-Antonio recorrió con sus dedos los pétalos de las rosas antes de darle el ramo de flores al menor.

Lovino pago las flores y salió nuevamente por la puerta, pero antes de poder dar apenas dos pasos la puerta de la floristería se abrió haciendo que Lovino se girara.

El español sonrió y le coloco una margarita en el pelo a Lovino el cual se limito a mirarlo como si quisiera usarlo en un rito satánico o algo por el estilo.

-Siento lo de antes, soy un patoso- el español abrió el paraguas que tenia sujeto en la otra mano y lo deposito en la mano que tenia libre Lovino.

Lovino le miro un poco perplejo.

-Ten un buen día- finalizo Antonio en un perfecto tono español entrado nuevamente a la floristería no sin antes dedicarle a Lovino una sonrisa capaz de atontar a alguien.

Lovino miro el paraguas durante un par de minutos mientras gotas de lluvia rozaban cuidadosamente sus mejillas

Encuéntrame cerca de ti (SpaMano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora